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19 de enero de 2021

Confirmaron que Camila Peñalva fue víctima de femicidio en Jujuy

Cronología de todas las muertes de Camila

El 5 de marzo de 2020, en Huacalera, Camila Peñalva fue encontrada muerta. El informe pericial, que descartaba el femicidio, no convenció a Matilde Peñalva, mamá de Camila, quien siguió la pelea para evitar la impunidad y hoy el femicida está preso.

A fin de 2020, quien era ex pareja de Camila Peñalva –Roberto Quipildor- fue detenido, acusado por homicidio triplemente agravado: por el vínculo, por uso de veneno y por violencia de género (femicidio). A pesar de la existencia de la Ley 27.372 de Protección de Derechos y Garantías de las víctimas, de orden público,  que garantiza entre otros derechos la información verbal de la situación del imputado a víctimas –incluyendo a familiares  de víctimas de homicidio- recién el 18 de enero la mamá de Camila se entera mediante una cédula que me fuera notificada en forma digital, de la imputación y luego de la detención del acusado por parte del Fiscal Alancay, habilitado en la feria judicial.

Hoy la preocupación de Matilde es aportar en la producción de todas las pruebas que garanticen la condena a prisión perpetua de Quipildor, pero empezamos con una medida, el examen mental obligatorio al acusado, a cargo del mismo perito Alba, a quien denunciamos por falsear su informe de autopsia, y quien se guardó cientos de fotos que recién fueron aportadas al expediente el 23 de diciembre de 2020.

Antes de conocer el 18 de enero la noticia por la que tanto peleó la mamá de Camila,  y a quien tantas acompañamos, cité a Matilde Peñalva, mamá de Camila,  en mi estudio. Lo que debía decirle iba a ser más difícil en forma telefónica. Tenía que transmitirle mi conversación con nuestro perito de parte, respecto de lo que había acontecido en la Junta Médica citada por la Fiscalía el 23 de diciembre de 2020.

 

Primera muerte. El 5 de de marzo de 2020, la muerte de Camila en Huacalera, se anunció en los medios como un nuevo femicidio en Jujuy. Poco después, la autopsia realizada por el perito Alba arrojó como resultado que murió por una broncoaspiración por ebriedad. Esta “prueba científica” descartaba el femicidio. Las dudas de Matilde nunca se fueron: no consideraba posible la ebriedad, sabía que su ex pareja, Quipildor, había estado en la casa antes de su muerte o en forma simultánea y que había antecedentes de violencia de género. Las dudas motivaron contactarnos con el perito de parte.

 

Segunda muerte. El perito de parte pudo acceder a todas las fotos e informes que estaban en el expediente. Las fotos de la autopsia eran escasas, el registro exiguo, y todo lo que constaba en el expediente indicaba que Camila no se había broncoaspirado, y que no había existido ebriedad. Marcas en el cuello y en algunos órganos indicaban que Camila había muerto por asfixia provocada por lo que podía ser un ahorcamiento. Todavía recuerdo cuando le dije eso a Matilde, esa vez sí por teléfono: “Fue femicidio, era como vos pensabas, me acaba de confirmar el doctor”. Recuerdo el llanto de Matilde del otro lado, se trataba de un informe científico que confirmaba sus sospechas. Algunas medidas en curso después de presentar nuestro informe nos generaba expectativas en que se resuelva la detención de Quipildor, habíamos pedido ello y su imputación por femicidio. Pero se decidió previo a ello ordenar una junta médica, con tres profesionales médicxs y los peritos de oficio y de parte. Eso motivó que realizáramos una conferencia de prensa donde dábamos a conocer a la comunidad el giro de la causa.

 

Tercera muerte. La Junta Médica se desarrolló con una concentración de mujeres en la calle convocada por la Multisectorial de Mujeres y Disidencias de Jujuy. El perito de oficio Alba llegó con un cd con unas cientos de fotos de la autopsia que NUNCA había aportado al expediente. Ocultó esa prueba en forma deliberada. Allí se confirmó que Camila no se había broncoaspirado, pero el surco del cuello se debía conforme las fotos aportadas por Alba al movimiento del cuerpo realizado antes de realizar la autopsia. Un informe había llegado el día anterior, indicaba que Camila tenía rastros de un plaguicida, que solo se consigue mediante registro conforme normativa vigente en materia agraria. Plaguicida que se usa en las fincas, como la de la familia de Quipildor. Ni un suicidio ni un accidente fueron posibles. Con las nuevas fotos que Alba había ocultado, con ese informe que llegó sorpresivamente antes de la Junta Médica, se pudo llegar a la conclusión de la Junta Médica en la que se determinó que la asfixia de Camila se produjo por envenenamiento.

¿Cómo decirle eso a la mamá de Camila? Sé que se trataba para esa mamá de una tercera noticia de muerte. Como si se pudiera morir tres veces, y hacer el duelo esas mismas veces. El llanto de Matilde sobre mi escritorio es el resumen de una tragedia con demasiadas escalas, sin paz, con un dolor renovado con cada anoticiamiento, que recién hoy, con QUIPILDOR detenido, “acomoda” las penas.

La desidia en la causa de Camila, que motivó una denuncia contra el perito Alba por consignar falsedades en su informe de autopsia, y anuncia la ampliación de esa denuncia por omitir presentar las fotos que se quedó en su poder y que recién presentó en el expediente en el acto de la Junta Médica el 23 de diciembre, no solo genera una profunda sospecha sobre la investigación de la muerte de Camila,  sino sobre el resto de muertes de mujeres en supuestas similares circunstancias.

“Otra joven, no sé si recuerda, también dijeron que se había broncoaspirado por ebriedad, su familia no hizo nada después”, me explicó Matilde. Hubo varios casos así y “siempre esa era la causa de muerte”. En Jujuy, al índice más alto de femicidios del país por cantidad de habitantes, hay que volver a revisarlo. Necesitamos pasar revista a las muertes de mujeres, las causas que se determinaron para ellas, porque en nuestra provincia, la “verdad” está cuestionada. Y si llegar a ella implica contratar peritos, investigar al margen del Estado, enfrentarse a lo que se “resuelve” por parte del Ministerio Público de la Acusación, estamos ante una profunda impunidad, desigualdad, y legitimación y complicidad estatal respecto de los crímenes de género. Hay un movimiento de mujeres, cada vez más amplio, que está de pie. Esa es la única garantía de justicia con la que contamos; somos conscientes de ello.

 

 Escribe Mariana Vargas, abogada de Matilde Peñalva

Ver nota: https://pcr.org.ar/nota/un-crimen-de-genero-que-quisieron-impune/