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11 de abril de 2012

A la tolva es un documental  producto del trabajo colectivo del grupo documental Mate Amargo y con la participación de los protagonistas de la lucha de Kraft. Conversamos con Daniel Waiberg y Ezequiel Odone que nos cuentan cómo fue el proceso de realización.

Documental A la tolva

Hoy 1414 / La historia contada por sus protagonistas

De la idea a la realización

De la idea a la realización
Mate Amargo, según cuentan sus integrantes, se fue formando como grupo documental cuando deciden ir a filmar la experiencia de la lucha de Kraft en 2009. Antes, habían sido estudiantes de la carrera Audiovisuales en la Universidad de Lanús. Tal como introduce Daniel, “lo primero era hacer un largometraje sobre la lucha de Terrabusi”, y define: “fue bastante anárquico al principio. Yo tenía una idea de lo que se veía en Terrabusi: una fábrica que venía con una comisión interna que luchaba, con una experiencia grande, también sabíamos que ese año se venían despidos y que eso podía ser la punta de algo enorme”. Ezequiel Agrega: “Como grupo nadie nos conocía, íbamos y veíamos qué había: fue como un río que se fue encauzando, todo fue saliendo solo.”
Ambos documentalistas acuerdan en que se puede pensar un guión, una idea de lo que se va a mostrar, “hasta cierto punto, porque la historia te la dibuja el hecho en sí.” Ezequiel resume este recorrido: “Ibamos, tomábamos mate, filmábamos, hacíamos entrevistas, nos hicimos amigos de los chicos que estaban en el conflicto, que eran los protagonistas y de pronto ellos sintieron confianza en nosotros y nos dieron material –de adentro de la fábrica- que no tenía nadie. Eso no lo teníamos planeado, esas cosas te van cambiando el montaje, el guión y cómo narrar la historia. De hecho, muchas cosas del documental tienen que ver con tomas que no son nuestras -tomas de los mismos trabajadores que hicieron con sus cámaras, celulares-, que también fue una decisión ponerlas: lo que era el vivir el conflicto dentro y fuera de la fábrica.”
Poner esas imágenes tomadas por los obreros permite mostrar desde qué punto de vista se quiere relatar el hecho, a esto Daniel agrega: “El documental te permite que al tener una cámara que no sea de buena calidad la imagen, imágenes rotas, donde el ruido es contraproducente acá le da el carácter de verosímil, le da realismo, que es un documento.”

 

Los protagonistas de la lucha en su totalidad
El tratamiento de los protagonistas, en este documental son mostrados en el contexto de la cotidianeidad de esa lucha: abundan imágenes de asambleas, almuerzo, tiempo libre, marchas, etc. Daniel explica: “Fue una decisión no generar personajes de bronce, héroes inmaculados, sino mostrarlos en su totalidad, tipos que por momentos se ponen mal, se bajonean, se ríen de algo. La idea era mostrar la persona en su totalidad: que son personas comunes, que se ríen, que lloran, que tienen un corazón sincero, y con un ingrediente importante: que en Terra hubo una decisión de enfrentar y hubo una Comisión Interna que bancó a los trabajadores, gente que dijo yo no voy a dejar que me sigan cagando, y se plantaron y dieron batalla”.

 

El presupuesto y el día a día
No había presupuesto. Ambos en ese entonces sin trabajo, fueron bancando con los pesos que tenían. “Nos habrá llevado cuatro mil pesos. Fuimos poniendo plata que no recuperamos pero que tampoco era la idea recuperarla”, comenta Daniel.
“Yo le sacaba el auto a mi vieja –interviene Ezequiel-, muchas veces salíamos a las tres de la mañana y llegábamos en una hora. A veces nos tocaba laburar… iba uno solo.”
“Era tan grande todo y nosotros tan pocos y con pocos recursos que muchas cosas nos perdimos de cubrir, no teníamos a alguien plantado las 24 horas ahí. Hablábamos con los chicos y decían tal día vamos a hacer tal cosa, volvíamos y estábamos con ellos en la marcha, en un corte, lo que sea. Nos quedábamos ahí, por ahí filmábamos una hora pero estábamos diez horas, charlábamos, tomábamos mate, participábamos, dábamos una mano, cuando fue el festival ayudamos algunas cosas, estábamos ahí, éramos parte del aguante -recuerda Daniel-, a tal punto llegó la confianza que había una trabajadora que entrevistaba a sus propios compañeros, cuando yo no podía ir.”

 

¿Cómo recortar la historia para contarla en imágenes?
Después de la represión del 5 de setiembre, empiezan las negociaciones y la firma del acta, que marca una parte importante de la lucha de Terrabusi. “Cierra el documental con eso”, explica Daniel y fundamenta: “Nosotros entendimos que cierra una etapa ahí, un ciclo, y que empezaba otra nueva etapa que se prolonga. Parte del acta eran las reincorporaciones, casos que se iban a ver uno por uno. Nosotros entendíamos que no era un final, pero a nivel relato, necesitábamos un punto final para la película. Ya era otra etapa de la lucha: unos estaban fuera de la fábrica en el acampe, otros adentro. Pero ya se había pasado a otra etapa.

 

Cuando los protagonistas se ven a sí mismos
Ver la reacción de los protagonistas de la lucha de Kraft, la emoción que les genera verse como parte de esa lucha en un filme, “ver su reacción, nos sentimos realizados. Ellos dicen que la historia está fidedignamente contada a nivel histórico” reflexiona Ezequiel. “Yo me acuerdo de uno de los chicos que cuando la vio dijo: es la primera vez que me veo como persona, de carne y hueso”, recuerda Daniel.