José Aranguren, no cabe la menor duda, es un hombre fuertemente ligado a los intereses ingleses en Argentina. Macri, luego de impulsar la candidatura de Rodríguez Larreta a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se marchó al sur (según algunas fuentes), a descansar a la lujosa estancia de Joseph Lewis en el Lago Escondido. Josep Lewis es el propietario del aeropuerto en Puerto Lobos, provincia de Río Negro que autorizó la Dra. Nilda Garré y la Dra. Fernández de Kirchner. Se trata de un aeropuerto de mayor extensión que el Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires, y en el que pueden descender aviones de gran porte como los que utiliza la OTAN y está a solo dos horas de la base británica de Mount Pleasant, en Malvinas.
Macri, Zanon y Scioli
Macri pertenece al grupo que comanda su padre, Franco Macri, hoy cabeza de los negocios entre China y Argentina que tanta felicidad le produce a la Dra. Fernández de Kirchner. Los “padres fundadores” Macri, Zanón y Scioli, integraron el viejo grupo italiano que propiciaba desde entonces una nueva orientación geoestratégica de la Argentina: una alianza desde el Atlántico a los Urales (como la definió en su momento el ex ministro de economía de la dictadura Roberto Aleman). Es decir una alianza con la antigua URSS, hoy continuada por la Rusia de Putin, hombre del aparachiki soviético, la KGB. El grupo italiano que propiciaba la alianza con occidente lo encabezaba Oberdan Guillermo Salustro, y ya sabemos cómo terminó sus días durante el interregno dictatorial del Tte. Gral. Lanusse.
Entre Macri y CFK “no hay fin de ciclo”
Eurnekian, cabeza de los negocios entre Rusia y Argentina, que también llenan de gozo a la Dra. Fernández de Kirchner, ha dicho en un reciente reportaje que entre CFK y Mauricio Macri no hay fin de ciclo. Cierto. Muy cierto. Macri garantiza, junto a otros como Eurnekian, la continuidad estratégica del cambio geopolítico de la Argentina: alianza estratégica integral con China y alianza estratégica con Rusia. ¿Libres de todo dominio extranjero? No creemos que de eso haya hablado Mauricio Macri con Joseph Lewis ni su padre con Xi Jinping.
En la alianza estratégica integral o en la alianza estratégica, sea el caso, cambiarán los nombres propios de los negocios; no se llamará Electroingeniería (o solo Electroingeniería), sino Calcaterra o Nicolás Caputo, y siempre estará el juego con Cristóbal López, el zar del juego de la década ganada, como nexo vinculante entre la administración K y la propiciada del PRO.
Resumiendo: el gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner destruyó el sistema de defensa nacional y transformó a las FFAA en su nueva central de inteligencia interna; y si bien instaló Malvinas en los foros internacionales y otras medidas que respondían a reivindicaciones nacionales, sostiene a rajatabla los Acuerdos de Madrid y todos los entendimientos secretos con el Reino Unido. Néstor Kirchner y Das Neves ampliaron la concesión a Panamerican, 60% Bristish Petroleum, hasta el ¡2047! Y CFK le concedió un negocito por 4.000 millones de dólares a la Bristish Petroleum en la importación de combustible. Scioli se ofrece como la continuidad de esa destrucción pero con fe y esperanza, Massa propone usar las FFAA para conflictos internos como indica el vademécum del Santa Fe IV del grupo Bush-Rumsfeld-Cheney, y Macri va a consultar a Joseph Lewis que es lo más conveniente… para los ingleses.
