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13 de abril de 2011

“Viernes de la purga”, proclamaron miles en la plaza Tahrir el viernes 8 contra la participación de mubarakistas en el actual gobierno. Dos muertos por la represión. Crece la Federación Egipcia de Sindicatos Independientes.

Egipto después de Mubarak

Hoy 1364 / Siguen las huelgas y las movilizaciones populares

El viernes 8 de abril, decenas de miles de egipcios se volcaron a las calles en lo que denominaron “viernes de la purga”, exigiendo la total depuración de miembros del derrocado Mubarak en el actual gobierno, el enjuiciamiento del dictador y su familia, entre otras demandas. Tras la marcha se produjeron enfrentamientos con los soldados, que dejaron dos muertos y decenas de heridos.
Esta marcha fue notoriamente silenciada en nuestro país, tanto por el monopolio de los medios que responde al gobierno, como por el multimedios Clarín.

El viernes 8 de abril, decenas de miles de egipcios se volcaron a las calles en lo que denominaron “viernes de la purga”, exigiendo la total depuración de miembros del derrocado Mubarak en el actual gobierno, el enjuiciamiento del dictador y su familia, entre otras demandas. Tras la marcha se produjeron enfrentamientos con los soldados, que dejaron dos muertos y decenas de heridos.
Esta marcha fue notoriamente silenciada en nuestro país, tanto por el monopolio de los medios que responde al gobierno, como por el multimedios Clarín.
“La plaza Tahrir ruge de nuevo para reclamar un juicio a Mubarak”, tituló un diario egipcio, remarcando que “La de este viernes es una de las protestas más multitudinarias desde que se iniciaron las periódicas manifestaciones el pasado enero”.
La marcha ha sido una contundente respuesta a los intentos del actual gobierno, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, por enchalecar las protestas sociales. A fines de marzo el primer ministro sacó una resolución declarando delito las “protestas, demostraciones y concentraciones que interrumpan negocios de propiedad privada o estatal, o dañen la economía de alguna forma”, con penas de hasta un año de cárcel, o multas cercanas a los 84 mil dólares para quienes las convoquen. Además, el Ejército en el poder dictaminó que sus miembros no podían participar de las manifestaciones populares.
“Consejo Militar, ¿estás con nosotros o no?”, “Tantawi, ¿eres un protector de Mubarak?” (por el general Mohamed Hussein Tantawi, jefe del Ejército) se podía leer en algunas de las pancartas de los manifestantes el 8 de abril en la plaza Tahrir, de El Cairo, demostrando la voluntad de seguir adelante con las demandas que motorizaron la rebelión popular que tumbó al odiado Hosni Mubarak, luego de 34 años de dictadura. Tras la represión, grupos de manifestantes volvieron a acampar en la plaza Tahrir, donde se encontraban al cierre de esta edición.
La marcha fue convocada por varios de los sectores que confluyeron en la lucha que conmovió al mundo en febrero de este año. “Está claro ahora que nuestras demandas no se cumplen si no es bajo presión”, dijo Mohammed Abbas, miembro de la denominada Coalición de los Jóvenes de la Revolución, integrada entre otros por el Movimiento 6 de abril, que surgió hace tres años en apoyo a una gran huelga obrera en la principal fábrica textil de Egipto. La Coalición expresó en un comunicado que las acciones en las calles siguen siendo “la garantía real del éxito de la revolución”. “Se debe continuar con las presiones para acelerar y hacer efectivas las demandas de la revolución”, añadió.
Con grandes manifestaciones de apoyo fueron saludados en la plaza Tahrir un grupo de tenientes del Ejército que, pese a la prohibición oficial, hablaron a la multitud dando su apoyo a las demandas populares, diciendo “nuestras peticiones son las suyas”. Varios militares han aparecido en los últimos días denunciando a la cúpula militar por “traicionar los ideales de la revuelta popular”.
En Tahrir, como en otros puntos del país donde se realizaron manifestaciones, los manifestantes expresaron su apoyo a las rebeliones en curso en otros países: “El pueblo libio y el egipcio son uno”, cantaban miles de personas.

Avanza la organización de los trabajadores
El trasfondo de las manifestaciones del viernes 8 es la extraordinaria oleada de reclamos obreros que recorre Egipto, y que está detrás del levantamiento popular que logró el derrocamiento de Mubarak.
Se calcula que desde fines de 2006, cuando los combativos trabajadores textiles de la Fábrica textil Hilados y Tejido de Egipto (24.000 obreros) en la norteña ciudad industrial de Mahalla El-Kubra realizaron una sentada de protesta por beneficios impagos, más de 3.000 manifestaciones fueron organizadas en todo el país, en las que participaron más de dos millones de trabajadores de casi todos los sectores.
En este proceso se ha conformado la Federación Egipcia de Sindicatos Independientes, con actualmente cerca de 200.000 integrantes (ver hoy 1357). La Federación cuenta entre sus fundadores a la Unión de Trabajadores Jubilados, Unión de Profesionales de la Salud, Sindicato Independiente de Profesores, trabajadores de la industria de armamentos, y los textiles de Mahalla.
La Federación se ha pronunciado en contra de la resolución del Consejo de las Fuerzas Armadas contra las huelgas, y sigue impulsando un proceso de luchas en todo el país, denunciando el papel colaboracionista de la Federación de Sindicatos Egipcios, títere del régimen de Mubarak.
Por eso el viernes 8 en las marchas del “viernes de la purga” los manifestantes reclamaron la derogación de la resolución contra las huelgas. “Protestar es nuestra única herramienta contra los restos del depuesto régimen” o “las huelgas son legítimas contra la pobreza y el hambre”, cantaban los trabajadores, que también exigieron reajustes salariales y mejores condiciones de trabajo.
El crecimiento de la nueva organización de trabajadores egipcio sigue adelante, y los sindicatos independientes en cada rama, siguen adelante de la mano de una oleada de luchas tan grande como ocultada. “Hay muchas huelgas y protestas laborales en Egipto, y los trabajadores en muchos sectores han comenzado a organizar y formar sindicatos independientes”, dijo Mohamed Trabelsi, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Han anunciado su intención de ingresar a la nueva central egipcia, los trabajadores de la empresa de electricidad y los empleados municipales de El Cairo. La Federación Independiente exige que se cumplan con las promesas del Consejo Militar de cancelar los subsidios estatales a la central mubarakista, la libertad de elección de representantes sindicales, y la eliminación de la deducción automática de las cuotas sindicales de los salarios.
Como afirma el informe político del Comité Central del PCR del 26 y 27/3/2011: “Todo el Medio Oriente está conmovido y las consecuencias de esta rebelión, que golpea el corazón de la principal zona petrolera del mundo, son imprevisibles. Desde ya: el resultado final dependerá de la existencia o no de partidos revolucionarios de vanguardia, pero esas sociedades están siendo conmovidas en sus bases”.