1. Se calienta el otoño
1. Se calienta el otoño
La inflación ya devoraba salarios, jubilaciones y planes sociales, atados al año pasado, y este mes pegó un salto con los tarifazos, se duplicó en el conurbano bonaerense y la Capital Federal. Golpea brutalmente, a los que tienen asignaciones fijas, a pequeños y medianos productores, a las PyMes y la industria nacional. Cada semana hay miles de nuevos despidos y suspendidos.
El gobierno festejó su “gran triunfo”, el arreglo con los buitres, a costa de endeudar el país por 30 años, a tasas el doble o el triple que los países vecinos, por una deuda que se debió investigar y este gobierno tampoco hizo. Cómo festejó la dictadura con el endeudamiento de Martínez de Hoz, Cavallo con Menem y De la Rúa, y los K que decían ser los mayores pagadores de la historia.
La Argentinareal no festeja, lucha: docentes, bancarios, aceiteros, etc., por sus salarios, estatales y privados contra los despidos, marchas de Atucha y cortes de ruta de petroleros, movidas de desocupados y jubilados, reclamos de mujeres, rebrote de la protesta estudiantil, y el exitoso nuevo paro y movilización de ATE, junto a la CTA Autónoma, y la CCC con los demás movimientos sociales.
Esos hechos mostraron que abajo crecen el malhumor, la bronca y la combatividad, y crearon condiciones para la unidad en la lucha de las 5 centrales de trabajadores y las organizaciones sociales, en la jornada nacional del viernes 29.
2. Se le puede doblar el brazo
Macri y Prat-Gay presionaron para bajar los reclamos de paritarias: “lo que hay que cuidar es el trabajo”. Ahora, cuando el movimiento obrero se unifica frente a la oleada de despidos reclamando una ley de emergencia laboral, Macri dijo: “Ya probamos en 2002 con leyes que prohibían los despidos y eso no trajo más trabajo”. Mintió, mientras funcionó esa ley, desde el 2002 al 2007, cuando la derogó Néstor Kirchner, se crearon 2.100.000 puestos de trabajo privado. El gabinete macrista salió a comprar votos de diputados y senadores para cumplir lo que prometieron a los capos empresarios: “Vamos a hacer todo lo necesario para que esa ley no salga” (dijo el vicejefe de gabinete Quintana).
Por otra parte, los bancarios y los aceiteros han vuelto a demostrar que se le puede doblar el brazo al techo salarial que pretenden imponer Macri y las patronales. Después de un plan de lucha con paros, los bancarios conquistaron un 33% retroactivo a enero, si la inflación supera esa cifra la paritaria se reabre; y cobran $886 de participación en las ganancias. Los aceiteros conquistaron un aumento del 38% de aumento.
3. Regreso sin gloria
Cristina reapareció, citada a declarar en tribunales por el negociado de la venta de dólares a futuro por el Banco Central con una pérdida de $100.000 millones. Ni una palabra sobre ese negociado, ni sobre los negocios sucios del testaferro K, Lázaro Báez, que entre otras cosas compró 370.000 hectáreasde tierra en Santa Cruz, lo que quiere decir que los Kirchner son burgueses intermediarios y también grandes terratenientes. Ni una autocrítica de la herencia social de sus 12 años de gobierno: 13 millones de pobres (el 34,5% de la población) y 2.150.000 indigentes. Nada sobre los 4 años de recesión de la industria y la destrucción de ramas enteras por las importaciones de China y Brasil; tampoco habló de la base militar china que permitió instalar en Neuquén.
Tampoco habló Cristina del desgaste de su fuerza después de las elecciones: le responde una sola gobernadora, Alicia K, de una provincia en crisis; perdió el quórum y la mayoría en el Senado, perdió la condición de primera fuerza en Diputados, y el “kirchnerismo puro” quedó fuera de la lista unificada para la próxima elección del Partido Justicialista.
La ex presidenta declaro tener “fueros” (protección ante la justicia) “del pueblo”, y se autoproclamó jefa de la oposición convocando a un “frente ciudadano”.
Cristina y Macri empujan la polarización. A los dos le conviene para enchalecar al amplio torrente popular que va calando la política macrista (que ya sumó 1.400.000 nuevos pobres, 350.000 indigentes, y más de 200.000 despidos), y no quiere volver a la política kirchnerista.
4. La droga sigue matando
La fiesta en Costa Salguero que cobró la vida de 5 jóvenes (y otros están en grave estado) puso al desnudo la realidad de la profunda penetración de la droga en la Argentina. (ver pág. 14)
En sus 12 años de gobierno, el kirchnerismo garantizó la no radarización de las fronteras, sacó a la Gendarmería y la Prefectura de esas fronteras, permitió que existieran más de 5.000 pistas de aterrizaje de aviones con droga y que los puertos fueran un colador. La Argentina se convirtió en el primer país exportador de cocaína del mundo, se multiplicaron los laboratorios de drogas, se convirtió al país en “mula” de la efedrina china hacia México (negocio gerenciado por Aníbal Fernández), se estimuló el consumo interno con “zonas liberadas” para las “fiestas”, y en la venta y consumo de “paco” como “salida laboral” para la juventud de los barrios populares, se avanzó y mucho en zonas controladas por los narcos, se permitió el armado de los aparatos de lavado de dinero, etc.
Todo eso fue de la mano de la complicidad de amplísimos sectores de la política, las llamadas fuerzas de seguridad y la justicia; es decir, con la complicidad del Estado. La juventud es la principal víctima de esa maldita herencia K.
Nada de fondo ha cambiado con la llegada de Macri (y PRO lleva 8 años de gobierno porteño). Lo que hizo, Macri, fue entregarle sectores del aparato de “seguridad” a la DEA yanqui, con lo que metió abiertamente a la DEA, en los narco negocios. La DEA es la repartición del Estado yanqui que abaste de droga a los 65 millones de consumidores de su país, garantiza el lavado de dinero, y que vaya a los bancos de Wall Street.
Esas son las razones de la “zona liberada” en Costa Salguero, y en las demás “fiestas” que se siguieron realizando.
La lucha contra la droga es una gran tarea nacional y democrática, porque atrás de cada cártel de los que hoy disputan territorios y poder, están los mismos imperialismos (asociados con los cárteles) que disputan el reparto de las riquezas y el poder nacional. Y como en toda tarea nacional y democrática, los Kirchner y los Macri son parte del problema, no de la solución. El camino lo van abriendo los movimientos juveniles con su autoorganización, con muchísimo apoyo de las madres y familiares, de aquellos que resisten (que los hay y son muchos), y de fuerzas sociales y políticas empeñadas en esa lucha dura, antes de que seamos otra Colombia u otro México.
5. El 29, todos a las calles
Las fuerzas combativas, clasistas y populares, trabajamos para que el 29 sea un paro nacional activo y multisectorial, que le tuerza el brazo a la política de ajuste y entrega de Macri; y de criminalizar las protestas, como lo muestra el encarcelamiento de Néstor Salazar, cuya libertad debemos conquistar.
Garantizar el 29 exige asambleas y reuniones de cuerpos de delegados que decidan el abandono de los lugares de trabajo y estudio, en la ciudad y el campo, para ir a las marchas y actos convocados en todo el país. Para que el 29 seaun gran paso de avance, instalando en el centro de la política nacional los reclamos de los trabajadores y los campesinos, las mujeres y la juventud; y sea un gran apoyo para las luchas en curso. En particular, para exigir al gobierno respuestas concretas para las decenas de miles castigados por las inundaciones en ciudades y pueblos, y los miles de pequeños y medianos productores agrarios que pierden sus cosechas en más de 7 millones de hectáreas bajo el agua.
El avance de las luchas exige redoblar el trabajo político en las masas para crear las condiciones para una salida nacional y popular: conquistando las personerías del PTP, arraigando al PCR, y fortaleciendo y ampliando el Frente Popular. El hoy en este mes de la prensa es una gran herramienta para esa batalla política.