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14 de diciembre de 2011


El ajuste crediticio

Hoy 1399 / Duplicación de las tasas de interés

De expandirse a un ritmo del 50 por ciento anual hace sólo unos meses, las líneas de crédito que las empresas recurren para el manejo diario de la caja (descubiertos en cuenta y descuento de cheques y documentos) sufrieron un fuerte ajuste en el último trimestre por precio y también por cantidad, según las últimas cifras divulgadas por el Banco Central (BCRA).

De expandirse a un ritmo del 50 por ciento anual hace sólo unos meses, las líneas de crédito que las empresas recurren para el manejo diario de la caja (descubiertos en cuenta y descuento de cheques y documentos) sufrieron un fuerte ajuste en el último trimestre por precio y también por cantidad, según las últimas cifras divulgadas por el Banco Central (BCRA).
Por ejemplo, la tasa de interés que los bancos cobran por los adelantos a través de cuenta corriente se duplicó en el último trimestre: para operaciones de diez millones de pesos o más, pasó del 12,5% en agosto al 24,2% a mediados del mes de noviembre. Y los acuerdos por descubierto en cuenta pactados redujeron su monto en por lo menos un 25% en aquellas entidades que vieron disminuir fuerte su liquidez en los últimos meses, al paso de la dolarización y fuga de capitales que vivió la economía en el último semestre.
En cuanto al crédito para los consumidores, los préstamos personales más económicos en bancos privados de primera línea que en abril se conseguían con un costo financiero total del 36,4% en promedio –para un plazo de 12 meses y por un monto de $5.000–, hoy arrancan en 43%, lo que puede hacer llegar el costo financiero total (tasas más IVA y gastos administrativos, que también subieron) al 89,65%.
El alza de las tasas también impactó en el costo de financiación del saldo de las tarjetas de crédito, que en las últimas semanas escaló al 36% (a fines de septiembre estaba en 28%).
La caída de depósitos en pesos y la dolarización de carteras, que venía desde antes de las elecciones, llevó a los bancos por un lado a elevar las tasas de los plazos fijos para intentar retener clientes y, por otro, a ajustar sus políticas de créditos. Algunas entidades privadas de primera línea ya acortaron los plazos de los préstamos personales. El otorgamiento del dinero alcanzaba los 60 meses a principios de septiembre pero ahora no superan los 48 meses. Otros bancos optaron por mantener los plazos pero encarecieron las cuotas y achicaron los montos prestados a los clientes. Así buscan desalentar la demanda de los clientes que necesitaban montos cercanos a los $20.000. A su vez, desde el mercado sostienen que se están entregando menos créditos prendarios, aunque en los bancos reconocen que esta baja se debe a que se estaría desacelerando la venta de automóviles 0 km.
El acortamiento de los plazos se vio también en las promociones con tarjeta de crédito. A fines de septiembre se encontraban en el mercado hasta 36 cuotas sin interés. Ahora el promedio cayó a 20 cuotas.

 

Nacionalizar los depósitos
El alza de las tasas de interés tiene un efecto contractivo no sólo sobre el consumo sino sobre todas las actividades económicas. Por eso frente a la crisis y para que la paguen los que se enriquecieron estos años –el sector bancario ha ganado mucho más que en la época del menemismo, como lo reconoció la señora presidenta en su discurso de este año ante el Congreso–, proponemos como medida de emergencia la nacionalización de los depósitos bancarios para dirigir el crédito a las Pymes y a los pequeños y medianos productores agropecuarios. Como se hizo durante los gobiernos del general Perón, es decir que los depósitos sean a la cuenta y orden del Banco Central, quien además de garantizarlos sea quien defina su orientación a tasas acordes con la emergencia que impone la crisis económica.