El gobierno de Donald Trump avanza en su política represiva y fascista sobre las y los trabajadores y el pueblo en Estados Unidos. En varias ciudades, agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), realizaron redadas deteniendo a decenas de migrantes, acusándolos de “ilegales” y disponiendo su deportación.
El viernes 6 estallaron grandes protestas en ciudades de California, dentro del condado de Los Ángeles, con enfrentamientos en Paramount, Compton y la propia Los Ángeles, enfrentándose a las tropas de la Guardia Nacional enviadas por Trump.
Coches de la policía destruidos, tropas disparando contra manifestantes y periodistas, el propio gobernador demócrata de California, Gavin Newscum y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, repudiaron el envío de la Guardia Nacional y calificaron de “demente” la medida.
California es el Estado con más migrantes en Estados Unidos. Frente a esta realidad, Trump redobla la apuesta y dijo que “Los Ángeles ha sido invadida por extranjeros ilegales y criminales… El orden será restaurado, los ilegales serán expulsados y la ciudad será liberada”, y amenaza con enviar a los Marines del ejército yanqui contra la población civil.
Las protestas vienen siendo organizadas en lugares de trabajo y vivienda, en algunos casos rechazando, con piedras y molotov, a las redadas policiales. Las imágenes han mostrado en los enfrentamientos a muchos jóvenes y mujeres peleando a cara limpia con los efectivos, disfrazados cual robocops fascistas.
La indignación popular es muy grande, frente a esta avanzada donde por la mañana detienen a las personas, en muchos casos mujeres, separándolos de sus familiares, y por la tarde ya los deportaron, principalmente a México. Aunque hay denuncias de mexicanos enviados a Guatemala.
La represión a las marchas, que comenzaron de manera pacífica, han sido brutales. Disparan con balas de goma y gases a las caras, y la policía, la policía de Los Ángeles declaró ilegal la reunión en el centro de la ciudad.
Hay muchos testimonios de esta brutalidad, y de cómo se organiza la resistencia, como los de una organización llamada Unión del Barrio, uno de cuyos dirigentes, Ron Gochez, contó en el programa radial Democray now que el fin de semana “Este fin de semana estuvo marcado por una violencia absoluta y total, una represión brutal y ataques coordinados contra nuestra comunidad. Agentes de ICE han estado por todo el sur de California, secuestrando personas y separando familias”. Denunció Gochez que en la represión actuaron desde la policía de Los Ángeles hasta la policía fronteriza: “Dispararon miles de rondas de gas lacrimógeno, granadas aturdidoras y todo tipo de instrumentos represivos contra la comunidad.
“Pero lo que no pensaron que iba a suceder fue que la gente se resistiría y contraatacaría. Y eso fue exactamente lo que sucedió en Paramount y en Compton, California, donde durante ocho horas y media, la gente combatió en las calles contra la Patrulla Fronteriza. Y después de ocho horas y media de batalla -y fue una batalla, porque había gente lanzando gas lacrimógeno, gente lanzando todo lo que podían para defenderse y para defender a los trabajadores que estaban siendo rodeados por más de 100 agentes de la Patrulla Fronteriza-. Después de ocho horas y media, la Patrulla Fronteriza, los alguaciles tuvieron que retirarse debido a la feroz resistencia de la comunidad”.
El gobierno fascista de Trump, con el argumento de “inmigración ilegal”, y “criminales”, embiste en estas redadas contra trabajadoras y trabajadores, como se ha visto cuando van a los lugares de trabajo como Home Depots, y detienen “por portación de rostro” a cualquiera, sea latino, negro o de comunidades originarias, que las hay en gran cantidad en California.
hoy N° 2063 11/06/2025
