Nada ha cambiado en la mala relación del gobierno con la Iglesia y las Fuerzas Armadas. Ya se vio, frente al paro agrario, que el gobierno no confía en la Gendarmería, cuya base es, en gran medida, de correntinos, entrerrianos y norteños. Y menos confía en las fuerzas militares, de las que se dice que, en caso de ser convocadas, actuarían como el general Alais en "las Pascuas" de Alfonsín, que salió de Entre Ríos y la caravana "caminaba hacia atrás".
Aunque las opciones de las que se habla son "cívicas", sectores militares "liberales" se muestran muy activos, como el general Reimúndez, "El dragoncito", con buenos contactos en Estados Unidos por haber sido varios años agregado militar en ese país. Su padre, también general, fue designado "controlador" de la CGT por el general Lonardi, jefe del golpe de Estado reaccionario contra Perón en el ’55. No venía "del palo yanqui", era llamado "el dragón verde" por ser la cabeza de la logia de ese nombre, con estrechas relaciones con el frigerismo.
02 de octubre de 2010