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05 de marzo de 2025

Preparando la jornada de lucha del 8 de Marzo

Día Internacional de la Mujer Trabajadora

La situación de las mujeres, como parte de nuestro pueblo, a más de un año del gobierno de Milei es dramática porque sufrimos el ajuste, la desocupación, la miseria, el hambre que asola a nuestras familias, la falta de empleo, los tarifazos imposibles de pagar, los aumentos en alquileres, remedios, alimentos, medicina prepaga, etc., etc.

Es decir, a más de un año nuestra economía está arruinada, bolsillos y cacerolas vacías, mucha tristeza y preocupación. Hace unos días salió un informe donde planteaba que una familia para no ser pobre tenía que ganar $1.033.716. Cayó el consumo de carne, leche, yerba y otros productos. Se suma a todo esto la cantidad de despidos, más de 37.000 empleados públicos en el sector de estatales y alrededor de 180.000 en el sector privado (Tiempo Argentino).

Con el fin de la moratoria previsional, prevista para el 23 de marzo, sólo una mujer de cada 10 va a poder jubilarse, por eso decimos también que el ajuste es violencia.

El primer golpe del gobierno actual fue cerrar el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. Después vino el cierre de la línea 144 contra el maltrato, y del plan ENIA contra el embarazo adolescente, que había logrado reducir las cifras en un 50%.

Además, dio de baja todos los programas de ayuda y asistencia a las mujeres víctimas de violencia, como por ejemplo el Acompañar, que se otorgaba en casos de víctimas de violencia.

Desmanteló la línea 144, dejando solo a dos personas atendiendo denuncias de todo el país. Entre enero y diciembre de 2024 hubo 273 víctimas de violencia por motivos de género. Por los femicidios, 307 niñas y niños perdieron a su madre. Según el Ministerio de Justicia, las denuncias por violencia sexual contra las infancias están en aumento y superan los 2.000 casos anuales.

También dejó sin financiamiento la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), además de oponerse a la educación sexual integral (ESI) en las escuelas.

Todas estas medidas van en contra de leyes nacionales logradas con años de lucha del movimiento de mujeres y feminista de nuestro país.

Todo esto es un aspecto, el otro tiene que ver con el ataque sistemático a las organizaciones sociales, quienes se pusieron a la cabeza de la lucha contra el hambre, con la apertura desde antes de la pandemia, de cientos de comedores y merenderos en todo el país. La saña y la crueldad de este gobierno se ve en que no entrega ni un paquete de arroz a estos lugares. Los que siguen funcionando es gracias a la solidaridad de nuestro pueblo.

La realidad de las trabajadoras es tremenda. Conocemos que en diciembre de 2024 el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil estableció nuevos valores salariales para 2024 y 2025. A partir de marzo de 2025, el salario mínimo será de $296.832 para trabajadores mensualizados con jornada completa y $1.484 por hora para jornalizados.

En agosto del 2024, mujeres que trabajaban como auxiliares en escuelas o siendo empleadas municipales estaban en un promedio de 180/220 mil pesos mensuales. En el área de la salud las compañeras que trabajan en los sectores de limpieza, por ejemplo, también tienen esos sueldos, que no alcanzan a cubrir la canasta familiar. Con estos valores vas “tapando agujeros”. No alcanza para nada. De todas maneras, es muy dispar la remuneración salarial, porque tiene que ver la rama, servicios, del sector privado o estatal, tercerizados o no.

Por otro lado “las mujeres perciben en promedio un 27% menos que los varones” en Argentina. Esto claramente nos indica que las mujeres perciben, en promedio, menos ingresos que los hombres por trabajos similares, de todas maneras los sueldos para las trabajadoras en relación de dependencia son muy desparejos.

En Argentina, el 68% de quienes realizan tareas domésticas no remuneradas son mujeres, mientras que sólo el 32% son hombres. Estas responsabilidades, que no forman parte del mercado laboral, limitan las oportunidades de las mujeres para acceder a empleos mejor remunerados y afectan su crecimiento profesional.

Este reparto desigual de las tareas domésticas, conocido como feminización del trabajo de cuidado, implica que las mujeres deben enfrentarse a una «doble jornada»: la remunerada y la no remunerada. Esto restringe su acceso a mejores condiciones laborales y les impone una carga de trabajo adicional, que no siempre se visibiliza ni se reconoce económicamente.

 

Vamos a una gran jornada de lucha este 8 de Marzo

Para este 8 de Marzo nos venimos organizando en asambleas, reuniones, a lo largo y ancho del país con diferentes sectores, con gremios y sindicatos, con las centrales (CGT, CTA A y CTA T).  Venimos de lo que fue el 1F, una jornada multisectorial, unitaria, masiva y federal.

Este 8 de Marzo estará teñido por lo antifascista, antirracista y antipatriarcal. Se viene planteando con fuerza el paro feminista internacional.

Y nos encuentra preparándonos y organizándonos para que en esta jornada podamos denunciar todo este ajuste de este gobierno: Contra los miles de despidos, tanto en el sector privado como en el estatal. Salarios acordes a la canasta familiar, igual salario por igual trabajo. No a la eliminación de la moratoria previsional. Aumento de los planes sociales. Alimento para los comedores. Contra el desfinanciamiento de las universidades públicas. Defensa de la salud pública. Ley de Emergencia nacional en violencia contra las mujeres. Reconocimiento del trabajo de las promotoras territoriales.

Escribe María Rosario, Miembro del Comité Central del PCR y responsable del Partido para el trabajo entre las mujeres

Foto: El 8 de marzo del 2024 en CABA

hoy N° 2049 05/03/2025