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14 de noviembre de 2018

Seguir la pelea por reapertura de paritarias

El bono y un acuerdo vergonzante

La corrida cambiaria, la espiral inflacionaria, las tarifas, el acuerdo con el FMI y el debate por el Presupuesto, generó en los distintos sectores obreros y populares una predisposición a la lucha que fue confluyendo en una unidad en la protesta, como el paro y la movilización del 23 y 24 de septiembre, que hizo tambalear la gobernabilidad, según algunos observadores.

La convocatoria a un nuevo paro de 36 horas con movilización había preocupado aún más al gobierno por la reunión de G20, con la presencia de las potencias imperialistas, tomando parte del territorio argentino con sus fuerzas armadas y de seguridad. Estas potencias le exigieron a al gobierno el control de la protesta.

Éste venía acelerando los planes y preparativos represivos para enfrentarla, mandando al parlamento modificaciones al Código penal y contravencional. La CGT ya había amenazado convocando a un nuevo paro de 36 horas con movilización.

El gobierno quiere llevar la discusión al difícil terreno electoral, que es donde se siente más cómodo, ya que necesita sacar el protagonismo al movimiento obrero, las organizaciones sociales y otros importantes sectores medios y populares que se suman a la protesta.

Algo había que hacer, y como “la necesidad tiene cara de hereje”, llamó, entonces, a negociar a la CGT, que con una actitud lamentable se mostró dispuesta a desmontar ese escenario de lucha, dividiendo y levantando el paro nacional de 36 horas ¡Aún sin saber bien, cómo y quiénes van a cobrar el Bono!

Dejando de lado a estatales provinciales y municipales, jubilados y los más necesitados, desocupados y precarizados, respondiendo a su plan divisionista, los manda a negociar a cada uno por su lado. Y esto es lo que más duele en este juego perverso al que se prestó la CGT. Esto produjo un rechazo de una parte importante del propio movimiento obrero.

La reapertura de las paritarias está demostrando ser un camino válido para pelear aumentos en los activos por la caída salarial.

Manteniendo la más amplia unidad y la movilización contra el ajuste pactado con el FMI, de los movimientos sociales y demás sectores populares, sigue siendo la fórmula para romper la maniobra orquestada desde el gobierno y conseguir un adicional real, que compense en algo, las vacías mesas navideñas.

La necesidad de mantener la convocatoria del paro nacional de 36 horas, y repudiar la reunión de G20 se hará sentir de una u otra manera. Porque crece la bronca y busca sacarse de encima esta política de hambre y entrega nacional.

Comisión Sindical del Partido Comunista Revolucionario

 

Hoy N° 1743 14/11/2018