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25 de enero de 2012


El bolsillo es la única víscera sensible de los piratas

Hoy 1403 / Hacia el 30 aniversario del 2 de abril

El 2 de Abril del 2011 la presidenta cambió el discurso de Malvinas calificando su recuperación como un “hecho patriótico”. Ya no fue más “una cobarde agresión”, como había dicho Néstor Kirchner al diario inglés The Guardian, cuando el gobierno argentino coqueteaba con el primer ministro británico Tony Blair. Desde ese 2 de Abril pasado el gobierno produjo hechos diplomáticos positivos, como fue el acuerdo de los países del Mercosur (y otros de América Latina), de no permitir el amarre de barcos con la bandera kelper.
Esa bandera kelper es un invento del colonialismo inglés. Los menos de 3.000 pobladores de las islas provienen de la ocupación colonial inglesa en 1833. El gobierno real de las islas está en manos del delegado del gobierno inglés. La base militar la dirige el almirantazgo británico, y las tropas se renuevan con nuevos contingentes de las fuerzas armadas de la corona británica. La usurpación militar inglesa de 1833 no da derechos, como lo ha reconocido la Asamblea General de las Naciones Unidas, órgano que año a año aprobaba nuestro reclamo, hasta que Menem abandonó esta práctica. El gobierno actual lleva el reclamo a la Asamblea, pero no la somete a votación como históricamente se había hecho.

 

Avances ingleses en los hechos
Frente al cambio de discurso y los hechos diplomáticos del gobierno argentino, el primer ministro inglés, Cameron, ratificó la posición colonialista británica, y produjo hechos: reforzó su base militar en Malvinas, con armas poderosas que incluyen aviones que pueden operar sobre la mayor parte del territorio sudamericano. También, realizó maniobras militares. Ahora anunció, hacia el 30 aniversario del 2 de Abril, más maniobras militares con la presencia del “principito”.
Inglaterra avanzó, además, en la exploración petrolera y da pasos para la explotación de esos yacimientos. No le es fácil. Golpeada por la crisis, endeudada para salvar a sus bancos, debe invertir miles de millones de dólares para ampliar la exploración, y que ésta demuestre que el “petróleo potencial” es real. También, debe comenzar a explotarlo con ganancias razonables para los monopolios petroleros que deberán afrontar los altos costos de las plataformas en mar abierto (y turbulento), y el alto riesgo de operar en una zona en conflicto.
Notoriamente, fue el almirantazgo (la cúpula de la Marina Real inglesa), argumentando razones estratégicas de dominio del Atlántico Sur, quien hizo volver atrás la venta de las acciones de la British Petroleum (BP) en Pan American (BP tiene el 60% y Bridas el 40% (sociedad a medias de los Bulgheroni y la empresa estatal china CNOOC). Sin embargo, el gobierno argentino mantiene el principal yacimiento petrolero argentino, Cerro Dragón, en manos de Pan American; y lo que es más grave aún, le otorgó las principales zonas petroleras del golfo San Jorge, es decir en la zona marítima de Malvinas que está en manos argentinas.

 

Piratas y saqueadores
La cuestión central, diplomáticamente, que el gobierno no aborda, es el Tratado de Madrid, en el que Menem firmó la rendición incondicional de Argentina, adhiriendo a ese engendro inglés que es el “paraguas de soberanía”, por el cual la Argentina acepta no discutir la soberanía. Desconocer ese tratado, y enjuiciar a Menem por “infame traición a la patria”, es comenzar a poner las cosas en orden, aprovechando la crisis y decadencia de los piratas ingleses.
La única víscera sensible del imperialismo inglés es su bolsillo. A los hechos del enemigo corresponde responder con hechos que golpeen a su bolsillo. Se ha demostrado que las estancias y el aeropuerto de Lewis son parte del dispositivo estratégico inglés. Se ha demostrado, también, que Osisko, la Barrick, la British Petroleum (dueña del 60% de Pan American), los bancos Barclays y HSBC, entre otros, (ver página 2) están atrás de la explotación petrolera en Malvinas.
Explotar el petróleo de Malvinas le permitiría a Inglaterra resolver el problema energético que le provoca el agotamiento de sus yacimientos en el Mar del Norte. Además, consolidaría su posesión colonial estratégica en el Atlántico Sur.
El 30 aniversario de la recuperación patriótica de Malvinas no puede ser solo para “discursos”, exige hechos que golpeen a esos planes colonialistas, y a los grupos imperialistas ingleses que están saqueando nuestras riquezas y financiando la explotación petrolera en Malvinas para consolidar la usurpación colonial y saquear nuestro petróleo.