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07 de septiembre de 2011


El asesinato de Candela Rodríguez

Hoy 1385 / Dolor y bronca en Hurlingham

Este hecho provocó dolor y bronca en todo el pueblo de Hurlingham y en el conjunto de la sociedad. Durante estos diez días Hurlingham buscó a Candela y apoyó a la familia realizando cada día marchas desde el centro hasta la casa de ella, bancando en la puerta de su casa todo el día en grupos que iban y venían, alternándose para que siempre estuvieran acompañados, se repartían volantes por todos lados se pegaban en los autos y en los comercio.

Este hecho provocó dolor y bronca en todo el pueblo de Hurlingham y en el conjunto de la sociedad. Durante estos diez días Hurlingham buscó a Candela y apoyó a la familia realizando cada día marchas desde el centro hasta la casa de ella, bancando en la puerta de su casa todo el día en grupos que iban y venían, alternándose para que siempre estuvieran acompañados, se repartían volantes por todos lados se pegaban en los autos y en los comercio.
El miércoles, con la noticia de su asesinato los vecinos empezaron a convocarse en la puerta de su casa, algunos con lágrimas en los ojos, otros consternados pero todos con mucha bronca, con la sensación de que esto no podía quedar así, que esta vez no se iba a permitir la impunidad. El jueves 1/9, más de dos mil personas acompañaron sus restos al cementerio local y por la tarde se convocó a una movilización partiendo desde la plaza céntrica, pero esta vez con destino a la comisaría.
Los centros de estudiantes del distrito se pusieron a la cabeza del reclamo por investigación, juicio y castigo. Una gran movilización, alrededor de mil personas, principalmente de jóvenes, partió de la plaza de Hurlingham con gritos de justicia para Candela, basta de impunidad, y remarcando la ausencia del intendente Luis Acuña frente a semejante atrocidad. En esta movilización se expresó un conjunto de reclamos que iban desde más seguridad, pena de muerte para los responsables y juicio y castigo, pero se confluía en el reclamo principal de basta de mentiras y complicidad. Cuando se llegó a la comisaría, un grupo entró a pedir que salieran a dar explicaciones, el subjefe de la policía de la provincia salió y la gente se abalanzó expresando su profunda bronca, con gritos, huevazos, escupidas y forcejeos, con el cántico de “que se vayan todos”, y remarcando la complicidad de la policía en el asesinato de Candela.
Esta movilización terminó con la infantería cubriendo la comisaría, y algunos vidrios rotos, producto de la bronca que genera tanta impunidad y complicidad política y policial que aparece en este caso. La movilización fue muy importante, ya que se produce también en un contexto de gran confusión.

 

Hoy Candela es de todos
En los primeros días la madre de Candela, Carola, fue recibida por la presidenta. El caso fue tomado y llevado por las máximas autoridades de la provincia. La familia agradeció en todo momento y resaltó el accionar de la policía en la búsqueda. También se dieron a conocer datos sobre la gran cantidad de niños desaparecidos, sin embargo el caso Candela no es ubicado como parte de lo mismo, tratando de no vincularlo con la trata de personas que existe en nuestro país, y por ende la complicidad política y policial.
Esta situación se profundiza a partir del hallazgo del cuerpo, ya que a los 30 minutos del mismo se difunde a través de los medios una grabación que indicaría un supuesto secuestro extorsivo en el que hay un reclamo de dinero. Esta grabación que nadie explica cómo cae de manera inmediata en manos de los medios, permite volcar las miradas sobre los vínculos cercanos, sumado a esto se remarca la historia de la familia, del padre preso, etc.
Este juego es llevado adelante por todos los medios de comunicación, desde los oficialistas hasta Clarín, ubicando la responsabilidad dentro del entorno familiar, desvinculando cualquier tipo de complicidad policial y político detrás de estas estructuras mafiosas asesinas dedicadas a la piratería del asfalto, narcotráfico y trata de personas.
Hasta el día de hoy se siguen haciendo allanamientos sin orden del juez, al estilo cacería de brujas que no se sabe en qué pueden terminar. Se ha hecho desde el poder político lo posible y lo imposible para que esto no vaya más allá, para sembrar la confusión, la intriga, dividir y manipular el reclamo de justicia. Lo que sí sabemos es que una banda organizada y con mucha, mucha impunidad que solo puede existir con la complicidad del aparato del Estado en su conjunto, una vez más ha cometido un crimen aberrante. También sabemos que “Todos perdimos a Candela”, que habrá sido hija de esa mujer y ese hombre… que poco importa. Porque hoy es una más de cada uno de los que nos conmovimos con su desaparición, de los que estuvimos ahí, de los que con todo el dolor la esperamos en la puerta de su casa al igual que a todos los niños desaparecidos en este país.
Hoy Candela es de todos. Porque al final los muertos los pone el pueblo, los muertos que ellos se tiran somos nosotros y son los nuestros, el mensaje mafioso lo escribieron en el cuerpo de una nena de 11 años. Este proceso continúa abierto, y las movilizaciones deben continuar hasta que paguen los responsables de este asesinato aberrante y Candela tenga justicia. ¡Justicia para Candela!