-¿Cómo les fue en el congreso?
-¿Cómo les fue en el congreso?
-Nosotros llevamos al congreso una declaración que distribuimos a todos los congresales, con la posición del congreso de delegados de la seccional Casilda, donde continuamos con el planteo que llevamos adelante en las elecciones del año pasado con la Lista Azul y defendimos esa posición en el congreso de la seccional. Planteamos una cantidad de diferencias con el Secretariado Nacional de la UOM, primero lo hicimos en Casilda y luego tuvimos la posibilidad de hacerlo de frente al Secretariado Nacional. Creemos que fuimos honestos con nosotros mismos y al conjunto de los trabajadores de la seccional.
Pusimos el eje principal en la cuestión del salario y pudimos hacer que se abra la discusión y el congreso no sea una formalidad. Muchas de las opiniones que se vertieron tuvieron una tonalidad combativa. Hablamos de una cantidad de reclamos que se le hacen al gobierno nacional como el mal llamado impuesto a las ganancias, la actualización de las asignaciones familiares y el salario mínimo. Denunciamos que la actitud dialoguista de la CGT que dirige Caló, la CGT kirchnerista, no ha sido para nada favorable a los trabajadores sino todo los contrario.
Hubo una respuesta fuera de lugar de Caló, el secretario nacional de la UOM, quien se puso muy nervioso, pero eso no es lo principal. Para nosotros lo principal es que el documento nuestro tuvo repercusión, recogimos mucha aceptación por parte de los delegados congresales. Nosotros llamamos a la unidad y luego hubo una cantidad de intervenciones en el mismo sentido y esto fue lo que puso nervioso al Secretariado.
-¿Cuántos delegados y qué posturas hubo?
-Hubo 267 delegados de 52 seccionales y muchas de las intervenciones de los compañeros arrancaban diciendo que estaban de acuerdo con los compañeros de Casilda. La declaración que sale del congreso es pro gobierno, pero no reflejó lo que pasó dentro del congreso. Solamente un par de intervenciones fueron en defensa del modelo, como un delegado de Quilmes que habló de la década ganada. Para nosotros efectivamente hay una década ganada pero por los monopolios que se han llenado los bolsillos a costa de la explotación de los trabajadores, ellos son los verdaderos ganadores de esta década y nosotros seguimos cobrando hasta el día de hoy el salario inicial al ingresar a una fabrica cobra $4.000 en bruto, por lo tanto no estamos dentro de los ganadores del modelo.
-¿Qué postura llevó Caló con respecto a las paritarias?
-Caló dijo que pidió un 35% como una táctica para después bajar y negociar, pero entendemos que bajar de un 35% a un 25% es un exceso. Ellos dicen que ya tienen acordado un salario inicial de $5.000, mantienen la solicitud del 15% a partir del 1° de abril y el 10 a partir del 1° de julio.
Nosotros vemos que hay fábricas que están empezando a arreglar retiros voluntarios, o sea hay despidos encubiertos, de este modo se empiezan a notar problemas en la actividad. Aquí en Casilda ha empezado a haber problemas en las fábricas de básculas. En general se nota que hay un retraso en la actividad por lo cual las paritarias no se van a dar en un marco favorable. Además tenemos un gremio que no quiere sacar los pies del plato como bien lo dejaron expresado en el congreso y esto significa que van a seguir bancando al gobierno, por lo tanto significa jodernos a nosotros.
-¿Cuál es el balance del congreso?
-Estamos muy contentos porque en definitiva cumplimos nuestro objetivo que fue sostener nuestra posición que sostenemos aquí en Casilda en ese extraordinario acto de democracia obrera que fue el congreso de delegados nacional, esto independientemente de los dirigentes. Nosotros recogimos mucha aceptación a nuestro planteo en los pasillos y en la calle, cuando nos cruzaban todos nos felicitaban y nos decían que estaban de acuerdo.
