Reproducimos la charla de Jorge Mario Smith
En primer lugar, un agradecimiento al Centro de Estudios Económicos de la Corriente Clasista y Combativa, regional La Plata, Berisso, Ensenada y Chascomús, por darnos la oportunidad de expresarnos en temas tan complejos y difíciles como la deuda externa.
En segundo lugar, un gusto compartir la charla con compañeros como Gastón Harispe y Griselda Cavallieri que nos conocemos de hace mucho tiempo y hemos compartido durante años la lucha popular
En tercer lugar, un reconocimiento a los que estuvieron y están en la primera línea de combate en la lucha contra el Covid-19: médicos, enfermeras, personal auxiliar, médicos de atención primaria, promotores de salud barriales, compañeras y compañeros al frente de los comedores en la lucha contra el hambre y la pandemia; y un acompañamiento en el dolor a familiares y seres queridos de los compañeros/as fallecidos de nuestro maravilloso pueblo argentino.
Hoy nos toca hablar de un tema complejo y difícil como es la deuda externa pero es necesario para el conocimiento del pueblo que es quien sufre las consecuencias de las políticas que se aplican con este sistema de deuda perpetua, y a su vez siempre fue el protagonista de las luchas que durante años las enfrentaron en las calles y rutas del país.
Si tenemos que hablar de deuda externa – FMI es necesario abordar la negociación de estos 5 meses pasados, con los fondos Buitres y la que viene con el Fondo Monetario Internacional. Y este abordaje lo debemos hacer partiendo del momento político que estamos transitando, donde el mundo es arrasado por la pandemia del virus Covid-19, el coronavirus.
Esta pandemia agravó la crisis económica mundial y se agudizó la disputa interimperialista, principalmente entre Estados Unidos y China donde crecen los factores de guerra y las grandes potencias descargan sin piedad esa crisis sobre los países y pueblos oprimidos. Estos no lo aceptan mansamente.
Esta disputa se expresa en América Latina y también en nuestro país donde los sectores proimperialistas con centro en Estados Unidos están detrás del macrismo. Perdieron el gobierno pero no el poder de su hegemonía en el bloque de las clases dominantes; a su vez en el gobierno actual otros sectores con alianzas estratégicas en China también disputan la hegemonía en ese bloque.
Hoy mientras estamos dando esta charla “el bicho” como le dicen al coronavirus los compañeros en los barrios, camina a pata suelta a lo largo y ancho de nuestro país contagiando y matando a miles de compatriotas. La famosa curva de contagio que vemos todos los días por televisión sigue subiendo sin parar y aumenta la letalidad. La pandemia sigue siendo la principal emergencia al día de hoy (16/9) tenemos 577.892 contagios y 11.892 fallecidos.
El gobierno nacional con la herencia recibida del macrismo: hambre, desocupación, endeudamiento inédito con el FMI, inflación galopante, abandono del sistema de salud, etc. etc. agudizada por la pandemia, tomó importantes medidas, en primer lugar, sanitarias. La cuarentena temprana y el aislamiento social obligatorio permitió ganar tiempo para acondicionar el sistema de salud: 120% más de camas de terapia intensiva, 13 nuevos hospitales, se compraron toneladas de material sanitario, 5000 ingresos de médicos, enfermeros y personal auxiliar al sistema de salud de la provincia de Buenos Aires.
Frente al hambre y a la recesión también tomó medidas económicas en favor de los sectores más vulnerables de la población, aunque no suficiente 9.000.000 de IFE; 600.000 personas perciben planes sociales; 11millones reciben asistencia alimentaria, la tarjeta alimentaria llega a 1.500.000 personas; ayuda a las pymes 2millones de ATP a las empresas (el 93,4% para pymes de hasta 25 empleados), entre otras medidas.
El Gobierno también frente a los poderosos sectores de las clases dominantes metió en el Congreso el proyecto de aporte extraordinario para que paguen las grandes fortunas, anunció la expropiación de Vicentin y frente a la deuda externa con los Fondos Buitres planteó que el pago de la deuda sea sustentable para el crecimiento de la economía del país.
Para clarificar de qué estamos hablando veamos algunos números de temas tan complejos como la deuda externa, aclarando que son números que necesitan precisarse por personas más capacitadas que quien les habla. Para tomar dimensión de lo que enfrentamos veamos la deuda externa que alcanzó los 336 mil millones de dólares que incluye, entre otros aspectos:
1) 66 mil millones de dólares con los fondos buitre y demás bonistas bajo legislación extranjera;
2) 44 mil millones de dólares de deuda con el FMI, a tasas de interés del 4% cuando en el mundo las tazas son del 0 al 1%, por intereses reclamados de 3500 millones de dólares a 5000 millones de dólares;
3) 42.000 millones de dólares de deuda con legislación argentina que es mayoritariamente en dólares;
4) Endeudamiento de las provincias de 20 a 32 mil millones de dólares aproximadamente;
5) Deuda privada incierta.
Con semejante deuda contraída por todos los gobiernos anteriores empezando por la dictadura instalada con el golpe de Estado de 1976 al gobierno constitucional de Isabel Perón.
Con la presión del cronograma de pagos de intereses muy ajustado entre el 2020 y el 2024, vencía nada más ni nada menos que 63.664 millones de dólares de capital e intereses de deuda pública y privada -ley local y extranjera- (datos del Centro de Economía Política Argentina).
Con la necesidad de combatir la pandemia del Covid-19, el Gobierno de Alberto Fernández y su ministro de Economía Martín Guzmán lanzaron la propuesta de un pago de la deuda sustentable con el necesario crecimiento de la economía, apoyado por la Directora Gerente del FMI Kristalina Georgieva, el Papa Francisco, una lista de 130 importantes economistas internacionales, algunos con Premio Nobel encabezados por Joseph Stiglitz, Thomas Piketty y Jeffrey Sach. Además contó con el apoyo de los presidentes de México, Italia, España, Alemania, Francia como lo expresó Alberto Fernández en la conferencia de prensa anunciando la reestructuración de la deuda el 31 de agosto pasado.
La propuesta inicial era de un período de gracia de 3 años sin ningún tipo de pago de capital e intereses, con una quita de capital de 3.600 millones de dólares y una reducción de intereses de 37.900 millones de dólares; se pagarían 38 dólares de cada lámina de 100 dólares de Bono reestructurado.
Tenemos que decir que era distinto de lo que siempre se proponía sobre todo con el gobierno de Macri “más ajuste fiscal”, “menos gasto”, “tarifazos, más rápido y en mayor cantidad” al gusto de los fondos buitre.
Si bien no era nuestra propuesta de suspensión, investigación y no pago de la deuda ilegítima y fraudulenta, los tres años sin pagar nada -además de servir para enfrentar el hambre y la desocupación- creaba mejores condiciones para iniciar la investigación de la deuda como propusieron legisladores del Frente de Todos.
Pero en la cancha grande no jugás solo; y más si enfrente tenés al “mejor equipo de los últimos 50 años”, de Director Técnico al grupo BlackRock que maneja 7 billones de dólares mundialmente. Si el Presidente del Club es el fascista Donald Trump; de ayudante de campo a “gripezinha” Bolsonaro; y como se vio ahora, de barrabrava tenés a los sectores golpistas de la bonaerense que portando sus armas reglamentarias rodearon la Quinta de Olivos y la casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
¿Ensayo de golpe? ¿Supuesto golpista?
Ah… me olvidaba… de relator deportivo el inefable Duhalde.
Y los muchachos de la derecha encabezado por los sectores más reaccionarios del macrismo, ganaron las calles haciendo flamear y bastardeando nuestra bandera, arrastraron a sectores descontentos; jugaron y juegan fuerte, presionan de afuera y de adentro del Gobierno Nacional. Un Gobierno con sectores que disputan la hegemonía en el bloque de las clases dominantes.
Entonces se frenó la expropiación de Vicentin, ahora se derogó el DNU sobre la intervención a la cerealera, se postergó el tratamiento en Diputados del impuesto a las grandes fortunas.
Y en la negociación de la deuda externa el Gobierno, sin el pueblo en la calle impedido de defender la cuarentena contra la derecha saboteadora, fue obligado a entregar más dólares para no entrar en default.
Así fueron los hechos: en el inicio de este año los bonistas arrancaron ofreciendo un acuerdo por 92 dólares de valor presente neto por cada 100 dólares de valor original de cada título. En febrero, los acreedores ya ofrecían 75 dólares. En la primera oferta del gobierno argentino en abril del 2020 se propuso pagar 40 dólares por cada lámina de 100 y los bonistas allí contra ofertaron 65. La brecha seguía sin cerrarse, el gobierno forcejeaba.
En la propuesta argentina del 5 de julio, Martín Guzmán ofreció 53 dólares por cada título. Finalmente el acuerdo se cerró entre 54 y 55 dólares por cada 100; se llegó a 54.8 dólares. Los acreedores redujeron su oferta 70% mientras Argentina la mejoró 35% en favor de los buitres. El gobierno forcejeó.
En la cuestión legal Argentina propone legislar las cláusulas de reasignación colectiva CAC’s según lo acordado y respaldado por la Internacional Capital Market Association, el G20 y el FMI en el 2014.
Estas cláusulas reducen el porcentaje de acuerdo necesario para efectivizar un acuerdo con los acreedores, y los fondos buitre no quieren cambios de reducción de porcentaje de aceptación para dificultar llegar a un acuerdo. Como se ve, los buitres de BlackRock son insaciables.
La deuda con la ley extranjera se cerró: se reestructuraron 68.800 millones de dólares según CEPA (Centro de Economía Política Argentina) con un 99,9 por ciento de acuerdos, con una quita mínima de capital el ahorro resultante asciende a 37.000 millones de dólares, producto fundamentalmente de la reducción de intereses del 7% original al 3,07 %.
Esto permite en los primeros años 2020 – 2024 ahorrar dólares y pesos y permite despejar vencimientos: entre 2020 y 2024 vencían 63.664 millones de dólares de capital e intereses y ahora se pagarán en ese período 6.616 millones de dólares.
Descomprimirían la demanda de dólares, permitirían liberar ingentes recursos fiscales para atender la pandemia, el hambre, recuperar el consumo y la producción y el trabajo.
Por último, como resultado de esta negociación y la que ya se inició con el FMI se abrió un debate en el pueblo en general y en particular entre los sectores que peleamos por construir el Frente de Todos, el que permitió derrotar en las urnas al macrismo.
El debate es cómo continuamos en la lucha contra el sistema de deuda perpetua donde nunca se termina de pagar capital y sólo se pagan intereses e intereses de intereses, es decir donde los intereses no pagados se convierten en deuda de capital; dicho en criollo: usura al gusto de los fondos buitre.
Para aportar a este debate entendemos que tenemos que tener en cuenta tres aspectos:
a) Desde dónde lo hacemos;
b) Cuál sería el balance de la reciente negociación de la deuda;
c) Qué propuesta tenemos para continuar la lucha.
a) ¿Desde dónde lo hacemos el debate? ¿desde afuera o desde adentro del Frente de Todos? Entendemos que es desde adentro, la mayoría de los sectores populares que durante años estuvimos enfrentando en las calles al macrismo constituimos el Frente de Todos que llevó al gobierno al presidente Alberto Fernández echando por el voto popular al macrismo. Lo echamos del gobierno, no del poder.
b) Si es así, entendemos que para el balance el lenguaje es muy importante, es necesario cambiar adjetivo por verbo. El adjetivo cristaliza, el verbo está en movimiento.
En estos días después de la negociación con los buitres, leímos y participamos en teleconferencias donde compañeros muy estudiosos, a los que respeto mucho, estudiosos del tema de la deuda, calificaban de negociación indigna, negociación deplorable, la negociación es un grave error.
Nosotros preferimos el verbo: el Gobierno Nacional en la negociación forcejeó como lo fuimos expresando anteriormente.
Es cierto que si lo miramos como espectador desde afuera, desde terminar YA con la deuda perpetua puede ser calificado de indigno, de deplorable. Si lo miramos desde lo que queremos es así, la negociación no solucionó el problema de la deuda, ni siquiera hubo una reducción importante de stock de capital, se pateó para adelante pero fue una patada importante que deja condiciones para seguir la pelea.
Sin el ahogo financiero el pueblo con la lucha puede conseguir del Gobierno mejores condiciones de vida para seguir peleándola.
El adjetivo cristaliza, da la idea de que se terminó, “es así”, “ya está” …y no se puede.
Preferimos el verbo al adjetivo, la película a la foto.
Está en movimiento, la lucha sigue, el Gobierno forcejeó porque no es lo mismo que Macri.
Algunos compañeros plantearon que había que ir al default como el economista Juan Valerdi, que ya se había hecho después del 2001 y salimos para adelante. Claro, hay una diferencia, en el 2001 llegamos al default con una sociedad unida en la bronca con el “que se vayan todos” que terminó en el Argentinazo. Hoy estamos en el medio de una pandemia mundial que nos impide ganar las calles y con una sociedad dividida social, política y culturalmente.
Otros compañeros, a los que respeto mucho plantearon desandar la negociación y proponer una nueva reestructuración con bonos atados a la inflación, con intereses bajísimos como es en Estados Unidos o en el Reino Unido de Gran Bretaña con plazos de 30 a 50 años.
Claro, se olvidan los compañeros quién tiene la sartén por el mango y que existe algo que se llama imperialismo. Vivimos en un mundo donde hay países opresores y países oprimidos, nosotros estamos en los últimos.
Pero la pelea sigue porque el gobierno forcejeó y los sectores mayoritarios del campo popular seguimos planteando suspender, investigar y no pagar la deuda ilegítima y fraudulenta.
Así lo expresan las organizaciones sociales como los Cayetanos, UTEP, el Congreso Nacional del 21 F basado en las multisectoriales de todo el país, el reciente Congreso con 600 delegados de las CTA-Autónoma; el Manifiesto por la Soberanía, la Producción y el Trabajo firmado por más de 60 organizaciones, Centrales Sindicales, Movimientos Sociales, Gremios de la CGT, etc., partidos políticos dentro del Frente de Todos como el PTP, PCR, etc.
Los buitres de BlackRock nos ganaron un round pero no nos noquearon ni nos sacaron del ring; ahora viene otro round, la negociación con el FMI y vamos a dar pelea, planteamos suspender, investigar y no pagar la deuda ilegítima y fraudulenta.
Para transitar ese camino y en medio de la pandemia del Covid-19 que vino para quedarse un tiempo, tenemos una propuesta para que paguen los que se la llevaron en pala con el acuerdo de compañeros que la estudiaron la ofrecemos para el debate en el esfuerzo y la voluntad de encontrar entre todos los mejores caminos para terminar con el sistema de deuda perpetua.
Propuesta :
1.BONO DE REPARACION HISTORICA DEL BCRA
El BCRA tiene USD 50.000 M en pagarés no transferibles del Tesoro, también USD 14.000 millones de bonos negociables, que ahora entraron en el canje. Por estos papeles el BCRA entregó dólares físicos que se usaron para pagar bonistas externos (fraudulentos, etc.). En el patrimonio del BCRA se cuentan estos USD 64.000 millones.
La propuesta es que se emita un Bono de reparación histórica con el BCRA, un Bono trasferible y negociable por los USD 64.000 millones. Bono a ser amortizado por una contribución especial de las empresas a quienes se les dio el seguro de cambio y estatizo la deuda en 1982, a amortizar en 10 años, desde ya con una ley especial.
Con estos bonos el BCRA paga las Leliqs, por las que hoy está pagando intereses. Esa masa de pesos que sacaron de circulación para que no recalienten el consumo quedarían así igualmente neutralizados. Así, el Banco Central puede volcarlos a la producción. Esto sería un shock productivo, y una política para dejar de privilegiar la especulación. En todo caso puede ser necesaria una ley para su canje forzoso por las Leliqs.
2.INVESTIGACION DE LA DEUDA
Se propone continuar y profundizar la investigación iniciada por la fuga de dólares en el préstamo del FMI al gobierno macrista, en cuyas listas están incluidos los defraudadores actuales.
Esta investigación se inició a instancias de la Diputada Nacional por el Frente de Todos Fernanda Vallejos, quien presentó en la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda, un pedido de informes al BCRA.
En igual sentido, Claudio Lozano, Vicepresidente del Banco Nación, impulsó la investigación de la deuda del Grupo Vicentin con esta Entidad Bancaria.
