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24 de marzo de 2020

Trump busca su reelección

Crisis, reclamos populares y elecciones en EEUU

En medio de una crisis mundial sin precedentes desatada por la pandemia del coronavirus, el 3 de noviembre se realizarán las elecciones en EEUU.

Donald Trump busca la reelección como candidato del Partido Republicano. Desde que asumió, Trump aplicó una política tendiente a preservar la producción dentro de EEUU, y las ganancias de los monopolios dentro de su territorio. Dictó medidas impositivas a favor de la minoría más rica del país. Persiguió a millones de inmigrantes que viven en ese país, especialmente a los latinos y de otras nacionalidades, y con medidas de tipo fascista, con los que intentan pasar la frontera ilegalmente, empujados por el hambre, con campos de deportados donde separan a los niños de sus padres, llegando a encerrarlos en jaulas. En política exterior lanzó la doctrina “EEUU primero”, que inició una escalada en la guerra comercial con China y tomó acciones como los ataques con misiles en Irak, promovió el golpe militar en Bolivia, amenaza a Venezuela, etc.

La interna demócrata

En la otra vereda electoral, en el Partido Demócrata del ex presidente Barak Obama, se está desarrollando una interna, las “primarias”, para elegir quién será el candidato para enfrentar a Trump en las elecciones. Se realizan votaciones por estados, que eligen delegados para Convención Nacional. Bernie Sanders, un senador representante del “ala izquierda” del partido, que se define a sí mismo como un “socialista democrático”, ganó las primeras votaciones y encendió las luces de alarma en sectores de las clases dominantes, dentro y fuera del Partido Demócrata.

Sanders, que enfrentó a Hillary Clinton hace cuatro años, arrancó con mucha fuerza planteando una agenda muy favorable a los reclamos de los sectores populares más castigados dentro de EEUU: los trabajadores, las capas medias, la juventud, las mujeres y los millones de inmigrantes. Sanders planteó un programa de tipo socialdemócrata, (es decir, no revolucionario), que sin embargo para una potencia como EEUU, con un gobierno fascista como el de Trump, constituye un avance importante para los sectores populares. Una de las principales consignas es “Medicare for All”, es decir, cobertura médica para todos, ya que en EEUU el acceso a la salud es pago, dejando sin cobertura a amplios sectores de la población, como desnudó el drama del coronavirus. Planteó duplicar el salario mínimo a todos los trabajadires, actualmente de 7 dólares la hora, llevándolo a 15, y promover el acceso a la vivienda para millones de ellos.

Una medida fundamental con la que ganó el apoyo de la mayoría de la juventud, es la propuesta de cancelar las deudas bancarias de todos los estudiantes universitarios -la educación superior en EEUU es toda paga y son millones los que deben solicitar créditos para poder financiar los estudios-. La propuesta es sostener esta medida con un impuesto a las acciones financieras en Wall Street.

En política exterior Sanders se opone firmemente al reciente ataque de Trump s Irán, como lo hizo con la invasión a Irak años atrás. También denuncia la política expansionista de Israel en Medio Oriente con apoyo clave de EEUU, y plantea volver al acuerdo contra el Cambio Climático del que se retiró Trump.

Luego de un comienzo “sorprendente” de Sanders (para los medios de comunicación), que empezó ganando la interna con la movilización de la juventud y cientos de miles de aportes recolectados entre las capas medias y trabajadores que sirvieron para desarrollar una campaña de masas, los candidatos que representan a la denominada “ala moderada” del Partido Demócrata (en realidad sectores que expresan fielmente a una parte de las clases dominantes), reaccionaron con preocupación y fueron retirando uno a uno sus candidaturas para encolumnarse todos detrás de Joe Biden, ex vicepresidente de Barak Obama, parte del establishment.

Biden mantiene actualmente una ventaja importante sobre Sanders en cantidad de delegados (1.147 contra 861), y además cuenta con el apoyo de varios millonarios como Bloomberg, ex alcalde de Nueva York, pero todavía tiene grandes dificultades para hacer pie entre los sectores que apoyan firmemente a Sanders y han tomado en sus manos las consignas de la campaña.

Sanders planteó que Trump es “el presidente más peligroso en la historia moderna de EEUU, es un racista, sexista, homofóbico y fanático religioso, y haré todo lo posible para que sea derrotado” y en referencia a Joe Biden señaló que “si el Partido Demócrata quiere ganar las elecciones se necesita el voto de los que representan el futuro del país y hablar de los temas que a ellos les preocupan”.

Aunque es probable que Sanders sea derrotado en las internas, tanto el programa de medidas que planteó, como la movilización para una campaña de masas, expresan un avance para los sectores populares y un hecho político de trascendencia para una potencia mundial como los EEUU.

Hoy N° 1807 24/03/2020