1. “Zona peligrosa”
Luego de un nuevo derrumbe de las bolsas de valores en todo el mundo, las instituciones económicas dominadas por las potencias imperialistas han lanzado su voz de alarma. La presidenta del FMI, Christin Lagarde, afirmó que “la situación económica mundial está en una fase peligrosa”, y el presidente del Banco Mundial dijo que “el mundo está en una zona peligrosa”.
1. “Zona peligrosa”
Luego de un nuevo derrumbe de las bolsas de valores en todo el mundo, las instituciones económicas dominadas por las potencias imperialistas han lanzado su voz de alarma. La presidenta del FMI, Christin Lagarde, afirmó que “la situación económica mundial está en una fase peligrosa”, y el presidente del Banco Mundial dijo que “el mundo está en una zona peligrosa”.
Lo que sobrevuela la situación es el estado de Grecia. El gobierno griego ofrece un nuevo ajuste, recortando las pensiones, estableciendo un nuevo impuesto, y despidiendo a 30.000 empleados estatales, para poder recibir un nuevo tramo del “salvataje” del FMI y la Unión Europea. Si no le aceptan el plan, Grecia entraría en cesación de pagos. Ese default podría arrastrar a Irlanda y Portugal, y amenaza a España e Italia, y podría convertirse en una bola de nieve en Europa que contagie al mundo. Los gobiernos de Estados Unidos, China y Brasil reclamaron a la Unión Europea tomar medidas urgentes y drásticas (pág. 4).
La presidenta reconoció que la economía Argentina “no está encapsulada ante a la crisis”. Efectivamente es así. Lo que durante años fue un viento de cola favorable de la economía mundial, que permitió la reactivación relativa de la nuestra, ahora son ráfagas de malos vientos: medidas imperialistas que nos golpean y aprietes.
2. Malos vientos y aprietes
Este mes el precio internacional de la soja cayó el 11,6%, el del trigo el 8,9% y el del maíz el 15,3%. Solo por la baja de la soja ingresarán 5.000 millones de dólares menos de exportación.
Brasil devaluó el 21% en lo que va del año, lo que facilitará sus exportaciones y dificultará las de la Argentina. El déficit del comercio exterior de Argentina con Brasil subió a 3.724 millones de dólares (según Brasil, para el IndeK son 1.000 millones menos).
El gobierno de Obama informó al Congreso yanqui su decisión de votar en contra de nuevos créditos para la Argentina en el Banco Mundial y el BID, hasta que la Argentina arregle con el Club de París y pague a las empresas que le ganaron juicios en el CIADI (“tribunal” del Banco Mundial). Hay 1.600 millones de dólares en créditos pedidos por la Argentina en esos bancos.
En sintonía con la decisión de Obama, una organización que agrupa bancos de todo el mundo (la IIF), el Bank of America y Nomura Securities alertaron sobre un “aterrizaje duro” de la economía argentina en el 2012, con menos crecimiento y más inflación.
3. Cristina K en la ONU
En este contexto de medidas desfavorables y aprietes, Cristina K hizo un discurso en la Organización de la Naciones Unidas (ONU) con definiciones políticas importantes de contenido antiyanqui.
Planteó que “es necesario eliminar la categoría de miembros permanentes y también eliminar el derecho de veto” en el Consejo de Seguridad. El asiento permanente y el derecho a veto es un privilegio de 5 potencias imperialistas: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China. Luego reclamó el reconocimiento del Estado palestino, que al día siguiente reclamó el presidente Abbas al Consejo de Seguridad.
Cristina K, además, aceptó el diálogo propuesto por Irán sobre la investigación y castigo del brutal atentado a la AMIA, condicionándolo a que tenga resultados concretos. Lo que se expresó luego en la permanencia del representante argentino en la ONU durante el discurso del presidente iraní, mientras se retiraban los delegados yanquis. Es importante la decisión de la presidenta porque permite revisar esa “pista iraní”, que fue traída a la Argentina por agentes de la CIA y el Mosad (los servicios de inteligencia yanquis y de Israel).
La presidenta habló de los 130 años de “una ocupación ilegítima”, reclamó el acatamiento “de las 10 resoluciones de la Asamblea General [de la ONU] convocando a Gran Bretaña y la Argentina a sentarse a negociar, a conversar sobre nuestra soberanía”. Dijo que “nadie puede alegar dominio territorial a más de 14.000 kilómetros de ultramar”, modificando lo que la Cancillería Argentina tiende a considerar un conflicto ribereño. Y amenazó con tomar represalias, después de un tiempo, si no hay avances en la negociación, señalando, en particular los vuelos Punta Arenas-Islas Malvinas. Es un camino que vienen reclamando las fuerzas patrióticas: pasar a golpear, en los hechos, el único órgano sensible del imperialismo inglés, su bolsillo (sus empresas, bancos y tierras).
Días después, una reunión del “grupo de los 77” y China, reclamo, por primera vez, “que se cumpla con las decisiones de la ONU” sobre Malvinas. Los 77 suman ahora 131 países, y son el mayor grupo de la Asamblea General de la ONU.
4. La lucha, el voto y la ficha
La huelga de la línea de transportes 60, en la que viajan diariamente 300.000 personas, logró un gran triunfo no solo económico sino también político, hacia el reconocimiento de su cuerpo de delegados. Los trabajadores demostraron que, más allá de cómo hayan votado, se unen para ir por más, y que luchan por afirmar una dirección combativa y democrática en su cuerpo de delegados.
En esa misma dirección, se realizó la gran jornada nacional de la CTA confluyendo con la CCC, en la que se movilizaron unitariamente alrededor de 100.000 personas en todo el país. En el acto de cierre de la Capital y el Conurbano Bonaerense, Pablo Micheli y Juan Carlos Alderete plantearon los reclamos y las perspectivas de la lucha obrera y popular.
Río Negro está golpeada por la crisis internacional en la producción de fruta, clave para su economía, y por las cenizas que diezmaron el turismo en Bariloche. Sintiendo la crisis, el domingo pasado, muchos votaron optando por lo mejor para su bolsillo. Lo que va unido a grandes luchas de los rurales, los productores, los estatales y docentes, las mujeres, etc. (pag.3) Confluencia por la Emancipación tuvo un resultado electoral digno en una elección polarizada por dos fuerzas pro K, apoyadas en el aparato estatal nacional una, y provincial la otra. Pero lo más importante, es que se avanzó en la confluencia de fuerzas, para las luchas ahora y en perspectiva.
Es posible seguir reagrupando fuerzas. Se hizo la presentación pública de la incorporación del PTP y el PCR en el MPS de Chubut. Hubo acuerdos en Mar del Plata para trabajar por las listas del FAP. Siguen las conversaciones para acuerdos electorales y de lucha en Salta y en Misiones. Seguir reagrupando fuerzas es una necesidad a la orden del día, si se ven los malos vientos y los aprietes que nos llegan de los centros imperialistas, que tratan de descargar la crisis sobre los países que oprimen, como el nuestro.
Está dando pasos la campaña por la personería del PTP. En Santa Fe, Salta, San Juan, Neuquén y La Pampa se han tomado resoluciones para apretar el paso y llegar con éxito a octubre. Hay experiencias muy positivas, particularmente de afiliación en los centros de concentración obrera. Para “apretar el paso”, son claves acordar iniciativas y controlar su realización. Iniciativas que permitan recorrer las listas de los ya afiliados, organizar con ellos reuniones en los barrios, en casas o locales que los mismos compañeros ofrecen. Hay mucha avidez política. Mucho para conversar en las reuniones, hacer cursillos de educación que reclaman, etc. Todo lo que ayude a que los compañeros se integren como parte de la pelea por el voto a los frentes, la organización de los fiscales y la campaña de afiliación al PTP.
En las provincias que estamos en frentes, cortamos boleta y no votamos a ningún candidato a presidente y vice. Y en las provincias en las que no hay elecciones provinciales, y la ley de internas K proscribió a los candidatos a legisladores nacionales, hacemos campaña política afiliando al PTP e impulsando el voto programático, poniendo en las urnas los puntos básicos del programa de los frentes que impulsamos y los 10 puntos del PCR y el PTP.
