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11 de noviembre de 2010


Defender las tesis fundamentales del marxismo-leninismo

Documentos del PCR / tomo 6

La res­tau­ra­ción capi­ta­lis­ta pri­me­ro en la URSS y los paí­ses del Este euro­peo, y pos­te­rior­men­te en China, ha sido la mayor derro­ta del pro­le­ta­ria­do con­tem­po­rá­neo. El movi­mien­to revo­lu­cio­na­rio del pro­le­ta­ria­do, desde su ori­gen, ha avan­za­do por olea­das y sufrió derro­tas y san­grías muy gran­des, Tal la de la Comuna de París, en 1871; la de la Revolución Rusa en 1905, en Rusia; el aplas­ta­mien­to de las insu­rrec­cio­nes pro­le­ta­rias de Hungría y Alemania en la pri­me­ra post­gue­rra, y el de las insu­rrec­cio­nes de Shangai y Cantón en la déca­da del 20; las matan­zas de la Semana Trágica y la Patagonia bajo el gobier­no de Yrigoyen, en nues­tro país; el triun­fo nazi-fas­cis­ta en Alemania e Italia; la derro­ta de la República Española en la déca­da del 30; la inva­sión nazi a la URSS y la ocu­pa­ción de gran parte de su terri­to­rio euro­peo; la derro­ta de la gue­rri­lla grie­ga de post­gue­rra; los gol­pes de Estado en Brasil, Indonesia y Argentina en los últi­mos años; para citar sólo algu­nos. Al cabo de una déca­da los acon­te­ci­mien­tos en –mayo y junio de 1989 que cul­mi­na­ron en la masa­cre de obre­ros y estu­dian­tes en la Plaza Tienanmen mos­tra­ron con cru­de­za la pér­di­da o retro­ce­so de nume­ro­sas con­quis­tas revo­lu­cio­na­rias de las masas tra­ba­ja­do­ras y popu­la­res chi­nas. La lucha por la revo­lu­ción pro­le­ta­ria no es un baile de salón. Pero nin­gu­na de estas derro­tas tuvo la mag­ni­tud que tuvo la res­tau­ra­ción capi­ta­lis­ta en la URSS y en China. Una ver­da­de­ra tra­ge­dia his­tó­ri­ca, de la que el pro­le­ta­ria­do se recu­pe­ra­rá, sin duda, pero a un enor­me costo. Con esa res­tau­ra­ción el revi­sio­nis­mo moder­no obtu­vo carac­te­rís­ti­cas ori­gi­na­les, mucho más peli­gro­sas y pér­fi­das que el revi­sio­nis­mo pre­vio a la Revolución Rusa, por­que ahora tiene el apoyo mate­rial de Estados pode­ro­sos que pasan por ser comu­nis­tas y no lo son.
Hoy es más nece­sa­ria que nunca la defen­sa de las tesis fun­da­men­ta­les del mar­xis­mo-leni­nis­mo– maoís­mo, fren­te al emba­te revi­sio­nis­ta que todo lo sal­pi­ca y corrom­pe.