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03 de julio de 2019

Néstor Oliveri

Cuatro años sin el “Doctor Chino”

Reproducimos una publicación del Facebook de Ariel Oliveri, hijo del “Doctor Chino”, al cumplirse cuatro años de su fallecimiento, el 24 de junio.

Me sorprendió una foto temprano. Hace unos días pensaba que hoy se cumplían cuatro años, pero hoy no me acordé al levantarme. No pensaba publicar nada, ya que con los compañeros de la Salita decidimos conmemorar el 5 de agosto, que es el día del nacimiento. Pero me llegan mensajes y aparecen fotos desde muchos lugares.
Te saludan los pobres.
Te saludan los pacientes y tus compañeros de la salita.
Te saludan los pibes adictos en recuperación con los que charlabas y te enojabas cuando patinaban.
Te saludan los de la comunidad paraguaya que siempre me dicen que no te olvidan porque los atendías como si fuesen “argentinos”.
Te saludan los agentes de salud que hicieron algunos de los cursos que dictaron (y dictan) durante 25 años.
Te saludan los desocupados de la escuela amarilla.
Te saludan tus compañeros desde distintos puntos de país.
Te saludan los desdentados. Los más humildes. Los que no podían creer que fueras a sus casas a verlos cuando no tenían ni fuerzas ni un mango para llegar ellos y compartías un guiso con ellos siendo “dotor”.
Te saludan las mujeres que venían a pedir ayuda cuando en las casas la mano venía dura.
Te saludan los que en la dictadura se la bancaron en el país con vos, los que pusieron el cuerpo, los que sin un mango resistieron.
Te saludan los que a veces en los ranchos tomaban de más y se animaban a contarte para ver como hacían para no repetir.
Te saludan los del comedor de la Salita que siempre cuentan que los domingos a las 8 de la mañana ibas al Mercado Central a conseguir carne barata o pollo en cajones, y cuando no había un peso por lo menos traías unos huesos para los guisos.
Te saludamos tus hijos, orgullosos de que nunca te importó un carajo la guita, que nunca pensaste en lo individual a pesar de no tener nunca un mango, que pudiendo tener posibilidades de estar “mejor” económicamente siempre pensaste en lo colectivo.
Te saludamos todos. Con los ojos rojos, con el pecho inflado, con el orgullo de haberte tenido, con la tristeza de extrañarte, pero también con los puños apretados y con la fuerza de no abandonar nunca los legados que dejaste.

Hoy N° 1773 03/07/2019