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21 de noviembre de 2018

Crónicas proletarias N° 330

Debates con los chispistas en el PC

Entre los debates más importantes del grupo Codovilla-Ghioldi-Penelón con la denominada corriente “chispista”, cuando aún ésta se encontraba dentro del PC (1923, 1924 y parte de 1925), se pueden enumerar el análisis del momento político, concepciones sobre la relación entre la lucha revolucionaria y la parlamentaria, tipo de partido, y vinculado a todo esto la necesidad o no de un programa inmediato.

El momento político era complejo, pues como remarca Otto Vargas “había pasado el momento internacional de auge revolucionario. (En realidad, el momento europeo de auge revolucionario)” (El marxismo y la revolución argentina, Tomo 2). Hubo confusión en el análisis por parte de la dirección de la Internacional, y en varios partidos comunistas.

Otto Vargas hace una interesante reflexión, que tiene validez hoy: “Había, además, un debate sobre espontaneidad y conciencia. La corriente de Penelón-Codovilla-Ghioldi, como se había visto en la Semana de Enero o en la huelga de repudio al asesinato de Wilckens, temía facilitar la provocación policial cada vez que el proletariado superaba a sus organizaciones sindicales y políticas, y partía en todos sus análisis tácticos de ‘la falta de educación clasista’ del proletariado argentino, al que veían como ‘un niño de teta que no sabe mantenerse en pie’. Esta idea, lógicamente, tiene algo de verdad; pero en lo que subraya ignora lo principal, ya que no fue por ‘educación clasista’ que el proletariado ruso hizo la revolución. La idea siguió vigente, muchos años después, en la dirección codovilista del PC, dirección que atribuiría principalmente a esa ‘falta de educación clasista’ la adhesión de la mayoría del proletariado argentino al peronismo. Es conocida la repulsión instintiva del reformismo al espontaneísmo del movimiento de masas. En esa repulsión del que sería el núcleo de dirección del PC al espontaneísmo de las masas que protagonizaron la Semana Trágica o las huelgas de la Patagonia, ya se percibe su inclinación reformista”. Como recordamos, el PC salió de este 6° Congreso sin Programa y con unidad formal. Los meses siguientes se vivió un intenso trabajo fraccional por ambos sectores, que derivaría en la ruptura de los chispistas en 1925.

Hoy N° 1744 21/11/2018