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31 de julio de 2013

Benetton, el empresario lanero italiano es uno de los grandes terratenientes en la patagonia beneficiados por la política Kirchnerista.

Cristina y la extranjerización de la tierra

UN ACTO PARA NEGARLE TODA IMPORTANCIA

 El miércoles 24 de julio, la presidenta Cristina Fernández volvió a utilizar la cadena nacional con el pretexto de un informe sobre la ley de tierras: “Por eso quise utilizar este instrumento: la cadena nacional”. Pero, como es su costumbre, fueron pocos los minutos que utilizó para el tema, dedicando el mayor tiempo a hablar de los cambios en las Fuerzas Armadas, de la fertilización asistida, de las Cortes que avalaron los golpes de Estado, de Papel Prensa, de becas a estudiantes, de las asignaciones familiares, Aerolíneas Argentinas y ainda mais.
En cuanto al tema concreto de la extranjerización de la tierra, el centro de su discurso fue para negar que exista tal extranjerización. Así muy suelta de cuerpo dijo: “tenemos 267.679.474 hectáreas rurales, el 95,88 por ciento de las tierras en la Argentina son rurales”. Es decir que cuenta como tierras rurales hasta las cumbres nevadas, pues ese porcentaje refiere a la superficie total del país de 279.181.000 hectáreas. Claro que puede decir que no viola la ley pues en su artículo 1º dice que “se entenderá por tierras rurales a todo predio ubicado fuera del ejido urbano, independientemente de su localización o destino”, aunque antes dicho artículo había establecido que esta ley “se aplicará a todas las personas físicas y jurídicas que, por sí o por interpósita persona, posean tierras rurales, sea para usos o producciones agropecuarias, forestales, turísticas u otros usos”.
Así pudo decir que “afortunadamente cuando se terminó de realizar todo el registro tenemos que solamente 15.881.069 hectáreas, esto es el 5,93 por ciento de las tierras rurales argentinas están en manos extranjeras”. Porque, como ella hace las cuentas, todavía le quedarían por extranjerizar ¡24.270.800 millones de hectáreas! (un equivalente a la superficie de todas las tierras rurales de la provincia de Buenos Aires), ya que el 15% del total de la superficie del país que la presidenta considera tierras rurales, sumaría 40.151.900 millones de hectáreas.
Pero si uno toma el total de las tierras con titularidad registradas por el Censo Nacional Agropecuario de 2002, que es el último confiable, se encuentra con que suman 174.808.564 hectáreas, es decir que las casi 16 millones que cuenta como extranjeras representarían un 9,08 por ciento. Esto sin contar otros baches que deja la ley para identificar la propiedad extranjera, como es el caso de las sociedades, en las que se consideran como tales solo cuando los foráneos sean dueños del 51% o más de las mismas.
Como la señora Fernández también utilizó el discurso para referirse a “la tragedia de Malvinas”, no está mal que le recordemos que esas islas, como las Georgias y Sandwich del Sur, también son argentinas en manos extranjeras, y tendría que haberlas incluido en la cuenta. En total son 1.811.800 hectáreas más. Con lo que su “orgullo” sobre el 5,93% queda aún más disminuido, y esto sin contar las 126.819.500 hectáreas del sector antártico argentino, a las que también se ajustaría su definición de tierras rurales –que incluye como dijimos hasta los picos nevados–, hecha para disminuir la proporción de las tierras registradas como tales en manos extranjeras.
Por último decimos que el kirchnerismo insiste en llamar “Ley de Tierras” a lo que se refiere a las que están en manos de extranjeros y sigue ignorando o negando que el problema más importante de la historia, el atraso y la deformación argentina es la propiedad de la tierra en manos de la oligarquía terrateniente que siempre se asoció con los extranjeros para la dependencia argentina del imperialismo de turno. Existe desde hace varios años un proyecto presentado por Federación Agraria Argentina de Ley Agraria que está “cajoneado” en la Cámara de Diputados de la Nación.