El gobierno macrista tenía previsto realizar la primera semana de abril la gira (“road show”), por las principales plazas financieras de Estados Unidos y Europa, para colocar los bonos destinados a obtener los dólares para pagarle a los holdouts. El equipo del secretario de Finanzas Luis Caputo (ex Deutsche y JP Morgan) iría acompañado por representantes de los siete bancos imperialistas designados como agentes colocadores de los bonos que se emitirán a 5, 10 y 30 años.
Los agentes colocadores de los bonos son los mismos que intermediaron la línea de préstamo al Banco Central a principios de año (REPO) por US$5.000 millones. Es decir: JP Morgan, HSBC, Santander, Deutsche, BBVA, Citi y UBS (el banco suizo vinculado en su momento a negociaciones turbias con Latam Securities, de Diego Marynberg, el amigo y consejero de Axel Kicillof). A todos ellos se les hace agua la boca esperando que la tasa de los nuevos bonos se ubique entre el 8 y el 8,5%, cuando en sus países de origen los bonos no pagan más del 1% si no tienen tasas negativas, como en Alemania o en Suiza. Y es el doble de las tasas de interés pagadas en las últimas emisiones de países dependientes de la región, como Honduras, Jamaica, Bolivia y Paraguay.
La usura para los bancos imperialistas (el “costo financiero”) de esta colocación de bonos argentinos surge del apuro y la magnitud del volumen de 12.000 millones de dólares, la mayor de un país dependiente en 20 años (después de la de México en 1996). Aunque se puede demorar por la cautelar aceptada por la Corte de Apelaciones de Nueva York sobre la indicación del juez Griesa, pendiente hasta el 13 de abril, cuando el pago en efectivo a los bonistas litigantes (los buitres) según esta indicación, fue acordado por el gobierno macrista hasta el 14 de abril, al mediodía, hora de Nueva York, y los dólares tendrían que haberse juntado antes con la venta de los bonos. Ahora, los funcionarios macristas “confían” que sean los buitres del juicio Griesa los que pidan postergar la fecha del vencimiento del acuerdo: ¡no pueden arruinarles el negocio a los buitres mayores!
Otros beneficiados
“El gobierno de Mauricio Macri acordó con los fondos buitre que como condición previa al cobro de sus acreencias deberán cerrar todos los juicios que iniciaron alrededor del mundo contra la Argentina. Y, entre ellos, los que abrieron en Estados Unidos y las islas Seychelles para investigar a la familia Kirchner, a Lázaro Báez y a Cristóbal López. Así surge del preacuerdo que ambas partes firmaron durante la negociación”, según señala el diario La Nación, del domingo 27 de marzo.
El argumento de los voceros del ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, es que es imposible que en una negociación de este tipo digas “levantá todos los juicios, pero mantené (abierto) éste”. Algo semejante a lo que argumentaron para no investigar, suspendiendo el pago de los contratos de dólares a futuro heredados del kirchnerismo –que el macrismo nos viene haciendo pagar a los argentinos con mayor inflación–, pues en este negociado también participan las grandes cerealeras y bancos imperialistas de los que depende el gobierno de Macri. Por ahora sólo está el juicio a los ex funcionarios responsables: Alejandro Vanoli, Axel Kicillof y la propia Cristina Fernández, citados a indagatoria para el 13 de abril, por el juez Claudio Bonadío. La preocupación de Macri y su operador Angelici no sería por ellos, sino por los que están del otro lado del mostrador y su propio gobierno, que sigue haciéndonos pagar todos los meses –la mayoría de esos contratos vencen en marzo y abril– sin esperar siquiera el resultado de esta investigación.