-Ante el cambio de ministro de Economía y la incertidumbre que eso generó, hubo muchas reacciones, subió el dólar, algunos productos se dejaron de vender, por ejemplo, los materiales de construcción y la sensación es de una gran inestabilidad.
Bueno, son consecuencias de una renuncia sorpresiva, inesperada, Guzmán dio un portazo y la causa principal, que surge del texto de su renuncia, es que no le permitieron aplicar la política de ajuste del gasto en el sector energético, esto significa que los secretarios del área no le permitieron reducir los subsidios energéticos, para cumplir con lo acordado con el Fondo Monetario. El lunes 4 el dólar paralelo subió 21 pesos y obviamente hay incertidumbre en el mercado de la construcción, los empresarios no saben a qué precio tendrán que reponer el stock de hierro, cemento o cerámicos y dejaron de vender e igual en otras ramas.
-La nueva ministra tiene un gran desafío con la inflación. ¿Cómo lo analiza? ¿Qué puede hacer la gente que no llega a fin de mes? Al mismo tiempo el Gobierno tiene más recaudación tributaria.
Será clave la decisión en materia monetaria y tributaria, venimos de varios meses por arriba del 5 por ciento mensual y en alimentos es más, la inflación galopante destruye el poder adquisitivo de los trabajadores asalariados, privados y públicos, de los jubilados y de todos los que tienen ingresos fijos, la verdad es que el pueblo no da más. Al mismo tiempo la recaudación tributaria es récord, a nivel nacional a junio aumentó un 67,9 por ciento, donde el IVA que es el impuesto al consumo de la población lo hizo en un 65 por ciento, a nivel provincial se aumentó un 75,6 por ciento.
Se recauda en términos reales por arriba de la inflación. Por ello está planteada la cuestión de qué es lo que realmente quiere el Gobierno nacional en materia de política anti inflacionaria y tributaria. Si la nueva ministra no modifica este cuadro la situación social será aún más grave y los niveles de pobreza e indigencia seguirán subiendo. La primera medida antiinflacionaria debería consistir en eliminar el IVA, que es de un 21 por ciento, a los bienes que componen la Canasta Básica de Alimentos, al mismo tiempo hay que congelar precios también en los servicios de luz, agua, gas y transporte y aplicar la Ley de Abastecimiento de haber agio o especulación por parte de la producción y comercialización en manos de monopolios.
-La nueva ministra habló de que apuntarán a incrementar las exportaciones…
Dos cosas escuché de ella, una es que se declaró partidaria del equilibrio fiscal, es decir déficit cero y la otra, promover exportaciones. Sobre lo primero así como está la política del gasto no veo posibilidad de que este Gobierno lo concrete, tendría que hacer un ajuste fenomenal del gasto público, principalmente en lo que tiene que ver con los subsidios a las empresas energéticas y terminar con el festival de intereses que se pagan por las Letras de Liquidación (Leliq) en poder del capital financiero, los bancos, a quienes se les viene de reprogramar vencimientos de la deuda pública en pesos con una tasa anual nominal del 60 por ciento. Sobre las exportaciones es probable que se refiera a promover la inversión en minería para aumentar las exportaciones, cosa que ya es parte de la política económica desde hace varios años. En cuanto a las perspectivas de la producción industrial está con muchas dificultades para continuar con la recuperación que viene del año pasado y ahora tiene por delante la escasez de combustibles y el aumento de los precios internacionales por las consecuencias de la guerra de agresión de Rusia a Ucrania.
-¿Cómo estima que debería abordar las negociaciones de deuda con el FMI?
Es mi opinión que el Gobierno tiene que derogar la ley del acuerdo con el FMI, votada con mayoría de Juntos por el Cambio, hace a un tema de independencia y soberanía, por las imposiciones en materia de política monetaria, fiscal, principalmente en Seguridad Social y Asistencia (jubilaciones y subsidios a desocupados y familias), salarios públicos, crediticia o tipo de cambio (precio del dólar). De la misma manera hay que recuperar la soberanía sobre el río Paraná y controlar los puertos y el comercio exterior, que es por donde se va la riqueza agropecuaria de nuestro país. De esto hasta ahora no escucho ni una palabra, tanto desde el Gobierno como desde la oposición. Si la nueva ministra Batakis tampoco lo hace, seguiremos con el problema mayor de la economía nacional.
