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31 de julio de 2013

Cristina retrocede en Ganancias

El pez por la boca muere

 En su discurso del 25 de julio ante el Consejo del Salario (ver nota en página 6), la presidenta Cristina Kirchner dijo: “También quiero anunciarles, especialmente a los trabajadores, que al igual que en el mes de diciembre pasado, he tomado precisamente la decisión de eliminar la deducción de Ganancias para esta primera cuota del aguinaldo de los trabajadores”.

 En su discurso del 25 de julio ante el Consejo del Salario (ver nota en página 6), la presidenta Cristina Kirchner dijo: “También quiero anunciarles, especialmente a los trabajadores, que al igual que en el mes de diciembre pasado, he tomado precisamente la decisión de eliminar la deducción de Ganancias para esta primera cuota del aguinaldo de los trabajadores”.
La pequeña diferencia con diciembre del año pasado es que había hecho el anuncio antes de que se descontara Ganancias, y ahora lo hace después que se produjo el descuento. ¿Qué había pasado? Que a partir de que se produjo dicho descuento, el reclamo de los trabajadores ganó la calle, con paros generales como los de Camioneros, portuarios, etc., y se dio un repudio generalizado. Es decir que, con la lucha, se ha logrado arrancarle a Cristina la decisión de no computar el medio aguinaldo como Ganancia para “la cantidad de trabajadores que quedan involucrados… el 88 por ciento de los trabajadores, 2.196.384, este es el 88 por ciento de los que cobran (¡sic!) o de los que pagan Ganancias”.
Casi llorando, Cristina arguyó que “significan para el fisco un costo de 2.657 millones de pesos”, cuando el fisco no tiene que poner un peso para esto, sino que es plata que se le descontó a los trabajadores del aguinaldo, hace apenas un mes. Con esto pretende seguir haciendo pasar que al 25%, de los 9.335.684 trabajadores registrados, se les va a seguir haciendo pagar “Ganancias a partir de 8.600 los solteros y 11.563 el casado con 2 hijos”. 
Bueno, y no le faltó repetir “que hoy estamos prácticamente ya en el fifty-fifty [cincuenta y cincuenta] que siempre hemos propugnado”. Se ve que sus propios economistas no se animan a informarle que la proporción que representa la masa salarial en el valor agregado es de apenas 37,6%, cuando con la recuperación desde 2003 había llegado a 39,5% en 2007, una proporción incluso inferior a la de 1993 que fue de un 42,8% (Ver “Las principales causas del proceso inflacionario”, en Política y Teoría, Nº 76, abril-septiembre de 2013).