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18 de mayo de 2016

El arroyo Chocorí y el genocidio de los pueblos originarios

breves de la historia argentina

 En el límite de los partidos de Gral. Alvarado y Lobería en la provincia de Buenos Aires, se encuentran los arroyos Malacara, Nutria Mansa y El Pescado, que forman una laguna llamada Confluencia. En la misma zona baja desde el centro provincial el arroyo Chocorí, llamado así por haber sido la zona habitada por dicho cacique y su gente durante varias décadas, huyendo de las campañas de Rosas.

 En el límite de los partidos de Gral. Alvarado y Lobería en la provincia de Buenos Aires, se encuentran los arroyos Malacara, Nutria Mansa y El Pescado, que forman una laguna llamada Confluencia. En la misma zona baja desde el centro provincial el arroyo Chocorí, llamado así por haber sido la zona habitada por dicho cacique y su gente durante varias décadas, huyendo de las campañas de Rosas.
Es una zona donde subsisten los pastos pampeanos, los arenales y una diversidad de flora y fauna abundante. En la actualidad se la conoce como reserva natural Centinela del Mar.
Estos cuatro arroyos hasta hace veinte años, tenían abundantes peces, hoy desaparecidos por los herbicidas de los campos que recorren, la canalización para riego y la contaminación. En cambio arenas, pastos, nutrias y carpinchos, siguen abundando. La zona no está habitada.
La primera referencia que tenemos del cacique es un acta del fuerte Independencia en Tandil que consigna una entrega de alimentos en setiembre de l830. Luego de l833 aparece en los partes militares, porque Rosas lo declaró principal objetivo.
Es evidente que el cacique se refugió en estos arenales con su gente, y en algún momento, no sabemos cuándo, le pusieron al arroyo su nombre, aunque ocultando su historia de lucha y su línea política que aceptaba una convivencia plurinacional.
Su hijo, el cacique Valentín Sayhueque, en carta dirigida al gobierno nacional en 1874 expresa “Mi padre toleró la unión con la naciones Cristianas, convivió con Patagones, Bahía Blanca y Azul”.
Algunos investigadores opinan que Chocorí y su gente eran de origen tehuelche, y el escritor marplatense Sergio Aznar, opina que todo el grupo de originarios falleció por una epidemia, posiblemente malaria o fiebre amarilla, contagiada por un criollo, que había desertado y al cual le dieron refugio.
A raíz de la curiosidad por el origen del nombre de un arroyo, nos encontramos con esta historia donde es evidente que la oligarquía terrateniente y el Estado nacional impulsaron el exterminio para quedarse con las tierras, haciendo imposible la convivencia, a pesar de que existieron caciques que planteaban una relación plurinacional.
El resto de la zona, hasta el límite de Miramar con Balcarce, quedó en manos del terrateniente Otamendi, que era enemigo de Mitre, y ese puede ser el motivo del nombre dado al arroyo Chocorí.