“Nos están criticando por Irán”, dice Nîlûfer Koc. Como mujer, como kurda, tengo problemas con el régimen iraní. Pero le estamos pidiendo a Irán que realicen cambios democráticos, porque están matando kurdos, están matando gente de todas las etnias, y están matando mujeres ¿Cómo puede ser un estado progresista? Lo que debemos hacer es mirar los procesos y progresos dinámicos en Irán, y apoyarlos. Es nuestra tarea, como pueblo progresista. Si estamos perturbados por la actitud de los Estados Unidos, no tenemos que ponernos en la posición de decidir entre Hasán Rohani (presidente de Irán) o Donald Trump. Ninguna de esas dos opciones: elegimos los cambios dinámicos hacia la democracia en Irán. Apoyamos a las fuerzas democráticas en Irán.
Por eso es nuestra petición hacia las fuerzas de izquierda, progresistas y democrática de Latinoamérica, especialmente en Argentina –sé que ahí tenemos muchas organizaciones amigas que nos apoyan, nos entienden y nos dieron apoyo completo– compartimos con grandes mujeres, como Alina Sánchez, que perdió su vida en Siria, era una médica argentina que estuvo siempre a nuestro lado brindando servicio a la gente kurda en Siria. Como ella tenemos muchos amigos latinoamericanos, y su solidaridad es nuestra fortaleza.
“Nosotros somos una fuerza revolucionaria y democrática, que si podemos asegurar una solución democrática en la región, será de mucha ayuda para Latinoamérica. El entendimiento de la solidaridad internacional. Nosotros no somos ni Washington ni Moscú. Ni somos Washington o Beijín. No somos ni Washington ni Bruselas. Nosotros miramos a la gente que vive en nuestras tierras.
“Tenemos la solidaridad de los pueblos”
“Hablamos de convencer al gobierno ruso –asegura la copresidenta del Congreso Nacional de Kurdistán–. Nosotros tenemos la solidaridad del pueblo. Nunca criticaría el accionar del pueblo en otro lugar del mundo. Ni en Turquía, ni en Rusia, ni en Latinoamérica. Critico a los gobiernos. Y también critico a las izquierdas que se focalizaron en los gobiernos, y se olvidaron de la gente. Hay una necesidad de cambiar la forma de entender las cosas. La gente en las calles, en el campo de batalla, puede hacer muchas cosas. Lo experimentamos durante el siglo 20, en Latinoamérica los movimientos de masa lograron hacer un cambio. En Europa, los movimientos de mujeres y los del medio ambiente lograron hacer cambios. Entonces debemos creer en el poder que tienen los pueblos”.
Las milicias de mujeres
Le pedimos a la compañera Koc que nos amplíe sobre las milicias de mujeres: “Las milicias de mujeres tienen una historia de 30 años. Fue una idea de Ocalan. Se empezó a poner en práctica en el norte de Turquía, y ahora queremos llevarlas a cabo en Irán, para poder prevenir la guerra. Lo que Ocalan [presidente del Partido de los Trabajadores de Kurdistán] dijo es que el movimiento debía concentrarse en el proletariado y no en la burguesía, y la mujer representa al proletariado y el hombre a la burguesía. El movimiento de mujeres tiene, en primera instancia, un partido político (el Partido de la Liberación de Mujeres) y luego lo que apareció fue la necesidad de la autodefensa.
“En 1991 creamos el ejército en las montañas, pero como un movimiento político-ideológico, no con un objetivo militar. La militarización se da como respuesta a la necesidad de una autodefensa frente al ataque del enemigo. El rol de estos movimientos no es atacar. Hace cambios en las estructuras sociales. En el movimiento revolucionario, no todo el mundo que diga ‘larga vida a Marx o a Mao’ es un revolucionario. El criterio importante es cómo se actúa en presencia de una mujer. Y esto tuvo que ver con la liberación de la mujer. Este es el criterio principal, después podemos seguir discutiendo si ese hombre es o no revolucionario. Pensábamos que las mujeres, como sujetos excluidos de la vida política, debían estar mucho más cerca de la democracia. Porque se habían transformado en víctimas de la hegemonía que gobernaba. Por eso nos focalizamos en el movimiento de liberación femenino.
“A través del Partido de la Liberación de la Mujer logramos organizar mujeres en forma distante, y coordinar su accionar. En todas partes el movimiento de las mujeres era autónomo, en el plano político, militar, económico. En todo plano gozaban de plena autonomía. Se dio un proceso de cooperación entre mujeres, y de confrontación al hombre en el terreno militar: nosotras cazamos al hombre, y no el hombre nos caza a nosotras. Esto cobró una notoriedad muy importante cuando el YPJ derrotó al ISIS, porque el ISIS cometía crímenes a la humanidad, no sólo a mujeres. El movimiento de las mujeres tenía una ideología democrática, mientras que el ISIS tenía una ideología patriarcal. Peleó la democracia contra el patriarcado, y ganó la democracia gracias a la lucha de las mujeres. A favor de toda la humanidad, limpiamos a Medio Oriente del barbarismo del ISIS. Y decimos eso porque el ISIS es una herramienta de la globalización que actúa en todas partes: en Australia, en Nueva Zelanda, en Europa; en todas partes”.
“En Kurdistán al ISIS se lo desarticuló completamente. Pero el ISIS sigue vivo en otros lugares. Turquía tiene milicias entrenadas por ISIS en algunas ciudades, por ejemplo algunas zonas del Norte de Siria, cercanas al mar mediterráneo. Ahí se ve una contradicción entre Turquía y Rusia. Porque Turquía prometió sacar al Isis de esa zona, pero aún no lo cumple. Isis sigue funcionando en Irak, donde hay unas 17 organizaciones de ese tipo. Siguen creando nuevos grupos, pero nosotros hemos ganado experiencia suficiente para vencerlos. Nosotros no vamos a permitir que estas organizaciones destruyan la humanidad en Medio Oriente, así que vamos a luchar contra ellas”, finaliza Nîlûfer Koc.
Hoy N° 1778 14/08/2019