El martes 18, los trabajadores del ARS, reunidos en asamblea general, decidieron movilizar a la ciudad de La Plata ante la cancelación de la reunión que tenían prevista con autoridades gubernamentales para el lunes 17.
La decisión fue tomada en asamblea general tras el incumplimiento del acuerdo al que se había comprometido el interventor de la fábrica, Daniel Capdevilla, de garantizar los insumos necesarios para poder producir y de realizar una reunión con el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, y de Economía, Hernán Lacunza, el jueves pasado.
El delegado de soldadura e integrante de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Martín Esquerra, aseguró que la decisión de la administración de María Eugenia Vidal “es una provocación” que “profundiza los problemas que vivimos los trabajadores”. “Queremos trabajar y dialogar pero el gobierno nos cancela las reuniones y nos condena a no poder producir”, agregó. “No tenemos ni gas ni oxígeno para soldar, hay sectores enteros que no tienen trabajo y la producción está parada”, denunció Esquerra y completó: “El gobierno vuelve incierto y preocupante el futuro de la empresa de metal-mecánica más importante de América Latina”.
Los trabajadores venían de protagonizar la semana pasada una gran jornada de lucha el 12 con cortes de rutas y calles en toda la región, como se había definido en el Tercer Plenario Regional en defensa del trabajo, desarrollado en Punta Lara.
El jueves la lucha continuó dentro del Astillero, donde los 3.309 trabajadores y trabajadoras le exigieron al actual interventor, Daniel Capdevilla, que garantice los insumos necesarios para poder producir, como oxígeno y gas, de lo contrario, se le exigió la renuncia. Se hicieron presentes dentro de la empresa el intendente de Ensenada, Mario Secco, junto a una fiscal que garantizó, luego de nueve horas de negociaciones, la firma de un acta compromiso. También se hizo presente dentro de la fábrica el secretario general de CTA provincia de Buenos Aires, Oscar “Colo” De Isasi.
La comunidad, y la JCR y el PCR entre otras organizaciones, se acercaron hasta las puertas del Astillero para expresar su completa solidaridad con los trabajadores y trabajadoras que finalmente terminaron ganando una dura batalla, con el compromiso que Capdevilla luego incumplió.
Los trabajadores y las trabajadoras del Astillero Río Santiago demostraron, como en la década de los ‘90, que no van a dejar pasar el ajuste y que no permitirán el cierre o la privatización del astillero más grande de la Argentina.
Corresponsal
Hoy N° 1735 19/09/2018