El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, envió a la Legislatura el proyecto de ley 1664-J-18 con el que intenta modificar el Código Contravencional en su artículo 82, referido a los “ruidos molestos”. La reforma incluye a ruidos molestos provenientes de la vía pública, por lo cual cualquier manifestación de arte callejero puede ser denunciada en forma anónima y sancionada con dos a diez días de trabajo de utilidad pública, multas de $400 a $ 2000, o arresto de uno a cinco días.
Actualmente existe un decreto (1239/93) que permite actividades artísticas en plazas y paseos de la Ciudad, siempre que no produzcan deterioros en los espacios que utilicen. Sin embargo, la Ley 1540 “de contaminación sonora” delimita los máximos de vibraciones permitidas y las áreas de sensibilidad acústica, y en base a esta norma se imponen contravenciones a los artistas callejeros que, según el Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAAO), son más de dos mil en toda la Ciudad y sufren constantemente la persecución policial.
La aprobación de este proyecto de ley –que lleva la firma de Guadalupe Tagliaferri (Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat), Felipe Miguel (Jefe de Gabinete de Ministros), Miguel Ocampo (Ministro de Justicia y Seguridad)– significaría un avance del Estado en la posibilidad de represión a los artistas que se expresan diariamente en las calles, plazas y paseos públicos de la Ciudad, así como a centros culturales y otros espacios que podrían ser denunciados anónimamente y clausurados por “ruidos molestos”.
El martes 10 de julio, se concentran en la puerta de la Legislatura porteña distintas organizaciones de artistas ambulantes y centros culturales para reclamar que se retire el proyecto que, como otras medidas del gobierno de la Ciudad y de la Nación, apunta a perseguir y censurar a las manifestaciones culturales y artísticas independientes, populares, y que no discurren en los circuitos comerciales.
Corresponsal