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10 de octubre de 2012

Crítica y autocrítica

Hoy 1440

 

 

 
Crítica y autocrítica
“Al luchar contra el subjetivismo, el sectarismo y el estilo de clisé en el Partido, debemos tener presentes dos principios: primero, ‘sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro’, y segundo, ‘tratar la enfermedad para salvar al paciente’. Hay que poner al descubierto, sin tener consideraciones con nadie, todos los errores pasados, y analizar y criticar en forma científica todo lo malo en el pasado, para que en el futuro el trabajo se realice más cuidadosamente y mejor. Eso es lo que quiere decir ‘sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro’. Pero, al denunciar los errores y criticar los defectos, lo hacemos, igual que un médico trata un caso, únicamente para salvar al paciente y no para matarlo. Una persona con apendicitis se salvará si el cirujano le extrae el apéndice.
Si una persona que ha cometido errores no oculta su enfermedad por temor al tratamiento, ni persiste en sus errores hasta hacerse incurable, sino que, honesta y sinceramente, desea curarse y enmendarse, debemos acogerla y curarle la enfermedad para que se convierta en un buen camarada. Jamás podremos lograr éxito si nos dejamos llevar por un impulso momentáneo y lo fustigamos sin mesura. No se puede tratar con imprudencia enfermedades ideológicas o políticas; hay que adoptar el único método adecuado y eficaz: ‘tratar la enfermedad para salvar al paciente’”.
Mao Tsetung: “Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido”. Obras Escogidas, t. III.
“Al luchar contra el subjetivismo, el sectarismo y el estilo de clisé en el Partido, debemos tener presentes dos principios: primero, ‘sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro’, y segundo, ‘tratar la enfermedad para salvar al paciente’. Hay que poner al descubierto, sin tener consideraciones con nadie, todos los errores pasados, y analizar y criticar en forma científica todo lo malo en el pasado, para que en el futuro el trabajo se realice más cuidadosamente y mejor. Eso es lo que quiere decir ‘sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro’. Pero, al denunciar los errores y criticar los defectos, lo hacemos, igual que un médico trata un caso, únicamente para salvar al paciente y no para matarlo. Una persona con apendicitis se salvará si el cirujano le extrae el apéndice.
Si una persona que ha cometido errores no oculta su enfermedad por temor al tratamiento, ni persiste en sus errores hasta hacerse incurable, sino que, honesta y sinceramente, desea curarse y enmendarse, debemos acogerla y curarle la enfermedad para que se convierta en un buen camarada. Jamás podremos lograr éxito si nos dejamos llevar por un impulso momentáneo y lo fustigamos sin mesura. No se puede tratar con imprudencia enfermedades ideológicas o políticas; hay que adoptar el único método adecuado y eficaz: ‘tratar la enfermedad para salvar al paciente’”.
 
Mao Tsetung: “Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido”. Obras Escogidas, t. III.