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02 de octubre de 2010

El gobierno nacional, con este acuerdo, permitirá que los buques chinos se aprovisionen en los puertos patagónicos.

El acuerdo pesquero chino argentino

Hoy 1305 / Un eslabón más en la entrega de nuestra pesca y soberanía

La Resolución 5/2010 firmada por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Julián Domínguez y publicada en el Boletín Oficial del 21/01/2010, autorizando al subsecretario de Pesca Norberto Yahuar a firmar un “Acuerdo de Cooperación sobre Pesca” entre China y Argentina, sacudió el ambiente. Es que detrás de esta Resolución, supuestamente firmada “en base al principio de igualdad y beneficios mutuos, conforme a los intereses comunes de ambas partes en el desarrollo económico y de la pesca”, se esconde un verdadero salto en la penetración del imperialismo chino en nuestra Patria y un ataque a nuestros auténticos intereses económicos, políticos y de soberanía nacional. Se trata de un acuerdo que viene siendo elaborado sigilosamente desde el año 2009 y aprobado de apuro: tanto es así que ya figura en el Boletín Oficial sin haber sido aun firmado por las partes.El objeto del Acuerdo sería que los buques pesqueros chinos, que son centenares de buques poteros que pescan calamar en la Milla 201, puedan reaprovisionarse, ser reparados y descargar en los puertos patagónicos, principalmente los chubutenses de Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn. Con esto acortarían enormemente sus tiempos de pesca y sus costos, ya que hasta ahora lo hacen en Uruguay, en el puerto de Montevideo.

Como contrapartida, el gobierno chino nos “premiaría” con rebajas arancelarias para productos argentinos que irían al mercado chino. O sea que los “grandes beneficios” que Julián Domínguez y Norberto Yahuar exhiben con este acuerdo serían dos: estas futuras rebajas arancelarias y la supuesta reactivación de los puertos patagónicos, muchos de los cuales, gracias a la política de Kirchner, Domínguez y Yahuar, están prácticamente inactivos.

Además de Yahuar, actual representante K en Chubut y opuesto a las ambiciones presidenciales del gobernador Das Neves, otro gran interesado en este acuerdo sería el empresario naval Horacio Tettamanti, dueño del Astillero SPI en Mar del Plata y otros astilleros en Buenos Aires, Campana y Necochea. Es un kirchnerista activo, muy vinculado a inversiones rusas. Tettamanti es actualmente el representante por la provincia de Buenos Aires en el Consejo Federal Pesquero y es también secretario de la Producción del intendente Pulti. También integra el Partido Solidario, el seudo partido fundado por el banquero kirchnerista Carlos Heller antes de las elecciones del 28 de junio pasado.

 

Un poco de historia de la entrega

 La política de entrega de nuestra pesca tiene larga historia, tan larga como la lucha de la clase obrera y el pueblo contra ella. En 1986, el gobierno de Alfonsín firmó el “Acuerdo Marco” pesquero con la URSS y Bulgaria, con la oposición absolutamente mayoritaria del pueblo marplatense, que protagonizó en contra del mismo el gran paro activo de la CGT y numerosos sectores populares del 13 de octubre de 1986.A pesar de eso, finalmente el acuerdo fue aprobado en el Congreso Nacional en la bochornosa sesión del 23 de diciembre de ese año, siendo el miembro informante a favor del mismo el senador justicialista por Catamarca, Leónidas Saadi.

Este acuerdo dio patente legal a la entrada de decenas de barcos rusos y búlgaros dentro de nuestro mar territorial, comenzando la depredación en gran escala principalmente de la merluza. También permitió recoger a los rusos todo tipo de datos sobre nuestro territorio, costas y el mar territorial, ya que la flota pesquera rusa estaba totalmente adscripta a la Marina de Guerra de dicha potencia imperialista.

Al acceder Menem al gobierno en 1989, ya era tal el desprestigio del acuerdo y el rechazo al mismo, que finalmente no fue renovado. Pero como señala el ex subsecretario de Pesca de la Nación Dr. César Lerena en La Capital del 11/02/2010: “A pesar de la sobrepesca que ocasionaron, el gobierno argentino no los denunció en tiempo y forma, quitando sustentabilidad a la pesca nacional por depredación, obligando luego a la aplicación de vedas, paradas biológicas y consecuente desempleo”.

Rápidamente, la CEE (Comunidad Económica Europea, hoy Unión Europea) ofreció sus servicios “para desarrollar nuestro potencial pesquero”. Fue así que en 1991 se firmó el “Acuerdo Pesquero con la CEE”, del cual el entonces secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca Felipe Solá fue uno de sus principales impulsores.

Este acuerdo permitió la entrada de decenas de buques congeladores y factorías a nuestras aguas. La mayoría de estos congeladores eran españoles y por su actividad depredadora habían sido expulsados de la mayoría de los caladeros del mundo como los de Canadá, Marruecos y otros.

Las grandes luchas marineras y populares de 1999 y 2000, generadas por el colapso pesquero a que nos sometió esa política, obligaron a Menem a firmar la “Ley de Emergencia Pesquera” que mandaba a los congeladores a pescar debajo del paralelo 48º a la altura de Puerto Deseado. A pesar de que las grandes empresas de congeladores –con recursos legales o en forma ilegal– la violaron repetidamente, la Ley de Emergencia permitió recuperarse, en cierta medida, a nuestro caladero.

Posteriormente, Conarpesa y otros monopolios congeladores españoles, que en su mayoría sostenían a Kirchner en Santa Cruz, lo apoyaron activamente para su llegada al gobierno en 2003, tras el tremendo “susto” que sufrieron con el Argentinazo de 2001.

 

Los chinos al asalto de nuestra pesca

Ahora, al calor de la crisis mundial, del colapso pesquero y de la política de humillación y entrega que practica el gobierno K, el imperialismo chino pretende hacer pie legalmente en el saqueo pesquero.

El subsecretario Yahuar declaró también que “los buques chinos que pesquen en Malvinas no podrán ser parte de este acuerdo”. Esta no es más que otra mentira a la que nos tiene acostumbrados el gobierno, ya que nuestra indefensión impide cualquier posibilidad de controlar si un pesquero chino estuvo pescando en Malvinas o no. O sea que pesqueros que hayan pescado en Malvinas con permisos otorgados por los kelpers y por los ingleses, entrarán a nuestros puertos. Lo que se suma a la actitud claudicante del gobierno nacional ante la llegada de la primera plataforma inglesa para extraer petróleo en las Islas.

Este acuerdo es la verdadera antesala a la entrada de los pesqueros chinos a pescar en nuestras aguas territoriales. Como también señala el Dr. César Lerena: “No hay ‘interés común’ en este acuerdo que no sea convalidar la pesca china en el Atlántico Sur argentino, trasbordando en alta mar y destruyendo un recurso que es un derecho de tercera generación”. Y agrega: “El pretexto de evitar que estos buques pesqueros chinos pesquen bajo licencia inglesa, es tan infantil como fue en 1986 el de evitar que soviéticos y búlgaros pescaran en la Zona de Exclusión de Malvinas, lo que dio lugar a los depredadores ‘Acuerdos Marco’”. Este Acuerdo con los chinos iba a ser firmado en el viaje –finalmente suspendido– de CFK a China, pero pretende hacerlo en marzo próximo.En las vísperas del Bicentenario de nuestra Revolución de Mayo, es más que nunca necesaria la mayor unidad de todos los sectores obreros y populares, patrióticos y democráticos, para luchar hasta conseguir la derogación de este Acuerdo con el imperialismo chino.