Rojas está acusado de abuso sexual con penetración. Pero es un docente muy conocido en La Esperanza y San Pedro de Jujuy. La víctima es una adolescente de 15 años que hoy está embarazada de él, y que lo conoció vendiendo gaseosas en la cancha de fútbol. El informe psicológico de la menor da cuenta de los síntomas del abuso sexual padecido, y de sus reacciones inmóviles ante las situaciones de peligro.
Aramayo está acusado de abuso sexual con penetración. Pero es un médico cirujano muy conocido y con un nivel adquisitivo muy elevado. La falta de mérito apresurada del juez Argentino Juarez fue revocada por la Cámara de Apelaciones en lo Penal. Los informes psicológicos de la víctima, de 18 años de edad, dan cuenta también de los traumas y síntomas producto de la violencia sexual de la que fue víctima. Los exámenes de ADN dan cuenta de que en la boca de ella había un ADN de origen masculino, aunque no alcanzó lo encontrado para precisar si ese ADN es de Aramayo, quien la obligó a hacerle sexo oral mientras le sacaba los puntos de la operación de vesícula que le había efectuado en el Hospital público Guillermo Patersson.
Las dos adolescentes, según los informes del equipo interdisciplinario del Juzgado de Menores de San Pedro de Jujuy, necesitan atención psicológica en razón de su estado anímico actual por las consecuencias de lo padecido.
Los dos acusados de abuso sexual están libres en procesos bajo la órbita del juez Samman. Y no porque la figura de abuso sexual con penetración sea excarcelable, sino porque el estatus social de los dos definió que no se puede tener detenidos a estas dos personas, cuando el resto, en iguales circunstancias, sí lo está; mientras, se define la situación del sumario judicial y en razón de normas del código procesal penal provincial que impide la excarcelación para ese delito.
Más allá de que predomine la impunidad en los delitos sexuales contra las mujeres, en ese pequeño lapso en el que se define la suerte respecto de las pruebas obrantes en el expediente (y se define si se los sobresee o se los procesa), todos están detenidos. Menos ellos.
El 10 de diciembre las mujeres de la Casa de la Mujer María Conti, mientras reclamaban la destitución del juez Argentino Juarez juntando firmas por haber liberado a violadores confesos (no excarcelándolos, sino definiendo la suerte del sumario en forma favorable a ellos), sostenían unos carteles que exigían con nombre y apellido la cárcel de estos y otros violadores.
Las desigualdades no solo se expresan en el trato a hombres y mujeres o en relación a si se denuncia un abuso sexual o un robo, sino también en razón de ser la víctima o el victimario pobre o de capa media/alta.
Otra muestra de impunidad exacerbada.
