El 18 de agosto –informa OPI Santa Cruz- docentes de la provincia volvieron a reclamar justicia al cumplirse cuatro años del brutal atropello a manifestantes estatales que el ex ministro de Gobierno kirchnerista Daniel Varizat provocó con su camioneta 4×4 en Río Gallegos.
Recordemos que Varizat, en este hecho, pasó por encima de 21 personas, que sufrieron heridas de distinta gravedad, muchas con secuelas hasta el día de hoy.
El 18 de agosto –informa OPI Santa Cruz- docentes de la provincia volvieron a reclamar justicia al cumplirse cuatro años del brutal atropello a manifestantes estatales que el ex ministro de Gobierno kirchnerista Daniel Varizat provocó con su camioneta 4×4 en Río Gallegos.
Recordemos que Varizat, en este hecho, pasó por encima de 21 personas, que sufrieron heridas de distinta gravedad, muchas con secuelas hasta el día de hoy.
La dirigencia del gremio docente Adosac Río Gallegos señaló que “el reclamo por justicia, pese a la impunidad, sigue vigente entre quienes no olvidamos y no dejamos torturar nuestros sueños e ilusiones porque luchamos por una sociedad donde se respete la vida y los derechos de todos”.
Bajo el título de “No olvidamos”, los maestros aseguraron en un documento que “la impunidad desnuda su violencia, avanza cada vez que gana en la resignación, que resiste en el olvido, que nace en la injusticia, que escribe en la obediencia y cuando se acepta la realidad en lugar de luchar por transformarla”.
Además, señalaron que “a cuatro años del brutal acto perpetrado por el funcionario kirchnerista Daniel Varizat” en contra de los trabajadores de “distintos sectores que se encontraban en lucha por reivindicaciones básicas”.
Aseveraron que sus reclamos se llevaron adelante “luego de tantos años de aplicación de políticas neoliberales, de autoritarismo político, del desprecio a las instituciones a partir de la sordera de la clase dirigente frente a las demandas de la clase trabajadora”.
Varizat, ex ministro de gobierno santacruceño, y funcionario de la empresa estatal Fomicruz cuando el 17 de agosto de 2007 por la tarde atropelló a una manifestación de estatales dejando más de 20 heridos. En el 2008 quedó libre tras un grotesco “juicio”, y protegido por el poder político, se mudó a Buenos Aires, donde vive, bajo la tutela del Patronato de Liberados de la provincia, sin que se le haya retenido (ni siquiera) el carnet para conducir o se lo haya inhabilitado por un periodo determinado.