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16 de septiembre de 2015

El alperovichismo no se priva de nada

Las elecciones en Tucumán

 

 
Desde una distancia de 200 kilómetros de San Miguel de Tucumán, un santiagueño reparador de PC fue contratado para instalar las cámaras de video en la Junta Electoral, que tenían como misión vigilar las urnas de las elecciones provinciales del 23 de agosto. Justo no funcionaron “casualmente” en las horas más importantes donde se produjo la mayor parte del ingreso de éstas.
“Fue una baja de tensión la causante de esta falla”, dijo el monotributista santiagueño, pero EDET, la empresa que provee la electricidad dice que no hubo cortes ni variaciones de energía eléctrica.
La magnitud del fraude en esta provincia es más grande todavía de lo que se pensaba, y el oficialismo, descubierto en su grave atropello a la voluntad popular, apela a cualquier argumento. Es así que la legisladora Marta Zurita -del Frente para la Victoria- muy suelta de cuerpo aseveró que los opositores del Acuerdo para el Bicentenario también repartieron bolsones, también quemaron urnas y que además hay que tener en cuenta que la biblia plantea que se debe dar de comer al hambriento. Al mismo tiempo Sergio Mansilla, uno de los principales dirigentes del alperovichismo, declara que ellos no repartieron un solo bolsón mientras Alperovich admite que “algunos” bolsones se repartieron.
En el gobierno se puede decir que cada uno corre para su lado. Mientras, la esposa del gobernador pasea por España haciendo compras en las tiendas más caras, así se distrae y no abre la boca; el ministro de Salud Yedlin junto con el de Desarrollo Productivo recorren Roma; el presidente del bloque oficialista hace turismo en Europa y Sisto Terán –uno de los principales personajes del oficialismo– pasea por Nueva York.
Por otro lado, la Plaza Independencia frente a la Casa de Gobierno está llena de tractores, carpas y fogones de los productores agrarios que exigen al gobierno tomar medidas urgentes para mitigar la situación de quebranto que atraviesan, marcada por la caída de los precios internos e internacionales y por la inflación, planteando la baja en las retenciones, en los impuestos provinciales y medidas para paliar el aumento de los costos por la inflación entre otros planteos.
Con la sugerencia desde Buenos Aires, los oficialistas decidieron pelear en la calle su fraudulento triunfo electoral. Amenazaron con hacer un acto multitudinario frente a la Casa de Gobierno donde acampan los productores agropecuarios, pero estos dijeron “quiero vale cuatro” y a la madrugada del lunes 14 concentraron más tractores y carros helvéticos en Plaza Independencia lo que, junto con el apoyo de otros sectores obligaron al alperovichismo a trasladar su acto a otro lugar. 
En Tucumán el horno no está para bollos, la bronca de amplios sectores es muy grande. Una chispa puede incendiar la pradera.