El plenario de secretarios generales de Conadu Histórica se reunió el 30/10, allí los paritarios informaron sobre la última reunión paritaria del día 28, en la cual, la Federación trasladó al Ministerio de Educación de la Nación el rechazo al techo del 7%.
Luis Tiscornia cuenta que como resultado de esa paritaria, “lamentablemente, el resto de las federaciones aceptaron ese techo, con lo cual se configura una rebaja salarial muy importante para la docencia universitaria y preuniversitaria”.
El Plenario de ConaduH ratificó el rechazo al techo del 7%, y reafirmó la continuidad de los reclamos de la docencia universitaria “porque esa imposición nos deja, al mes de octubre, a más de un 14% por debajo de la inflación. Y la pauta de revisión recién en la segunda quincena de diciembre, nos deja a más de un 20% de acuerdo a la proyección inflacionaria. Con lo cual se constituye en una rebaja salarial muy fuerte”.
El Plenario ratificó la continuidad de los reclamos, y van a lanzar una campaña nacional de denuncia y repudio a la rebaja salarial, y rechaza la maniobra de querer disfrazar ese número como si se estuviera empatando con la inflación. Explica Tiscornia: “Suman a la paritaria 2020 la última cuota de la paritaria 2019, que era la cláusula gatillo, que involucraba la inflación octubre-noviembre-diciembre (2019) y enero-febrero (2020) que tenían que pagar un 14,5%, y en ese momento la rebajaron, pagando solamente un 9,7%. Ahora, falsamente suman este último número a la paritaria 2020.
“Lamentablemente, las otras federaciones aceptaron esta rebaja salarial, con lo cual la ConaduH mantiene los reclamos, continúa con las acciones gremiales, vamos a una jornada nacional de lucha el 5/11 en todas las universidades del país. Convocamos a todas las asociaciones de base y gremios, que aun no perteneciendo a nuestra federación, rechazaron este techo, para articular acciones en defensa de los salarios”.
Además, uno de los reclamos que vienen haciendo los docentes universitarios es el una suma de dinero en concepto de reconocimiento de gastos, porque toda la enseñanza universitaria se está haciendo sobre la base del trabajo de los docentes en sus casas con recursos propios. Ilustra Tiscornia: “Si cada docente no paga Internet a fin de mes, lo que sería una decisión individual y privada, no hay clases en las universidades argentinas. Mientras tanto, las universidades están cerradas, ahorrándose montón de dinero, el aula es la casa de cada uno de los docentes. Eso no está reconocido”.
Para finalizar, Tiscornia analiza que hay que volver a la presencialidad porque “la virtualidad afecta a los derechos docentes por el sobretrabajo que implica. Afecta los derechos estudiantiles, por la cantidad de jóvenes que quedan afuera. Y afecta la calidad académica. Como es una emergencia, hacemos todo lo posible para que los perjuicios sean menores, pero hay que volver lo antes posible a la presencialidad para contestar a aquellos que están augurando un futuro de virtualidad. Pero el retorno tiene que hacerse en discusión en paritarias en cada una de las universidades donde se garantice el cuidado de la salud tanto de estudiantes como de los docentes. En definitiva, el retorno a clases hay que analizarlo en la discusión paritaria, a la luz de cómo se evita violar los derechos laborales, y cómo se evita perjudicar los derechos de los estudiantes”, finalizó.
Hoy N° 1839 04/11/2020
