Los docentes comenzamos el 2013 con un paro nacional el 25 de febrero, realizamos y terminamos el año con grandes luchas, como las protagonizadas por los compañeros de Sitech en el Chaco, Sutef en Tierra del Fuego y ATECh Regional Sur en Comodoro Rivadavia, entre otras, logrando triunfos importantes que mostraron el camino para satisfacer las necesidades de los trabajadores de la educación y defender la escuela pública, desenmascarando el doble discurso del gobierno nacional y los gobiernos provinciales.
Los docentes comenzamos el 2013 con un paro nacional el 25 de febrero, realizamos y terminamos el año con grandes luchas, como las protagonizadas por los compañeros de Sitech en el Chaco, Sutef en Tierra del Fuego y ATECh Regional Sur en Comodoro Rivadavia, entre otras, logrando triunfos importantes que mostraron el camino para satisfacer las necesidades de los trabajadores de la educación y defender la escuela pública, desenmascarando el doble discurso del gobierno nacional y los gobiernos provinciales.
A fin de año el conjunto de los trabajadores del país reclamamos un bono o aguinaldo extra para paliar en aquel momento la pérdida salarial ocasionada por la inflación anual que llegó al 30%, con el consiguiente saqueo de nuestros bolsillos. La insensibilidad del gobierno nacional, una vez más, hizo oídos sordos a este reclamo conociendo el grave deterioro salarial que sufríamos. En nuestro caso, hay que agregar las pésimas condiciones laborales del trabajo docente y la manifiesta deserción escolar que se vivió, sobre todo en las escuelas secundarias, cuando después de las vacaciones de invierno, miles de alumnos abandonaron las aulas.
En la provincia de Buenos Aires, a las ya conocidas y denunciadas condiciones en que se desarrolla nuestra tarea, se le sumó el no pago de los sueldos a los docentes. Con la complicidad de la dirección de los gremios, porque si no sería imposible que esto suceda, Scioli implementó un sistema de ajuste a través del no pago de los sueldos docentes. Hay un sistema perverso de rotación que afecta a distintos grupos cada mes. Es así como miles de docentes no cobran sus salarios todos los meses.
En diciembre, cuando se producen los motines policiales acompañados de los saqueos, velozmente los gobiernos provinciales y el gobierno nacional, accedieron al pedido de las distintas policías, elevando de hecho los niveles salariales, cuando el gobierno nacional ya había decidido que en las paritarias no podían ofrecer más que un 18%. La devaluación, que venía a cuenta gotas, en enero fue brutal, acompañada por un proceso inflacionario escandaloso que devoró el poder adquisitivo de los trabajadores, ni qué decir de los desocupados que viven con $2.000 o los jubilados que con el “gran” aumento, van a cobrar en marzo $2.700.
Crece el hambre y la pobreza. Esta devaluación empujó a miles y miles de argentinos por debajo de la línea de pobreza. Esto tiene particular importancia en el sector docente, porque ataca directamente las posibilidades de niños y adolescentes de concurrir a las escuelas. Cuentan las compañeras de Rosario que en las escuelas se volvió a ver el cambio de zapatillas entre los hermanos, por lo cual dentro del programa de lucha de los gremios debe estar incluido el pedido de zapatillas para los alumnos.
El gobierno nacional, que ya había rechazado el bono, pretende que el acuerdo paritario no supere el 22 ó 23% y tenga validez por un año. Los gremios docentes que pertenecen a la CGT (UDA, AMET, Sadop y CEA) pidieron un salario inicial de $5.500, lo cual constituye un aumento del 61%. Es absolutamente insuficiente, pero la Ctera, que es el gremio docente más grande del país, no sólo no ha realizado ningún pedido concreto sino que su secretaria general, Stella Maldonado, ha hecho declaraciones públicas planteando primero que no fuera menos de 35% y cambiando luego a que no se debía hablar de porcentaje, sino de una suma fija. Esto reafirma una vez más la obsecuencia de estos dirigentes que, tanto en el Congreso Ordinario de Suteba como en el de Ctera, hicieron apología de la política educativa, económica y social del gobierno de los Kirchner, para justificar la inacción, el abandono de las luchas provinciales a su suerte y la subordinación absoluta encabezada por Yasky, su jefe político, quien sin avergonzarse, convalida, aplaude y festeja cualquier anuncio realizado por la presidenta.
Nosotros tenemos que luchar por lo que necesitamos para vivir y por lo que necesita la escuela pública para no extinguirse. Porque este gobierno, que se llama a sí mismo “nacional y popular” está destruyendo la escuela pública en beneficio de las privadas.
Luchar por lo que necesitamos significa que hay que exigir en forma inmediata un bono de emergencia de $3.000 y $8.500 de sueldo inicial con discusión salarial cada 3 meses o cláusula gatillo de aumento por inflación en el camino de alcanzar la canasta familiar en un cargo, que hoy está por encima de los $13.000.
Prepararnos para luchar
En diciembre hubo una importante reunión de docentes de todo el país, donde estuvimos representados gremios que pertenecen a Ctera y también nucleados en la Federación Nacional Docente de la CTA que dirige Pablo Micheli. Allí se discutió la situación política y se acordó una nueva reunión para el mes de febrero, que se va a realizar el 17, para coordinar las luchas que seguramente se van a dar en las provincias.
En la provincia de Buenos Aires, en el ámbito de coordinación de las nueve seccionales opositoras, realizamos un importante encuentro de delegados el 18 de diciembre en La Matanza que tendrá continuidad el 24 de febrero en Quilmes. Este Encuentro de delegados estará precedido por asambleas por escuela y asambleas distritales en la semana del 17 al 21.
Seguimos exigiendo que las direcciones provincial y nacional se pongan a la cabeza de los reclamos y habiliten los espacios democráticos de discusión de la docencia para enfrentar el ajuste, pero nos preparamos por si no lo concretan.
Bregamos por la unidad en la lucha con el resto de los trabajadores, por ello apoyamos la marcha del 11 de desocupados y jubilados de la CCC, la convocatoria de la CTA provincia (dirigida por Oscar de Isasi, secretario general de ATE Provincia), que convoca a un paro con movlilización a la Casa de la Provincia el 12 de febrero. Y propondrá a la Mesa Nacional de la CTA, que se reunirá el 18, la realización de un paro nacional activo el 5 de marzo. Nos solidarizamos con la lucha de los trabajadores del Indec que realizarán un acto el 13 denunciando una vez más la mentira kirchnerista.
Para enfrentar semejante ajuste, semejante ataque a la clase trabajadora en su conjunto, es necesaria la más amplia democracia y participación en las decisiones de las bases docentes, con los padres y los alumnos, en asambleas por escuela que permitan ir profundizando y masificando las medidas de lucha.