“La muerte del fiscal Nisman conmocionó y aún conmueve al país. Murió en zona liberada por el gobierno (no estaba visible ninguno de sus diez custodios y las cámaras de video del edificio, en su mayoría, no funcionaban). Al otro día de su muerte debía presentar su acusación contra Cristina Fernández. Su caso es posible que nunca se esclarezca. Pero ha servido para poner a foco un submundo gigantesco de espías y de servicios secretos de muchas potencias, y un enorme aparato interno de espionaje, seguimientos y control de la vida ciudadana”. Informe del Comité Central del PCR, Mayo de 2015.
“La muerte del fiscal Nisman conmocionó y aún conmueve al país. Murió en zona liberada por el gobierno (no estaba visible ninguno de sus diez custodios y las cámaras de video del edificio, en su mayoría, no funcionaban). Al otro día de su muerte debía presentar su acusación contra Cristina Fernández. Su caso es posible que nunca se esclarezca. Pero ha servido para poner a foco un submundo gigantesco de espías y de servicios secretos de muchas potencias, y un enorme aparato interno de espionaje, seguimientos y control de la vida ciudadana”. Informe del Comité Central del PCR, Mayo de 2015.