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08 de junio de 2016

Han sido semanas muy movidas en la Destilería. Las paritarias que afectan a 8.000 trabajadores petroleros y refineros han sido una verdadera convulsión sindical. Además, se suma una empresa en quiebra (Metal 1) que dejó de pagar sueldos hace tres meses a 150 trabajadores.

Destilería Luján de Cuyo: una olla a presión

Mendoza: Ante la dureza de Aranguren y Macri

La YPF de los globitos de Macri recibió varios piedrazos. La nueva gestión suma problemas a los heredados de la gestión K.  Al negocio petrolero que con los K siguió siendo para las 5 operadoras petroleras de siempre, agregando nuevos jugadores como los  chinos que mordieron una parte del negocio, y los testaferros y amigos K como Lázaro Báez y Cristóbal López, etc., se le suma el nuevo ajuste macrista.  Ajuste que arrancó con despidos desde principios de año (unos 100 entre yacimientos y Destilería). Ahora amenazan con más despidos, bajan 4 equipos de perforación de la empresa Emepa, con stand by para los trabajadores, postergan paros de planta importantes en Destilería (Hidrógeno), y tambalea una empresa símbolo de las tercerizadas como es Metal 1, modelo que creó el menemismo y fue aprovechado por los K para mantener los salarios bajos para beneficiarse como accionistas de YPF.
Pero por donde vino la explosión de la olla a presión fue por la dureza de YPF y del resto de la cámara empresarial, de no ceder al pedido de un 33% de aumento hasta septiembre (20% más sumas fijas).
 
Clima de piquete
El clima de piquete empezó con los trabajadores de Metal 1, que reclaman el pago de salarios atrasados, representados por Uocra y Petróleo y Gas Privado de Cuyo con piquete total de la destilería: se instaló así una modalidad que hace tiempo no se veía. No dejar entrar al turno de YPF que es vital para el funcionamiento de la planta. Así lograron que se les pagaran los sueldos de dos meses. Situación abierta y judicializada por la quiebra de la empresa. Desde la CCC planteamos que se haga cargo YPF de todos los trabajadores.
Luego vino el piquete del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, que representa un 25% de la masa de Destilería, que ante la dureza de las patronales (YPF, Shell, Axion), fue a un paro total por 12 horas en Destilería, y 48 horas en los yacimientos, algo que hace mucho que no se veía. Así fue que YPF ofreció un 20% por cinco meses más $14.200 en suma fija, lo que descomprimió por un lado, pero que por otro fue un cachetazo por efecto contagio al sector más postergado de Destilería, que son las empresas contratistas bajo el convenio del Supeh, con sueldos de 10.000 pesos y con paritarias abiertas.
El Supeh tiene dos sectores bien diferenciados: los empleados de YPF con mejores sueldos, y las contratistas. En este último sector estalló la bronca y fueron a un paro pasando por encima del gremio, exigiendo “que se pongan los pantalones”, y que dejen de dilatar con las paritarias. La masa tomó con fuerza la idea de un mínimo de $18.000; -a igual tarea igual remuneración-; y que si la empresa se pone dura “le cortamos todo”, como hicieron los del gremio Petróleo y Gas que en ocho horas de piquete consiguieron más que con tres meses de negociaciones de escritorio en Buenos Aires.
Qué alegría ver cómo en la asamblea los trabajadores acorralaron a Jorge Córdoba, Sec. Gral. del Supeh, llegando a mandonearlo al estilo: “ahora vas, llevás nuestro petitorio a la empresa, nos traés una respuesta, y nosotros vamos a decidir qué hacer según la respuesta que te den” (aplausos de la asamblea). Por supuesto que esto en un contexto donde hace falta una recuperación profunda del gremio, discutiendo con los que plantean la “desafiliación masiva”, para avanzar en que los representantes gremiales respondan a los intereses inmediatos y mediatos de la clase obrera.