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19 de febrero de 2013

Los embates de la gigantesca y prolongada crisis económica internacional, capitalista-imperialista, surgida en el 2007 en los EEUU y que tiene hoy como epicentro Europa, en el 2012 se han sentido fuertemente en la región y en el país.

De la editorial del periódico La Verdad del PCR de Uruguay de enero de 2013

De la editorial del periódico La Verdad del PCR de Uruguay de enero de 2013

Esto se ha manifestado fundamentalmente en:1) la caída importante del crecimiento económico del país de cifras promedio del 7% al 4%, 2) en la triplicación del déficit fiscal del 0,9 del 2011 al 2,8%, que de seguro va a aumentar la deuda externa, 3) en la inflación, que refleja la cada vez mayor concentración monopólica, en la industria frigorífica, supermercados etc., que anduvo por el 9% anualizada a noviembre y que bajó el gobierno artificial y descaradamente, al 7,48%, para estafar nuevamente a los trabajadores y jubilados, con las maniobras conocidas, el acuerdo con los supermercados y la rebaja circunstancial de UTE en diciembre. Esto se revirtió inmediatamente en enero de este año, y se refleja en una inflación de 1,9% en el mes. ¡Caraduras!
El IPC viene retocado hace rato, no se hace en base a los míseros salarios que ganan la mayoría de los trabajadores y se ponderan mal los gastos, pero esto ya no le alcanza al gobierno oportunista del FA, para hacerle pagar al pueblo el costo de la crisis. 4) A pesar del crecimiento, han caído en forma importante las horas trabajadas y hay sectores productivos claramente afectados. 5) Clara caída de la temporada turística, principalmente por los efectos de la crisis en la Argentina y el atraso cambiario del gobierno de Mujica, lo que ya ha afectado fuertemente a miles de trabajadores y pequeños y medianos comerciantes.
Ante esta realidad este gobierno continuista y proimperialista, que con la complicidad de la mayoría de la dirección del Pit-Cnt, integrada principalmente por socialdemócratas variopintos y los revisionistas del PCU, viene topeando –aunque lo niega– los aumentos en los Consejos de Salarios, y que mantiene una política tributaria regresiva, con un IVA muy alto y un IRPF, que grava muy poco al capital y fuertemente a los trabajadores, si no se lo para con la lucha masiva y combativa va querer descargar más aún el costo de la crisis sobre los trabajadores y el pueblo.
Por eso hay que preparar lo más posible la lucha hacia los próximos consejos de salarios y por la rendición de cuentas, fortalecer el trabajo de las agrupaciones clasistas y comenzar desde ya la propaganda y la movilización.
El año pasado, como lo hemos denunciado permanentemente desde estas páginas, los dirigentes oportunistas impidieron la unificación de las luchas, lo pudieron hacer, hay que impedírselo este año, pues son mayores los efectos de la crisis sobre los trabajadores y también vienen aumentado las contradicciones internas en el gobierno por la proximidad de las elecciones nacionales del 2014. El Censo Agropecuario 2011 conocido tardíamente el pasado año, refleja claramente el resultado de una verdadera contrarreforma agraria en nuestro país, basada en el desarrollo de los monocultivos de la soja -hoy con 1.200.000 has-, y el de la forestación con 1.000.000, de la que son responsables fundamentales los dos gobiernos del Frente Amplio.
La acelerada concentración y extranjerización de la tierra ha expulsado a más de 12.000 pequeños campesinos y productores en la década, muchos de ellos del sector hortícola-frutícola, lo que también ha incidido fuertemente en los aumentos de los precios de frutas y verduras, 58% sólo en el 2012. Esto se da principalmente a partir del 2005, primer año de gobierno de Tabaré Vázquez y cuando el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca era el hoy presidente Mujica.
Este gobierno entreguista sin duda quiere agravar más esta situación, lo manifiestan claramente el ministro Aguerre, que no quiere paisanos que ganen poca renta en el campo, y el infame proyecto de Aratirí, de megaminería a cielo abierto, que ya está expulsando a pequeños y medianos productores del centro-este del país, pero que ha encontrado también una firme resistencia de esos sectores populares, a los que la clase obrera no debe dejar solos.
¡Por un año de grandes luchas obreras y populares, donde se fortalezcan las agrupaciones clasistas y combativas, la Asamblea Popular y la coordinación por la Unidad Popular!