El gobierno nacional de Cristina Kirchner, en la supuesta “década ganada”, nos niega sistemáticamente el acceso a la salud. Prueba de esto es el pobre presupuesto destinado; lo que conlleva inevitablemente a la falta de profesionales e insumos necesarios en los hospitales públicos y salas barriales. Son incontables los testimonios de las mujeres que no acceden a la atención médica y tratamientos médicos necesarios: “nos quedamos a dormir en el hospital para conseguir un turno y muchas veces no conseguimos”, “no puedo hacerme el control ginecólogo porque en la sala del barrio no hay médicos”, “mi vecina se murió porque se hizo un aborto clandestino”, “no puedo pagar los remedios porque son muy caros”, “no consigo insulina”, “en la salita de mi barrio no entregan anticonceptivos”. Estos son solo algunos ejemplos de lo que las mujeres enfrentamos, entre otros tantos. La salud pública es un derecho que, con la falta de presupuesto, nos roba el gobierno con su política.
Somos millones las mujeres, a lo largo y ancho del país, que no tenemos acceso a la salud. Una de las principales causas de mortalidad materna son las complicaciones post-aborto. Hablamos de esos abortos realizados en la clandestinidad, en condiciones inaceptables y que nos alejan cada vez más de la salud. Esos abortos se llevan la vida de las mujeres pobres, las mujeres de los sectores más castigados por la política de ajuste de quienes nos gobiernan. Esos que se dicen “nacional y popular” y que públicamente declaran que la discusión del aborto no está en la agenda de este gobierno, como quedó demostrado, una vez más, cuando no dieron quórum para que se discuta el proyecto de Ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que ya fue presentado cinco veces en el Congreso Nacional.
Este gobierno se muestra indiferente a las muertes por abortos clandestinos -se calcula 400 al año- y ratifican su indiferencia cuando desconocen que más allá de la clandestinidad se realizan, aproximadamente, 660.000 abortos en Argentina y que en muchos de esos casos las mujeres quedamos con secuelas irreversibles en nuestro cuerpo.
Históricamente desde el movimiento de mujeres tomamos en nuestras manos la defensa y conquista de nuestros derechos, un reflejo de ello son los encuentros nacionales de mujeres en los que funcionan talleres de diferentes temáticas, entre ellos los vinculados con la salud de las mujeres, como por ejemplo: Mujer y Derechos sexuales y reproductivos, Mujer Anticoncepción y Aborto y Mujer y salud. Es en estos espacios donde, a partir de las experiencias, las que participamos salimos fortalecidas para la lucha y vamos conquistando los derechos que nos roban. En el año 2002 logramos que se sancione la ley la 25.763 de Salud Sexual y Procreación Responsable que obliga a los servicios públicos de salud y las obras sociales a dar información y proveer acceso gratuito a los métodos anticonceptivos a toda la población que lo solicite, no queremos que sea letra muerta, exigimos su total cumplimiento.
Este 28 de mayo nos encontraremos una vez más en las calles, junto al Frente Popular que aprobó en su 1° Congreso la convocatoria a las jornadas a realizarse nacionalmente, exigiendo al gobierno nacional, los gobiernos provinciales y los municipales:
Acceso a la salud pública y gratuita.
Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal seguro y gratuito para no morir.
Cumplimiento del derecho de abortos no punibles.
Plan integral de prevención de trastornos alimenticios.
