Noticias

02 de octubre de 2010

¿De qué Estado hablamos?

Hoy 1279 / Sobre algunas apreciaciones de Pino Solanas

Refiriéndose al debate entre el gobierno kirchnerista y la Mesa de Enlace, el diputado nacional electo por Proyecto Sur Fernando “Pino” Solanas, desde España, donde se encontraba dictando un seminario sobre cine, sostuvo: “El productor debe preguntarse quién es el ‘devorador fiscal’: si el Estado o las multinacionales exportadoras que los estafaron”. ¡Como si el Estado fuera un ente abstracto por fuera de las clases y, en nuestro caso, no fuera un Estado oligárquico-imperialista, del que “las multinacionales exportadoras” son parte constitutiva!
En esa línea, Solanas pidió “no confundir un recurso necesario con malas políticas del gobierno”, cuando las políticas del gobierno kirchnerista son malas precisamente por ser las políticas de un administrador del Estado oligárquico-imperialista.
Desde la antigua Grecia el campesino tiene tres enemigos, tres cuervos que viven de él: el terrateniente, el usurero y el Estado. A lo que en esta etapa del capitalismo tenemos que agregar los monopolios imperialistas, precisamente a los que se refiere Solanas como “las multinacionales exportadoras como Cargill o Bunge que estafaron al fisco y a los productores por 1.800 millones de dólares el último año y que se llevan todos los años un tercio de la renta agraria”.
En su defensa en abstracto del Estado, Solanas afirma que “la presión impositiva en Argentina según la propia OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) es menor en más de 10 puntos a la que existe en países desarrollados, por eso, no se trata de bajar esta presión que puede provocar un peligroso desfinanciamiento del Estado, sino de ver cómo se traducen esos ingresos en políticas reales y efectivas para mejorar la producción agropecuaria, para sacar de la emergencia a los 220.000 productores en crisis que no exportan y para reconstruir la infraestructura de transportes que abarate sus costos. No puede haber un solo productor que no exija la vuelta del ferrocarril”.
Estamos de acuerdo en esto último con Solanas, pero no en defender la actual presión impositiva, que en promedio puede resultar más baja que en los “países desarrollados”, porque aquí el problema es la tremenda inequidad impositiva. Si la presión impositiva en Argentina es más baja para la OCDE, no es porque sea más baja para los productores agropecuarios o para el pueblo (el 21% del IVA es uno de los más altos del mundo), sino por lo que no pagan precisamente los grandes terratenientes, usureros y monopolios imperialistas, que manejan el Estado. Cuanto menos se puede considerar ingenuo pedirle a este Estado oligárquico-imperialista y a quienes son sus administradores, “la traza de un serio Plan Agropecuario Nacional que dé respuesta a todas las regiones, asegure la diversificación agraria y la soberanía alimentaria; con juntas nacionales por producto, la implementación de medidas para restringir la concentración y extranjerización de la tierra y la puesta en marcha de obras hídricas en zonas de creciente sequía”.
Esto no se va a conseguir con un gobierno como el kirchnerista, al servicio del Estado oligárquico imperialista, sino luchando por un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático en el camino de una revolución que destruya este Estado e imponga un Estado que sea verdaderamente del pueblo. Sólo de esta manera es posible “poner en función una política efectiva hacia el agro que haga viables las producciones de trigo, maíz, carne, leche, con el objetivo de terminar con la sojización del país y liberar a los productores de quienes concentran la comercialización de sus productos y los insumos que necesitan para producir”.