El primero de Mayo de este año va a mostrar a la clase obrera internacional, golpeada por la crisis mundial, y desplegada en luchas heroicas -sobre todo en Europa- y en todo el mundo. Nos encontrará en la Argentina en medio de una batalla política por la preparación del paro nacional del 15 de mayo, y pasando revista a la situación, reivindicando a los mártires de los trabajadores en nuestro país y el mundo. Nos encontrará reivindicando también aquel programa de la CGT de los Argentinos, del que se cumplen 45 años este 1º de mayo.
Las paritarias
Las discusiones en paritarias están bajo la presión de las bases de los gremios, que se sienten agobiadas por la inflación. Los trabajadores ven día a día, mes a mes, cómo pierden su capacidad de compra y se achican sus salarios. Se empiezan a sentir también las suspensiones, los despidos -como en la minera Vale-, y otras ramas donde la crisis mundial del sistema y la política K está golpeando, descargándola sobre las espaldas del pueblo.
Crecen los ritmos infernales de producción, pero crece también la disposición de negarse a hacer horas extras, para que el gobierno no se lleve semejante tajada a través del reaccionario impuesto a los salarios.
Por arriba, los dirigentes colaboracionistas están sumamente presionados por Cristina y su ministro de Trabajo Tomada para imponer topes del 18% en los aumentos salariales, y que los acuerdos paritarios se hagan por 18 meses, con mentirosas propuestas antiinflacionarias como el congelamiento del precio de las naftas (que en realidad subieron todas, y particularmente las de YPF).
También presionan las elecciones de medio término y la constitución de opciones electorales, en el medio de contradicciones muy agudas en el Frente Para la Victoria y en las opciones opositoras de otros sectores de las clases dominantes, particularmente de sectores peronistas como los de FE y el partido de Moyano que se lanza el día 7 de mayo.
Los de arriba se pelean pero tienen un acuerdo que no rompen: descargar la crisis sobre el pueblo y los trabajadores. Por eso las paritarias han superado un poco por encima los topes: como la de bancarios, 24.3% para los primeros tres meses del año, que por eso no fue homologada; la de aceiteros del 22% al 25% según las categorías más una suma fija por única vez de $5.850, que prorrateada por un año superó el 25%; la paritaria de UTA acordó 21,6% y una cifra no remunerativa de $3.879 a pagar en tres meses, pero con revisión en julio del 2013. La UOM pide 25% en dos partes a un año. Sólo Luz y Fuerza firmó por el 31% a 18 meses, pero sabemos que tienen sueldos muy altos y no hacen horas extras por el impuesto a las Ganancias. Gremios como Camioneros hablan de 25 a 28% a un año. Ferroviarios piden el 25%.
El criterio que avanza es el de firmar por un año. Nadie cree en la inflación mentirosa del Indec del 10%, todos se basan en estadísticas propias o en las privadas, que indican una inflación entre 24 y 30%. Desde ya debemos tener en cuenta las diferencias: los metalúrgicos, gremio en el que el 80% de los compañeros tienen sueldos que no superan los $4.000. En el caso de Luz y Fuerza, los sueldos superan los $10.000. La máxima categoría de aceiteros no superó los $10.000, cuando nuestro cálculo del salario de acuerdo a la canasta familiar real –para la zona central- es de $10.200.
La batalla contra la inflación está en marcha. La base para ganarla es la lucha, las huelgas de empresas y ramas, y fundamentalmente un paro nacional de 36 horas que golpee duramente la política K.
La bronca crece y crece por abajo, las inundaciones brutales dejaron al desnudo la política de los de arriba como Cristina, Scioli y Macri. Están las denuncias de “lavado” de millones y millones de euros de los K con Lázaro Báez, y la reaccionaria propuesta de “democratización de la Justicia” que propuso Cristina.
Preparar un paro contundente
La batalla política es de alta intensidad pero no tiene el contenido principal que necesita la clase obrera y el pueblo: una propuesta política económica integral antiinflacionaria que defienda el peso, sin devaluación. Los políticos opositores de otros sectores de las clases dominantes hablan de inflación, pero no tienen ni dicen nada de sus propuestas para terminar con ella defendiendo la moneda y no lo hacen porque apuestan principalmente a la devaluación.
Como la clase obrera deberá librar la lucha en paritarias, a fondo para no seguir perdiendo, está obligada a levantar un programa integral como el de la multisectorial que formamos y encabeza la CTA Micheli, que ha propuesto un paro nacional para el 15 de mayo, y actos el 1º de Mayo en todo el país.
Cristina sacó de su agenda el drama de las inundaciones con su propuesta de reformas de la Justicia, y pretende salir de las denuncias de lavado ignorándolas e imponiéndonos la reforma judicial. Sin paro general, la clase obrera no se ubicará en el centro de la escena política, imponiendo su propia agenda.
Por ahora la CGT Moyano ha acordado con el paro nacional del 15, quizás participe Camioneros en la movilización. Entendemos que Moyano centre en el acto fundacional de su partido, pero si piensa ir con Lavagna, quien se ha transformado en un dirigente del partido FE del “Momo” Venegas, carecerá de una propuesta integral como los 33 puntos de la Multisectorial y de una propuesta antiinflacionaria no devaluatoria que defienda el peso.
Este 1º de Mayo se cumplen 45 años del lanzamiento del programa de la CGT de los Argentinos, un programa avanzado de la clase obrera para su tiempo. El congreso nacional de la CTA y de Pcia. de Bs. As. lo adoptaron como propio, esto es un paso adelante.
Paro nacional activo y programa, delimitando claramente en lo electoral con estos dos instrumentos en la mano. La situación es complicada por el momento: si el paro es solo de la Multisectorial, pelearemos a brazo partido para unir a todos. Pero eso solo lo lograremos si ganamos la batalla por abajo, peleando con mucha audacia desde los ocupados, desocupados, y jubilados, sección por sección en las fábricas, en los barrios, en los centros de jubilados y pensionados.