Durante cerca de dos horas, periodistas y especialistas en el tema expusieron distintos aspectos de la situación de los medios en nuestro país, y se produjo un intercambio de opiniones con el público. Coordinó la actividad Osvaldo Tcherkaski (periodista, miembro de Plataforma 2012), y fueron panelistas Martín Becerra (especialista en medios de comunicación, investigador del Conicet), Gabriel Levinas (periodista, director de Plazademayo.com, miembro de Plataforma 2012), Eduardo Anguita (periodista, escritor, director de “Miradas al Sur”), y María O’ Donnell (periodista, Lic. en Cs. Políticas, Radio Continental).
En una concurrida Sala C del Centro Cultural San Martín de la ciudad de Buenos Aires, Martín Becerrra abrió las exposiciones refiriéndose a las políticas de comunicación. Marcó un antes y un después en el 2008, ya que antes el gobierno de Néstor Kirchner, con las prolongaciones de licencias en 2005 y la autorización de la fusión de Multicanal y Cablevisión, expresó la continuidad con la década del 90. Luego viene el impulso a la Ley de Medios, aprobada en el 2009, de la que Becerra destacó aspectos positivos en su texto, en particular que establece que el 33% de las licencias debe ser para organizaciones sin fines de lucro. Advirtió que “la letra de la ley se aplica escasamente”, detallando que la estructura de la propiedad se mantiene, que los medios están más concentrados que en el 2009, que el flujo de recursos estatales “está lejos de ser transparente”, y reclamó su regulación.
Gabriel Levinas centró su exposición en el tema del acceso a la información, planteando que es una de las dos patas de la libertad de prensa, junto a poder decir lo que se quiera. Detalló cómo se regula el acceso a la información hoy, a partir de un decreto de Néstor Kirchner, y cómo el organismo que rige esto, a partir de ser dirigido por el “Cuervo” Larroque, obstruye sistemáticamente el acceso a la información de las actividades del gobierno, o la falsea. Además del caso conocido del Indec, Levinas mencionó cómo se construye la estadística de planes de vivienda, incluyendo las “soluciones habitacionales”, como si fueran casas. Denunció además la persecución a periodistas en Catamarca y en Formosa.
Eduardo Anguita, el expositor claramente oficialista dentro del panel, realizó una defensa del gobierno, concediendo que “las cosas que se dijeron recién, son ciertas”, para afirmar luego, contradictoriamente, que “desde el 2003 no veo más que cosas buenas”. Realizó un recorrido por los últimos años de la política argentina, haciendo hincapié que en los años anteriores al 2001 se fueron miles de millones de dólares afuera por la “corrupción política”, destacando que ahora hay una “mejor calidad del Estado”, aunque hay que avanzar en ese terreno. Defendió su participación en Radio Nacional y en Miradas al Sur, pero no se definió como vocero del gobierno. Cabe recordar que Anguita fue un conocido militante del ERP, por lo cual sufrió cárcel desde fines de 1973 hasta 1982. En una referencia a este período, dijo “he hecho una cantidad de macanas. No estuve preso la cantidad de años que estuve porque me quedé en mi casa escribiendo. Era muy pibe y salí a la calle como muchos. Empezábamos por tirar piedras y seguíamos, muchos… podemos discutir si éramos unos animales. Tengo una visión autocrítica y sobre todo abierta…”
Por último, María O’Donnel se mostró pesimista sobre el estado actual del periodismo en la Argentina. Aseguró que hoy “los medios son un pésimo negocio”, y que “soy una especie en extinción que cree en un periodismo profesional y no condicionado”. Desde esta perspectiva, la periodista de Radio Continental fue crítica de varios aspectos de la política de medios del gobierno, remarcando la utilización de la pauta oficial para “ahogar la libertad de expresión”. Una opinión suya sobre que el programa oficialista 678 “había abierto la posibilidad de discutir de los medios, en los medios”, generó una serie de opiniones entre el público presente, entre ellos la de Diana Kordon, dirigente de derechos humanos, quien, tras destacar que hay que poner en discusión que hay dos monopolios informativos, el del gobierno y el de “la corpo”, criticó a 678 por su utilización para difundir las mentiras del gobierno con las que se pretende ocultar la realidad, denunciando en concreto cómo desde ese programa se fogoneó hace dos años, para un 24 de marzo, una contramarcha a la organizada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.