“Debemos distinguir entre las palabras y acciones desfavorables y favorables para la unidad del Partido: las primeras son incorrectas e incluso ilícitas y por lo tanto deben criticarse y combatirse; mientras que las segundas son correctas, necesarias y legítimas, por lo que deben aplaudirse y alentarse. También debemos distinguir los rumores, chismes y los ataques personales, de la crítica y la autocrítica en el seno del Partido.
Zou Enlai (Obras, t. II. pág. 144)