Luego de una dura lucha que comenzara allá por el 2017, enfrentando a Macri-Vidal, impidiendo el cierre de esta fábrica emblema de lucha y soberanía, derrotándolo primero en las calles y luego en las urnas con el Frente de Todos, hoy podemos contar con inmensa alegría que el Astillero Río Santiago vuelve a construir para la defensa del país.
En una situación económica tan difícil, como se detalla siempre en el semanario, en un mundo atravesado por la guerra y en un país donde la derecha más reaccionaria intenta volver al gobierno para hacer lo que no pudo en su anterior gestión, los y las trabajadoras del Astillero Río Santiago demuestran que con la lucha se puede conseguir avances que nos dejen en mejores condiciones para ir por lo que falta, en la pelea por resolver las necesidades de nuestro pueblo.
El Frente de Todos nos sirvió para derrotar a Macri y nos dejó en mejores condiciones. Y en el Astillero se empezaron a ver los frutos de esa lucha, consiguiendo la restitución de todo lo que nos habían sacado, pase a planta de compañeras/os, la vuelta a la construcción de los contratos en curso y paralizados por el macrismo, entre otras cosas.
Se botaron las Licas (buques de 34 metros de eslora para instrucción de cadetes de la Armada), se comenzó la construcción de la gigantesca compuerta para el dique de Puerto Belgrano y se terminó el buque Eva Perón para Venezuela. Al mismo tiempo los trabajadores y trabajadoras sabíamos que estos trabajos ya se iban agotando, que sectores ya no tenían trabajo y comenzábamos la pelea por nuevos contratos para asegurar el futuro laboral.
Asambleas de sectores y cuerpos de delegados iban poniendo como principal problema a resolver la falta de trabajo. Comenzábamos la pelea de menor a mayor para poner en agenda del gobierno los contratos para el ARS, discutiendo en el camino temas como la figura jurídica de la fábrica (ARS Sociedad del Estado 100% estatal), la soberanía, la producción nacional, la industria naval en su conjunto y el no menos importante tema del salario, en el que le venimos empatando o ganando a la inflación, recuperando lo perdido con el macrismo, muy lentamente.
El 31 de agosto del 2022, un día antes del atentado a Cristina Kirchner, se celebraba la histórica asamblea general en la que se trazaba el plan de lucha para ir por los diversos contratos, planteando un Ensenadazo con todas las fuerzas políticas populares y las diversas organizaciones sociales por trabajo y contra las “persecuciones a dirigentes políticos, gremiales y sociales” y una movilización al Ministerio de Defensa para exigir la construcción del buque multipropósito y demás construcciones para la Armada Argentina, una de las tareas para la cual se creó el Astillero.
Esto nos abrió puertas para avanzar y luego de un largo camino de idas y vueltas, hoy tenemos firmado el contrato para la construcción íntegramente en el ARS del dique para reemplazar el ya obsoleto dique Y3 de Tierra del Fuego, que permitirá dar servicio a los buques de la zona, que hoy tienen que viajar miles de kilómetros para poder repararse o incluso tener que ir a otro país y permitiendo afianzarnos en la zona en esta Argentina Bicontinental que tenemos tan disputada por los diversos imperialismos.
Además del dique, se firmó una carta de intención para la construcción del buque multipropósito (buque de 100 m de eslora de desembarco) y la participación en la construcción, junto al astillero Tandanor, de un buque polar para asistir en las campañas antárticas, entre otras construcciones que están en carpeta.
Todos estos avances nos dejan en mejores condiciones para pelear porque se efectivicen las cartas de intención, por mejorar las condiciones de la fábrica y de las y los compañeros y continuar la batalla por alcanzar un salario igual a la canasta familiar, entre otros grandes temas.
Corresponsal
Hoy N° 1955 22/03/2023