En los últimos días de noviembre pasado, el ejercicio “Bastión 2009” transformó a Cuba en un gran teatro de operaciones militares.
Con la participación de centenares de miles de ciudadanos (entre militares, milicianos y reservistas), cientos de tanques, artillería, barcos y aviones, fueron las maniobras más grandes en los últimos cinco años: habrían involucrado un total de 4 millones de personas.
El gobierno de Raúl Castro explicó que la confrontación entre Cuba y el imperio persiste, y que por lo tanto es preciso prepararse para una eventual invasión yanqui.
Este es el quinto ejercicio militar “Bastión” en los 30 años que van desde 1980. Los 3 primeros se llevaron a cabo en 1980, 1983 y 1986, bajo la presidencia norteamericana de Ronald Reagan, y la cuarta en 2004, durante la de Bush hijo.
Ahora está Obama, que a diferencia de los anteriores proviene del partido Demócrata y dijo que disminuiría la “tensión” con Cuba, pero el gobierno cubano considera que la confrontación perdura y podría experimentar cambios bruscos.
Según el diario español El País, las hipótesis de guerra anteriores partían de la eventualidad de una invasión yanqui.
En cambio la reciente partió de una situación de “tiempos de paz”, pero suponiendo un “aumento de la actividad subversiva del enemigo encaminada a provocar desorden social e ingobernabilidad, aprovechando para ello la situación creada por la crisis financiera y económica mundial”. Es decir, provocar disturbios internos para justificar una intervención militar.
Frente a ello, la dirigencia cubana prevé implementar una estrategia de “guerra de todo el pueblo”.
02 de octubre de 2010