El Primero de Mayo amanecimos con la tristeza de la noticia del fallecimiento de nuestro querido camarada Jacinto Roldán, el Negro, secretario general de nuestro Partido.
Ese Día Internacional de las y los trabajadores, frente a una guardia de honor de camaradas del Partido y la JCR junto a Jacinto, centenares llegados de todo el país estuvimos en la sala velatoria acompañando a su familia, con lágrimas en los rostros y la profunda convicción de camaradas, compañeras y compañeros de distintas generaciones, de mantener en alto las banderas rojas por las que Jacinto peleó hasta el último minuto.
Al día siguiente, el 2 de mayo, Jacinto tuvo una masiva y combativa despedida y homenaje, en el cementerio Parque Iraola. Centenares de camaradas llegados desde todo el país encabezados por integrantes del Comité Central de nuestro Partido, junto a compañeras y compañeros de los movimientos que integramos, con profundo respeto y firmeza protagonizaron el homenaje en el cementerio, en un salón totalmente desbordado. Nos acompañó en el homenaje una delegación del Movimiento Evita.
Conmovían las expresiones de pesar y el cariño de tantas y tantos mujeres y hombres de nuestro pueblo, trabajadores, campesinos, estudiantes, originarios, profesionales, todos reafirmando que “vamos a continuar por el camino revolucionario que nos marcaste”.
Tras despedir los restos de Jacinto, en medio de un mar de banderas rojas, carteles del Partido, flameadoras con los rostros de Mao y el Che, los carteles de la CCC, Santiago y Paloma, locutores designados, comenzaron el homenaje agradeciendo la presencia, y el acompañamiento a Liliana Méndez, secretaria del PCR de Quilmes-Berazategui-Varela y miembro del Comité Central del Partido, y compañera de vida de Jacinto, y a toda su familia presente.
Tras cantar nuestro himno nacional, hablaron en el homenaje el camarada Tano, colaborador de Jacinto en la Secretaría Política, el secretario de la Juventud Comunista Revolucionaria y miembro del Comité Central partidario Luciano Álvarez, Antonio Beltrán, del Comité Central del PCR quien compartió años de militancia con Jacinto, y cerró en nombre del Comité Central del PCR, el camarada Arnoldo Gómez.
Se leyó la mayor cantidad posible de las innumerables condolencias enviadas desde todo el país y el mundo, y culminamos, ya fuera del salón, con las voces quebradas de la emoción y los puños en alto, cantando las estrofas del himno de los trabajadores de todo el mundo, La Internacional.
Con consignas y un vibrante ¡Jacinto Roldán, presente, ahora y siempre!, despedimos a nuestro secretario general, reafirmando sostener y llevar hasta el triunfo las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo, la pelea por la revolución en la Argentina y la continuidad histórica de la línea del PCR que Otto Vargas primero y Jacinto Roldán después, sostuvieron hasta el final de sus días.
Ampliaremos