Orellano, quien acaba de publicar el libro Argentina sangra por las barrancas del Río Paraná, arranca el reportaje planteando que se ha abierto una discusión a raíz del Decreto 949 de la Hidrovía. ¿Quiénes pelean por el control de la Cuenca del Plata y qué intereses tienen? Hay una serie de vencimientos en lo que hace a patrimonios del Estado de los años 90, todo lo que se entregó con el menemismo, es lo que se ha puesto en discusión. El caso de la Hidrovía es un caso testigo. Por eso decimos que estamos frente a un momento histórico de debate por la recuperación de nuestra soberanía. Sin embargo, no hay que concebirlo como un tema de Hidrovía sino como de la Cuenca del Plata, que es una unidad territorial, hídrica, pero también hay yacimientos de mineral de hierro, la reserva minera de hierro más importante del mundo.
Del otro lado, ¿quiénes están cocinando la continuidad de la licitación? La Cámara de exportadores, Zubizarreta -que es de Dreyfus, y además es el presidente de la Cámara de Puertos Privados y Comerciales de la Argentina-, Idigoras que preside la Cámara de Aceites, y Alberto Paduán expresidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, quien fue presidente de Vicentín, partícipe de la estafa de 2.000 millones de dólares al Estado Nacional y a los productores, y que está asociado a una empresa que es la Glencore (de origen suizo, pero sobre todo, inglesa), Techint y Macri.
Fue una medida importante de Alberto Fernández anular ese proceso. Además, hace dos anuncios que para nosotros son importantes: la Creación del Consejo de la Hidrovía y la Creación de Hidrovía Sociedad del Estado. Es importante porque era una consulta de una reivindicación histórica de la provincia de Santa Fe, en cuanto a lo federativo, porque de los 1.238 kilómetros que vienen a licitar, 842 corresponden a la provincia de Santa Fe. Todas las provincias ribereñas son parte de este consejo consultivo junto con el gobierno nacional a través del Ministerio de Transporte.
Una medida muy importante, que tenía significación en la medida de que se anulaba la licitación y pasábamos a tener este anuncio de Hidrovía Sociedad del Estado para el control, la administración, en camino de un proceso de capitalización de empezar a hacer los dragados menores, de recuperar -después de un proceso de 25 años de regalar- la soberanía del río Paraná. Eso es lo que anula precisamente el Decreto, como pasó con Vicentín. El gobierno primero lo anuncia y después retrocede.
Hay que tener en cuenta que las empresas que participan de esta disputa, controlan todo: el comercio, la banca, la moneda, y se ha convertido en uno de los centros de gravedad de la dependencia argentina. Es un embudo, porque en esta cuenca entran 5 mil buques, de los cuales, 2.635 vienen a la ciudad de Rosario. Y lo que este grupo de tipos quiere controlar es la autopista del saqueo de América del Sur. Eso es lo que está en cuestión. En la hidrovía circularon 127 millones de toneladas de carga y se comercializaron 14 millones de toneladas de hierro, y hay un interés particular de Techint.
Además no es solo salida, sino que nos inundan con productos industriales que implican millones y millones de puestos de trabajo. Se habla de lo que se va, pero no se habla de lo que viene: durmientes para el Belgrano Cargas, los rieles chinos que llegan desde Polonia, insumos para el agro, fertilizantes, herbicidas, bienes de capital, piezas para la industria que está vinculada al agro. Nos destruyen la producción nacional y al mismo tiempo se llevan nuestros recursos. Once provincias, una alfombra verde, dos millones de camiones que vienen, 250 mil vagones, y eso se convierte en 5 mil buques, y en el medio están los puertos 31, que en su mayoría son extranjeros. De los cuales 21 producen aceite y subproductos.
Además, tenemos que ser conscientes de que dos tercios de nuestra soberanía es agua, que tenemos una plataforma continental de 3 mil millones de kilómetros antárticos en la que hay un interés particular. Con nuestro litoral marítimo, otros 5 millones, y los 3 millones 170 mil que hace a Cuenca del Plata como unidad territorial, productiva: el 50% está en manos del latifundio, de los grandes terratenientes -una clase continental, hegemónica como factor interno. Y en donde se asienta lo fundamental de toda la industria.
Después está el río que es único, de cualidades únicas, 17 millones de kilómetros de afluente, uno de los reservorios más importantes del mundo de agua dulce, donde fluyen los manantiales de riqueza. Nunca se produjo tanto trigo, maíz, carne, leche, mineral, hierro, pero por otro lado nos queda una Argentina tremendamente injusta.
El puerto de Montevideo como parte del saqueo
En el mecanismo de robo juega un papel fundamental el puerto de Montevideo. Se trata de un puerto estatal pero que está concesionado a empresas privadas y actúa como zona franca –un mecanismo de lavado de todo lo que se roba la plataforma nuestra plataforma marítima y toda la hidrovía, además de evadir impuestos-, a todo eso se le presta logística y servicios.
Desde la creación del Virreinato del Río de la Plata hasta ahora, actúa como zona franca, que funciona como un estado dentro de otro estado, donde toda la mercadería entra sin explicar su origen. Es un mecanismo de lavado, además de otros como la triangulación, precios de transferencia, la facturación y subfacturación, con las autodeclaraciones juradas que es el único mecanismo de control que tiene el Estado argentino. Por eso la Hidrovía es un tema de defensa, es un tema geopolítico en un mundo donde tienden a crecer los factores de guerra, y entonces el interés por esta Cueca del Plata y el mar Argentino se ha multiplicado de una manera tremenda.
Entendemos que hay un reparto del negocio, en el marco de una aguda disputa en la que los ingleses y los holandeses se quieren quedar con la hidrovía. Estamos frente a una oportunidad, hay un vencimiento, es decir que no se alquile más. Nosotros entendemos que después de la deuda externa, el otro tema de importancia es la Cuenca del Plata y dentro de eso la Hidrovía. Tenemos la oportunidad de recuperar el patrimonio y la soberanía, como lo hizo el general Perón después de la década infame, y sobre esa base se pudo construir felicidad para millones de argentinos. Tenemos una misión histórica de recuperar esa soberanía para construir esa felicidad que necesita el pueblo argentino más que nunca hoy en el marco de la pandemia.
Hoy N° 1854 03/03/2021
