Los profesionales que acompañaron a los padres de Cromañón fueron Alfredo Grande, director Honorario de Atico; Ana Quiroga, directora de la Escuela de Psicología Social Enrique Pichon Rivière; María Casariego, miembro de la Asociación Argentina de Psicología y de la Escuela de Psicoterapia para Graduados; y Diana Kordon, directora del Equipo Argentino de Investigaciones Psicosociales.
Juntos denunciaron la falta de reacción de la Justicia y las consecuencias que esta falta de justicia produce en los deudos. Coincidieron en que: "La pérdida de un hijo es uno de los duelos que está en el límite de lo elaborable. Es un sentimiento que muchas veces no tiene la posibilidad de ser expresado con palabras. La culpabilidad del victimario se diluye en la culpa de la víctima.
"La impunidad es el crimen que se repite en la eternidad de los tiempos. La impunidad mata, no sólo en la dictadura que sufrió la Argentina en épocas pasadas, sino en la democracia actual, así como sucedió con Cromañón, Kheyvis, Lapa, Amia, Embajada de Israel, Ycuá Bolaños, Atocha. Y esa impunidad se refleja en el cuerpo de distintas maneras.
"Sobrevivir a un hijo es uno de los traumas más difíciles de resolver para el ser humano, es una mezcla de terrible pena por la pérdida y culpa por seguir viviendo. Produce un esquema psíquico que desemboca en cualquier tipo de descompensación psíquica y a menudo en sintomatologías físicas o psicosomáticas de extrema gravedad que pueden llegar a la muerte.
"La militancia por la justicia que la mayoría de los familiares de Cromañón, adoptaron como forma de resistencia contra la impunidad, no siempre ha sido resguardada. La sociedad prevé la reparación simbólica a través de la Justicia, la ausencia de esta respuesta institucional y la sensación de encubrimiento de los responsables, producen una situación de desamparo, en muchos casos mortal. En la masacre de Cromañón no es exagerado señalar que la ambición económica, la desidia y la corrupción matan".
El estrés postraumático ha empezado a cobrarse vidas. Las sillas vacías han comenzado a transformarse en casas vacías. La primera de ellas, es la casa de la familia Mansilla. Jorge fallecido en Cromañón; Mirta, su madre en el 2005; Mario, su padre, recientemente fallecido,
"La justicia ausente"
Por eso la importancia de denunciar estas consecuencias en la salud de familiares y sobrevivientes ante la falta de una respuesta de la Justicia al comienzo del juicio oral.
Las actuaciones judiciales necesarias para comenzar el debate ya finalizaron, por lo cual se podría empezar el juicio oral y público en 3 semanas si hubiera un lugar. Pero quienes tienen la responsabilidad de designarlo no se ocupan de hacerlo (integrantes del Consejo de la Magistratura) y transfieren esta responsabilidad a los propios familiares.
Lo irónico de esta falta de respuesta es ver que, "mientras a la extensa lista de 194 víctimas del 30 de diciembre de 2004 se han agregado 2 sobrevivientes, 6 madres, 2 padres, más de 30 abuelos en los 39 meses ya transcurridos, la cifra de detenidos por este hecho es 0".