Noticias

02 de octubre de 2010

Por más de 70 días, los cosecheros de yerba mate reclamaron la interzafra que permita soportar la falta de trabajo. El gobierno tuvo que ceder.

Dura lucha de los tareferos

Misiones: por el reconocimiento interzafra

Hace más de dos meses y medio que se iniciaron las carpas negras y cortes de ruta en distintas localidades (Oberá, Jardín América, Campo Grande, San Vicente) por los que pasaron cientos de tareferos (cosecheros de yerba mate). A eso se agregó la instalación de un grupo de más de 100 compañeros y compañeras en la plaza frente a la gobernación en Posadas. Mujeres, chicos, y adultos unidos en una misma lucha: lograr un reconocimiento interzafra (la cosecha de yerba se suspendió por 4 meses), que les permitiera soportar la falta de trabajo.
Fue un duro peregrinar y luchar contra la lluvia, la enfermedad, el hambre, pero siempre manteniendo una gran firmeza. Sortearon cien zancadillas y mentiras del gobierno y de los personajes del gremio Uatre. La iglesia catedral situada a escasos metros cerró su ingreso a los baños. Los más chicos se enfermaban y hubo que exigir al gobierno que los atienda. Los candidatos electorales no se animaron a pasar por allí. Hubo momentos terribles de tormentas.
Tuvieron el apoyo del pueblo de Posadas que aportaba a las alcancías, traía colaboración para la comida y ropas. También ayuda para las carpas de polietileno negro y cartones para el piso cada vez que se mojaban. Aprendieron a exigir al Ministerio de Bienestar Social la leche, la harina y otras provistas. La CCC aportó su vieja y golpeada olla, y un grupo de la Corriente preparó comida para todos los tareferos.
Nada les hizo retroceder, empujaron y consiguieron que el gobierno pague el pasaje a Buenos Aires. Peregrinaron allí hasta conseguir que la Uatre (que los hizo dormir la primera noche en la estación Lacroze) le dé alojamiento y comida, aunque se desentendieron del reclamo.
La Gerencia de Empleo decía que era cosa del Instituto de la Yerba Mate; el gobierno provincial que era cosa de la Gerencia de Empleo. Finalmente volvieron de Buenos Aires y decidieron quedarse hasta conseguir respuesta.
El corte sobre la ruta nacional 12 en Jardín América se mantuvo firme en esos días. El 23/11 denunciando la situación en el Foro de la Tierra. Finalmente recibieron el acuerdo de la Provincia y la Nación para un aporte interzafra para los enero y febrero, y el empadronamiento.
Los últimos días fueron de terrible lucha, el gobierno lanzó con el apoyo de los medios una campaña para “limpiar la Plaza” por la cercanía de la asunción de los nuevos mandatarios. Provocación tras provocación, divulgaron que el tema ya estaba solucionado, que ya se habían ido todos de la plaza, y así pudieron desarmar la lucha en el interior. Sin embargo, un grupo de 70 tereferos con sus familias, resistían exigiendo alimentos y plata para pasar las fiestas. “Si volvemos no tenemos qué comer” sostenían. Al dirigente principal le quemaron su casa en Oberá.

Frente a Casa de Gobierno
Fue así que 5 días antes del traspaso del poder el grupo decidió a cortar la calle frente a la Casa de Gobierno: instalaron allí mismo frente a la puerta una carpa negra, y quemaron gomas durante 4 días impidiendo el transito. Por la noche la policía intentó el desalojo, pero las mujeres y los niños durmiendo sobre el asfalto lo impidieron. Un comisario intentó apresar a los dirigentes y realizó amenazas con su pistola.
Al día siguiente “anunciaron” la mentira de que se habían quemado árboles de la plaza y que se había detenido a dos integrantes de Quebracho. No hubo acto en la Casa de Gobierno el 10/12. Los tareferos no se amedrentaron, a la mañana siguiente crearon un caos en la Plaza y frente a la Casa de Gobierno. Contaron con ayuda de la jornada de lucha de la CCC, realizando una marcha conjunta el 12/12. Pretendían desgastar la lucha y expulsar derrotados a los tareferos.
No lo lograron. El 13/12 el gobierno tuvo que ceder parcialmente y otorgaron dos bolsas de alimentos esenciales y $ 100 por cada adulto; pusieron dos colectivos para el traslado de las familias y sus pertenencias hacia Oberá.
Con alegría y la decisión de seguir para hacer cumplir el acuerdo, emprendieron viaje a sus hogares, después de más de 70 días de lucha.