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02 de octubre de 2010

El Ecuador está viviendo un nuevo período de auge de las luchas sociales y populares.

Ecuador: auge popular y cambio de Correa

Hoy 1288 / Habla Luis Villacís, director nacional del Movimiento Popular Democrático

Los maestros paran en defensa de sus derechos y de la educación pública; los universitarios se movilizan por una Ley de Educación Superior democrática; los estatales manifiestan en defensa de la contratación colectiva, y el movimiento indígena lucha contra la privatización del agua y la minería a cielo abierto.
Aunque en la semana anterior se produjo cierta distensión tras el encuentro del presidente Rafael Correa con la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y la Unión Nacional de Educadores (UNE), para el Movimiento Popular Democrático (MPD) la violenta represión del 30 de setiembre (ver hoy, 7-10-09) demuestra que Correa está alejándose del proyecto de cambio con que inició su gobierno en enero de 2007.
Reproducimos lo sustancial de una entrevista a Luis Villacís, director nacional del Movimiento Popular Democrático, publicada por En Marcha, semanario del Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE), Nº 1460 (9 al 15 de octubre de 2009).

Quieren desviar el proyecto de cambio
—El gobierno acusa a las organizaciones populares y a algunas organizaciones de izquierda, como el MPD, de ser utilizadas por la derecha en la actual circunstancia política.
—Nuestra razón de ser es la lucha por la patria nueva y el socialismo. Luchamos para que en el Ecuador se instaure un gobierno popular, patriótico y revolucionario, y [en ese camino] hemos apoyado a sectores democráticos y progresistas. Esta línea de conducta es contraria a quienes defienden el sistema capitalista, un sistema de explotación del hombre por el hombre, un sistema de dependencia de nuestro país al capital transnacional.
…Esa es nuestra línea de conducta, contraria a las posiciones de derecha que se expresan de diversa forma, ya sea con propuestas abiertamente neoliberales o aquellas que buscan mantener el capitalismo con programas desarrollistas y reformistas.

—En medio de la conflictividad política y social que estos días vive el país, se habla de la necesidad de encontrar una solución política a la movilización popular. ¿Qué opina el MPD al respecto?
—En efecto, debe buscarse una solución política que tiene que estar en la línea de cumplir con lo que se ofreció en la campaña electoral. Eso pasa por ser consecuentes con lo que resolvió la Asamblea Nacional Constituyente y con el cumplimiento de la Constitución vigente.
¿Qué puntos tienen que ver con la solución política? Los trabajadores requieren que se respeten sus derechos: al trabajo, a un salario digno, no sometido a la productividad o rentabilidad de las empresas, sino un salario acorde al costo de la canasta familiar; demandan que se respete el derecho a la contratación colectiva, a la estabilidad laboral, el derecho a la huelga.
Otro aspecto a tomarse en cuenta es el respeto a la gratuidad de la educación. Eso significa que deben reabrirse cinco mil escuelas cerradas… La solución política pasa por respetar la autonomía universitaria, el libre ingreso a las universidades. Pasa por respetar el derecho humano al agua, por respetar el medio ambiente y no permitir la explotación minera a cielo abierto y a gran escala…

—En la dirección nacional del MPD se ha definido una política de independencia frente al gobierno. ¿Cómo entender esta postura?
—Nosotros expresamos nuestro apoyo al gobierno de Rafael Correa para combatir el neoliberalismo y abrir el campo a una sociedad en la que se respeten los derechos de los trabajadores y los pueblos; en ese camino apoyamos la convocatoria a la Asamblea Constituyente y a la actual Constitución.
Han pasado algunos meses y sucede que este proyecto está siendo abandonado por Rafael Correa y está tomando el camino de la derechización y de la restauración del neoliberalismo. Frente a eso el MPD plantea la independencia política, que significa mantenernos en la lucha por el cambio…
Esta política de independencia también significa estar a la cabeza de la lucha de los trabajadores, junto a las comunidades indígenas y campesinas reivindicando el derecho al agua, a la tierra, a la soberanía alimentaria, a una reforma agraria bajo el principio de entregar la tierra a quien la trabaja. También está el hecho de ponernos a la cabeza de la lucha de los maestros ecuatorianos que pelean por una educación fiscal, laica y gratuita…
En esta línea marcamos la diferencia con quienes quieren desviar el proyecto de cambio hacia la defensa del capitalismo y reinstaurar el neoliberalismo.

—¿Esta independencia no es una forma distinta de decir que el MPD va a la oposición?
—Esta es una forma de ubicar la coherencia entre lo que decimos y hacemos, entre lo que plantean los principios y el programa de gobierno del MPD y lo que la militancia, consecuente con su posición de izquierda revolucionaria, implementa. Simplemente marcamos diferencia con aquellas posiciones que se contraponen con este proyecto de cambio.
No es una forma de decir oposición porque nosotros apoyamos que se entregue el bono de desarrollo a los más pobres y que incluso se amplíe a otros sectores que lo necesitan y no se benefician, que se amplíe el bono de la vivienda, que se mejore la atención al sector agropecuario, que se combata a los sectores de la oligarquía que son causantes del hambre, de la miseria, de la pobreza.
En lo que no estamos de acuerdo es con aquellas propuestas y leyes que afectan los intereses y los derechos de los más pobres.
Por eso nos oponemos a la ley de recursos hídricos planteada por el gobierno que da paso a la privatización del agua; no estamos de acuerdo que a través de una ley de servicio público se reduzca los sueldos del magisterio; …que a través del Código de Ordenamiento Territorial se pretenda privatizar servicios básicos; …que a través de la ley de educación superior se pretenda afectar la autonomía universitaria.
Frente a todo eso marcamos independencia, marcamos diferencia entre las posiciones reformistas, derechistas, y las posiciones revolucionarias de izquierda, en la perspectiva de la patria nueva y el socialismo.