El compañero Nardulli, en su alegato, contó sus orígenes como inmigrante italiano cuando su familia vino “corrida por la guerra”. Relató hechos de discriminación de su infancia, y planteó que esa xenofobia ahora es con los hermanos latinoamericanos.
El compañero Nardulli, en su alegato, contó sus orígenes como inmigrante italiano cuando su familia vino “corrida por la guerra”. Relató hechos de discriminación de su infancia, y planteó que esa xenofobia ahora es con los hermanos latinoamericanos.
Luego expresó que se sentía muy mal por estar en el juicio “mientras mis compañeros están inundados”, y que “me siento condenado” por haber tenido que soportar este juicio. Refutó Nardulli expresiones del fiscal, que había citado a Rousseau diciendo que todos debían someterse “al dulce yugo de la ley”, cuando los primeros que incumplen la ley son los gobiernos, como el de Macri que no ha llevada adelante la Ley 1770, de urbanización de la Villa 20. “No hay justicia para los sin techo, o sin trabajo en un país que produce alimentos para 400 millones de personas, y donde se siguen muriendo de hambre nuestros chicos.”
Criticó las aseveraciones del fiscal en cuanto a quién puede o no vivir en la ciudad (ver en la nota), “parece que para algunos los pobres pueden venir a prestar servicios en la ciudad, pero se tienen que ir a vivir lejos, y al costado de los ríos que inundan sus casas.” Relató Nardulli la historia de los inmigrantes, desde cuando se hicieron las primeras villas, y el despojo a los campesinos y originarios que “se metieron en la ciudad en un pedazo de tierra mucho más chico del que le sacaron”. “No quieren casas gratis. Ningún villero se hizo su casas así, sino poniendo ladrillo sobre ladrillo, sin ayuda alguna del Estado”. “A Salgueiro y Chura Puña, la única tierra que le dieron fue donde los enterraron”.
Se explayó sobre los piquetes que se siguen realizando, ante las inundaciones o los cortes de luz, “lo mismo hacen en Recoleta, porque el piquete es un medio”, aseguró Nardulli.
Expresó que este juicio era una persecución política, y sobre los dichos del fiscal sobre los 31 años de democracia, dijo que había sido producto de la lucha popular, y con el costo de 30.000 desaparecidos. Leyó Nardulli el Preámbulo de la Constitución “con el que hizo campaña el Dr. Alfonsín”.
Sobre el Indoamericano, refirió que las tierras ocupadas más que un parque son un potrero, y que el gobierno se los ha cedido al polo farmacéutico, “que va a contaminar”, mientras se siguen haciendo rascacielos pero no hay un peso para viviendas populares, y no se da trabajo para obras de infraestructura. Queremos trabajo genuino.”
Nardulli finalmente afirmó que “no acordamos la probation, porque eso hubiera sido traicionar a los familiares de los asesinados”, y que “de lo que somos culpables es de ser solidarios con los que menos tienen”. Describió la situación de familias enteras que viven en las calles de la ciudad, “en el mismo Cabildo, bajo las autopistas, etc. No cerremos los ojos a esta situación”. Aseguró que los extranjeros que nos joden no son los que vienen con una cuchara de albañil, sino los buitres yanquis, europeos o asiáticos que nos despojan de nuestras riquezas. Y reafirmó “compañeros son los 13.333 censados en el Indoamericano, los sin techo, los que están hoy con sus casas anegadas. Además tengo el orgullo de pertenecer a la Corriente Clasista y Combativa, que está cumpliendo 20 años sin que nos puedan sacar de las calles. Porque donde haya una injusticia, ahí vamos a estar.